Territorio forestal, ahora o nunca
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06 de mayo de 2014 Fuente: Levante
Lamentablemente los valencianos estamos demasiado acostumbrados a sufrir incendios forestales.
Artículo de opinión de Javier Martínez, publicado originalmente en el diario Levante.
Lamentablemente los valencianos estamos demasiado acostumbrados a sufrir incendios forestales. Algunos prefieren centrar el debate en el endurecimiento de las penas hacia los pirómanos y zanjar ahí la cuestión. Otros prefieren focalizar su ira sobre los propietarios agroforestales reclamándoles la falta de cuidado en sus labores. Otros colectivos creen que es mejor dejar al libre albedrío los espacios naturales y que retirar de forma ordenada y sostenible pinos secos supone un sacrilegio. La sequía e incluso el cambio climático son recurridos argumento para quienes no quieren ver que el problema del abandono de nuestras tierras de interior viene ya desde hace más de 50 años y crece de forma exponencial.
Paralelamente a la proliferación de estas creencias, a todas luces infundadas y científicamente insostenibles, se encuentran nuestros pueblos de interior languideciendo, faltos de actividad económica, empleo y oportunidades, cada vez más despoblados y con pirámides de población invertidas. Mientras tanto, el 95% de los más de 1 millón de hectáreas está en manos de propietarios privados o ayuntamientos sin recursos para su gestión y cuidado.
La Generalitat Valenciana ha centrado sus esfuerzos en dotarnos con mejores medios de extinción, sin haber apoyado de forma decidida la actividad forestal y el aprovechamiento sostenible de sus recursos, la forma más eficaz y demostrada de prevenir incendios. Incluso la falta de política forestal se ha convertido en un arma arrojadiza entre formaciones políticas. El ciudadano rural percibe que lo que se cuece en Valencia no le llega. Así, entre las cantidades que se plasman nominativamente como inversión en espacios rurales y lo que finalmente acaba siendo tangible en el territorio, dista un abismo. Estructuras administrativas obsoletas e intervencionistas impiden una gestión subsidiaria y eficaz de los pocos recursos públicos para el desarrollo rural en las comarcas de interior.
Recientemente, expertos de nuestras universidades han advertido sobre lo que no debe volver a reproducirse en la implementación del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020. Desde la Plataforma Forestal Valenciana (PFV) que agrupa a la totalidad de la sociedad civil forestal (propietarios privados y públicos, sindicatos agrarios, empresas y asociaciones empresariales, centros de formación e investigación, asociaciones profesionales y conservacionistas) vamos a estar vigilantes y no permitiremos políticas de desarrollo rural al margen de los agentes directamente involucrados. Velaremos para que la Generalitat cumpla con la contrastada metodología Leader, tal como se hace en el resto de Europa, recogida en el Reglamento 1305/2013 para el desarrollo rural a través del Feader.
Desde la PFV apostamos decididamente por un territorio forestal vivo y con capacidad de generar oportunidades en nuestros pueblos. Estamos proponiendo proyectos tractores de empleo verde en base a la gestión responsable y sostenible de productos agroforestales de valor añadido (bioenergía, plantas aromáticas y medicinales, trufa, resina, miel, corcho, etcétera) y servicios medioambientales y culturales para el beneficio de toda la sociedad valenciana (conservación de la biodiversidad, calidad del agua, fijación de carbono...), apartando disputas estériles entre agraristas y forestales, entre conservacionistas y desarrollistas.
Tras analizar el reglamento UE, el documento de activación socioeconómica del sector forestal en España y la situación de partida en la Comunitat Valenciana, hemos propuesto acciones específicas recogidas en un subprograma temático para el territorio forestal valenciano y sus habitantes. Esta fórmula permitirá incrementar los fondos europeos destinados y la visibilidad de la importancia de los espacios interiores en el contexto regional. Estamos convencidos de que la correcta implementación de esta propuesta que parte de la sociedad civil, garantizará la eficacia y eficiencia de los fondos del PDR 2014-2020 en el territorio con una gestión compartida de los agentes directamente involucrados, generando inversión privada y creación de empleo estable y contribuyendo a la vertebración socioeconómica de todo nuestro territorio.
En manos del Consell está ahora apostar por un territorio forestal valenciano vivo, o quizás no será posible nunca.
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