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REDR colabora en la elaboración del informe ‘Desarrollo territorial: oportunidades y desafíos en los ámbitos rurales’ elaborado por la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso y FECYT

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LEADER

17 de noviembre de 2025 Fuente: REDR

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Es tiempo de reimaginar los pueblos construyendo una estrategia de desarrollo sobre el contexto local y ordenando los recursos del territorio. A pesar de las dificultades, en los últimos años, el medio rural se ha revalorizado como espacio de bienestar, identidad y sostenibilidad.

El medio rural, que ocupa más del 80 % del territorio nacional y alberga 7,5 millones de personas en España, destaca por producir alimentos y materias primas, gestionar recursos naturales, conservar paisajes y patrimonio, ofrecer ocio y turismo, y contribuir a la sostenibilidad y a los valores culturales. De hecho, la interdependencia e interconexión con lo urbano ha transformado estilos de vida y el imaginario rural: en los últimos años, el medio rural se ha revalorizado como espacio de bienestar, identidad y sostenibilidad. Sin embargo, las zonas rurales se enfrentan a problemas de competitividad, demográficos, y de acceso a servicios, que se retroalimentan y generan lo que algunos expertos han denominado una crisis del territorio.

Estas son algunas de las principales conclusiones extraídas del informe ‘Desarrollo territorial: oportunidades y desafíos en los ámbitos rurales’ elaborado por la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados y la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT), que ha contado con las aportaciones de María José Murciano, la gerente de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR). El informe se presenta hoy, 17 de noviembre.

Para salir de este bucle y ante la falta de aplicación de la Ley 45/2007 para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, el personal experto considera inaplazable implementar una auténtica política de desarrollo rural, más allá del enfoque limitado del Pilar 2 de la Política Agraria Común.

Ya antes de la pandemia, la despoblación y el desarrollo rural habían cobrado protagonismo en el debate social. En el contexto actual, marcado por la transición ecológica, el envejecimiento poblacional y la concentración urbana, estos desafíos adquieren aún más urgencia para avanzar hacia un equilibrio territorial más justo y sostenible.

📖 Descarga aquí el informe completo [PDF]. 

Aunque la despoblación no afecta por igual a todos los territorios, se manifiesta en la marcha de la juventud, el envejecimiento y masculinización de la población y en la creciente presencia de población inmigrante joven. También, en el abandono de actividades tradicionales, el aumento de la agricultura intensiva o la menor gestión forestal, con el consiguiente proceso de extensión del matorral y el arbolado, que aumenta el riesgo de incendios y favorece la pérdida de biodiversidad y del conocimiento ecológico tradicional. Como la despoblación en la España rural es histórica y ya se partía de densidades bajas, la escasa población en algunos territorios puede comprometer sus posibilidades de desarrollo.

El desarrollo rural busca mejorar la calidad de vida en zonas rurales, promoviendo el bienestar, las oportunidades, la capacitación y la permanencia de la población. Abarca servicios, infraestructuras y la valorización del patrimonio, sin imitar lo urbano, sino reforzando la identidad local con participación comunitaria. En paralelo a políticas de repoblación y crecimiento, otros enfoques promueven estrategias adaptativas al decrecimiento de los espacios rurales.

Principales conclusiones

La despoblación rural en España es un fenómeno histórico y estructural, intensificado por la industrialización y el cambio de modelo productivo, que ha generado consecuencias demográficas, económicas, ambientales, sociales y territoriales.

La despoblación no responde a una única causa, ni afecta por igual a todos los territorios rurales, sino que depende de múltiples factores económicos, geográficos, demográficos, históricos, personales y culturales, originados en cambios en las maneras de pensar y vivir. Requiere políticas públicas adaptadas que combinen estrategias de crecimiento con enfoques de resiliencia y adaptación territorial, interiorizados por la comunidad local según su contexto. Una de las causas más relevantes es la concentración urbana, que genera desequilibrios territoriales profundos, al atraer recursos, inversiones y población hacia las áreas metropolitanas, lo que contribuye al malestar social y a disminuir el dinamismo económico en muchas zonas rurales y urbanas periféricas.

Los territorios despoblados se caracterizan a nivel demográfico por la baja densidad de población, la emigración juvenil, el envejecimiento, la masculinización y la creciente presencia de población inmigrante joven. En las últimas décadas han surgido dinámicas diversas que muestran tanto riesgos persistentes como oportunidades de revitalización. El personal experto llama a implementar políticas de acogida, inclusión y convivencia dirigidas al colectivo de inmigrantes.

La brecha urbano-rural, consecuencia y causa de la despoblación, refleja desigualdades estructurales derivadas de carencias en infraestructuras y en el acceso a servicios públicos (asistencia sanitaria, educación, etc.) y privados (banca, comercios etc.), que afectan especialmente a personas mayores que viven solas y a quienes viven en municipios remotos. Parte del personal experto indica que las zonas rurales son diversas y la brecha no debe darse por segura.

Una de las consecuencias de la concentración económica, la despoblación y el paso a una producción más intensiva es la pérdida de biodiversidad en los ecosistemas agrarios. Además, en las zonas menos productivas se han abandonado los cultivos, montes comunales y actividades tradicionales, lo que ha favorecido la expansión del matorral y el arbolado, incrementando así el riesgo de incendios.

A pesar de las dificultades, en los últimos años, el medio rural se ha revalorizado como espacio de bienestar, identidad y sostenibilidad. Aunque existe la identidad rural, se ha pasado del aislamiento a una situación de interdependencia e interconexión con lo urbano y a llevar estilos de vida similares.

Ante la falta de implementación de la Ley 45/2007 para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, el personal experto considera inaplazable desarrollar una auténtica política de desarrollo rural que recoja su diversidad. Parte del personal experto recomienda estructurar el desarrollo rural por territorios (o comarcas) funcionales, donde las ciudades intermedias se potencien para organizar y proveer los servicios en conexión con los núcleos rurales teniendo en cuenta la geografía del territorio.

La producción de alimentos es vital, y el sector agroalimentario está generando cada vez más riqueza, especialmente la industria alimentaria. La UE impulsa la diversificación en zonas rurales para fortalecer su economía y tejido social. Esto incluye el turismo rural, que el personal experto invita a repensar, el teletrabajo, establecer cadenas de valor ligadas a la transición verde, y la innovación y el emprendimiento, que conectan universidad y empresa con las necesidades del territorio.

Además, los beneficios ambientales que proporcionan los bosques, el paisaje o las actividades agrarias, como el pastoreo extensivo, pueden ser remunerados a través de la PAC.

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