Refuerzo de las zonas rurales en la Unión Europea a través de la Política de Cohesión

Según Eurostat (2023), la renta media en las zonas rurales de la Unión se sitúa en el 87,5% de la renta media en las zonas urbanas. El noveno informe de la Comisión Europea sobre la cohesión económica, social y territorial hace mención a un conjunto de problemas a los que se enfrentan las zonas rurales, como un transporte y una conectividad digital escasos, la falta de servicios públicos y el acceso limitado a los grandes mercados, la falta de oportunidades de empleo diversificadas y el declive demográfico (a saber, la despoblación, el envejecimiento y la disminución de la población activa).

El informe también enumera una lista de oportunidades, como la transición a la energía verde y el crecimiento asociado de las energías renovables. Sin embargo, afirma que existen pruebas de que la transición ecológica favorece a las regiones más desarrolladas, al atraer inversiones y trabajadores cualificados hacia ellas, al tiempo que plantea retos para el empleo y los hogares en las zonas rurales de renta baja.

En febrero de 2025, la Comisión presentó su hoja de ruta sobre una visión para la agricultura y la alimentación, cuyo objetivo es centrarse en la alimentación y unas condiciones de vida y de trabajo justas en las zonas rurales, reconectar a las personas con los territorios rurales y apoyar a las zonas rurales mediante el mantenimiento del patrimonio cultural de la UE. En mayo de 2025, la Comisión presentó un conjunto de medidas para simplificar su política agrícola común. En la revisión intermedia de abril de 2025 sobre una política de cohesión modernizada, la Comisión propuso un conjunto de medidas para revisar la política de cohesión de la UE con el fin de apoyar mejor la competitividad de la Unión, la descarbonización, la defensa, las regiones fronterizas orientales, la vivienda asequible, la resiliencia hídrica y la transición energética.

Parlamento Europeo

En mayo de 2025, la Comisión de Desarrollo Regional (REGI) aprobó un informe sobre el refuerzo de las zonas rurales en la Unión a través de la política de cohesión. El informe señala que invertir en las conexiones de transporte, la conectividad digital, el patrimonio cultural, la agricultura, el turismo y los servicios públicos esenciales, como la asistencia sanitaria y la educación, puede ayudar a abordar los retos demográficos y económicos actuales. Dado que las zonas rurales se enfrentan a una disminución de la población, que llega a suponer un «éxodo» de jóvenes en particular, la Comisión REGI pide incentivos específicos en este ámbito. Se destaca el importante papel de las mujeres en las zonas rurales, para quienes se recaba un mayor apoyo. El informe subraya la necesidad de una política de cohesión descentralizada y de base local, y pide la simplificación del acceso a la financiación, así como el refuerzo de la asistencia técnica a las autoridades locales a fin de aumentar las tasas de absorción de los fondos.

El informe REGI apoya la promoción de las cadenas de suministro agroalimentario cortas, el uso de sistemas de etiquetado de alimentos y la protección del modelo de explotación familiar. Pide la expansión de la producción de energía renovable en las zonas rurales, afirma que son necesarias medidas preventivas para aumentar la resiliencia frente a las catástrofes naturales y solicita un enfoque integrado de la gestión de los recursos hídricos. Declara que las estrategias de especialización inteligente y diversificación económica podrían ofrecer más oportunidades en las zonas rurales, y pide que se adopten medidas para combatir la pobreza en esas zonas. La Comisión REGI también pide a la Comisión que elabore una estrategia rural para el período de programación posterior a 2027 y que garantice una financiación futura de la UE suficiente para los territorios rurales.