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Turismo rural, escaparate de la dinamización de los territorios

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Desarrollo Rural

19 de agosto de 2009 Fuente: REDR

Los Grupos de Acción Local han subvencionado, mediante las iniciativas LEADER Y PRODER, la mayoría de los alojamientos de turismo rural que hay en España.

Tiempo de vacaciones. Los urbanitas abandonan el duro asfalto en busca de un terreno menos duro, más amigable. La arena de la playa y el verde del monte son, un año más, los objetivos de aquellos que tratan de buscar unos días de descanso.

Es pronto para avanzar datos sobre el comportamiento que tendrá el sector del turismo rural esta temporada, pero Francisco Parra, presidente de la Asociación de Profesionales del Turismo Rural-AUTURAL avanza que se producirá un leve descenso en las cifras respecto al año pasado. De hecho ya se ha detectado un dato muy significativo: “Hemos visto que este año se están haciendo reservas por periodos más cortos y con mucha menos antelación”, asegura Parra, quien señala que “los viajeros este año van buscando un mejor precio”.

Estos datos han hecho al sector replantearse la estrategia a seguir. En AUTURAL se ha puesto en marcha un servicio de reservas de última hora (‘last minute’), en el que los propietarios “ofrecen a precios irresistibles aquellas plazas que no tienen ocupadas”. Lo cierto, es que los 14.000 alojamientos rurales que hay en España (INE, mayo de 2009) no escapan de la coyuntura económica actual. Atrás quedan los crecimientos insólitos del 20% anual en el último lustro. El porcentaje de ocupación ha descendido notablemente esta temporada, a juicio de AUTURAL, por la crisis, pero también “por un crecimiento en la oferta de alojamientos rurales legales y, sobre todo, ilegales”.

El presidente de AUTURAL cree que es imprescindible hacer un esfuerzo en la promoción internacional del sector, ya que “es fundamental dar a conocer y potenciar la diversificación turística que hay en nuestro país; hacer ver fuera de nuestras fronteras que España es algo más que turismo de sol y playa”.

El origen del turismo rural en España

El turismo rural tiene su origen en España allá por mediados de los ochenta. Por aquellas fechas, el Gobierno del Principado de Asturias encargó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) un estudio base que permitiera acometer un plan de desarrollo integral en la deprimida comarca de Taramundi.

El estudio sugirió convertir una vieja casa rectoral en un hotel de lujo, acondicionar algunas viviendas para su alquiler y restaurar una antigua fábrica para ofrecerla como atractivo turístico y como muestra patrimonial del territorio.

Hoy, dos décadas después, el hotel sigue en pie y la experiencia es ejemplo de buenas prácticas en el ámbito del turismo rural.

El turismo, dinamizador del medio rural

El impulso al turismo rural en España, igual que en el resto de países europeos, responde a la necesidad de encontrar instrumentos de desarrollo para áreas en declive, donde las principales actividades económicas venían siendo la agricultura y la ganadería. Se trata pues de diversificar la actividad económica para, en definitiva, fijar población al territorio.

Los Grupos de Acción Local han impulsado, con la gestión de los fondos LEADER y PRODER, la apertura de la mayoría de los establecimientos de turismo rural y de actividades de ocio natural en España.

El establecimiento de empresas dedicadas al turismo rural ha generado importantes beneficios para los territorios. El más importante de ellos es la fijación de una población que, sin ese recurso económico, se habría visto abocada a emigrar a la ciudad.

Uno de los grandes valores añadidos para el territorio de cara a su promoción es que la instalación de alojamientos de turismo rural provoca un efecto de geolocalización inmediato, ya que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, casi el 90% de este tipo de establecimientos tienen página web, lo que supone para las áreas rurales un formidable escaparate en Internet. En España muchas zonas de interior eran prácticamente desconocidas hasta la llegada de Internet y el turismo rural.

Los establecimientos de turismo rural aportan valor al territorio, dinamizando en cierto modo la actividad económica. Además contribuyen a la promoción de los productos locales y a la puesta en valor del patrimonio natural de los territorios, favoreciendo la conservación del medio ambiente.

Por último, las asociaciones de empresarios de turismo rural se constituyen como un lobby a la hora de pedir a las administraciones mejores infraestructuras y servicios.

El perfil del propietario de un alojamiento rural es el de una persona que tradicionalmente se ha dedicado a la agricultura o la ganadería. Con la puesta en marcha de las ayudas LEADER Y PRODER (gestionadas por los Grupos de Acción local) vieron la posibilidad de diversificar la actividad económica doméstica, siendo el turismo rural la forma de generar en la unidad familiar una renta complementaria. Con el declive del sector primario, lo que empezó siendo una renta complementaria pasó, en muchos casos, a convertirse en actividad principal, pasando a segundo plano la labor en el campo o en la cuadra. Pero también son muchos los emprendedores que han visto en esta actividad una oportunidad de negocio, animada por la gestión de los Grupos de Desarrollo Rural.

A la espera de ver en qué situación quedará el turismo rural tras la crisis, algunos expertos vaticinan que tras ella, el crecimiento se estabilizará en el 5% anual.

Por lo pronto, algunas zonas, como el Valle del Tiétar o La Palma ven ya peligrar su temporada por los incendios forestales que han arrasado amplias zonas, lo que ha provocado la cancelación de reservas.

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