Primer Congreso de Emprendimiento Rural Saja Nansa: Innovar desde el territorio
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04 de noviembre de 2025 Fuente: El Diario Montañés
Treinta emprendedores de esta comarca cántabra impulsan el futuro del territorio en un evento organizado por el Grupo de Acción Local Saja Nansa. A lo largo de la jornada se puso de manifiesto la importancia de los grupos LEADER en el apoyo a los emprendedores y se pusieron sobre la mesa otras cuestiones como el desequilibrio poblacional entre áreas urbanas y rurales o la necesidad de generar oportunidades en el medio rural.
Reportaje de Alicia Del Castillo, publicado en El Diario Montañés.
El primer Congreso de Emprendimiento Rural Saja Nansa, celebrado este miércoles en Treceño, en el Palacio Guevara, se postuló como un espacio clave para el presente y el futuro de la comarca. Para el diálogo, la inspiración y el impulso; para el intercambio de ideas y la promoción del medio rural. La jornada, organizada por el Grupo de Acción Local Saja Nansa, con el respaldo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación así como del Programa Leader y la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, estuvo moderada por la periodista de El Diario Samira Hidalgo y reunió a una treintena de emprendedores del territorio y a más de 150 asistentes.
Repartidos en seis mesas redondas, todos ellos compartieron sus experiencias, proyectos y desafíos, abarcaron temas muy relevantes para el emprendimiento rural como estrategias de financiación e impulso para nuevos negocios, el potencial del turismo rural sostenible, la sinergia entre la tradición y la innovación como motor económico, el rol fundamental de la empresa familiar y la mujer en la economía rural, el valor de la identidad y la tecnología para los productores locales, o el impacto de iniciativas únicas que transforman el territorio.
Concebido como un espacio para el aprendizaje y el intercambio de ideas, el evento ejerció de palanca para impulsar nuevas e innovadoras iniciativas rurales sin perder de vista las tradiciones locales.
A lo largo de la jornada se puso de manifiesto la importancia de los grupos de acción local en el apoyo a los emprendedores y se pusieron sobre la mesa otras cuestiones como el desequilibrio poblacional entre áreas urbanas y rurales o la necesidad de generar oportunidades en el medio rural. Se hizo hincapié en el valor del emprendimiento rural para fijar población, generar riqueza y conservar el entorno. La bienvenida sirvió como un llamamiento a la colaboración entre emprendedores, instituciones y la comunidad en general, reconociendo el potencial del medio rural y la valentía de aquellos que deciden emprender en él.
Encuentro y participación
Francisco Javier Camino, Presidente del Grupo de Acción Local Saja Nansa fue el encargado de dar la bienvenida, resaltando la importancia de la participación y el encuentro entre empresarios para compartir inquietudes y dar a conocer el trabajo del Grupo de Acción Local: «Es un placer que estéis aquí, porque para nosotros era importante la participación. Que sea un punto de encuentro para hablar, para exponer las inquietudes, para que se conozca también lo que es un grupo de acción local», destacó. Además, apeló a la reflexión sobre los desafíos que enfrentan los ganaderos de la zona.
También agradeció la asistencia Lorenzo González, alcalde de Valdáliga, expresando su satisfacción por celebrarse en su municipio, en Treceño, resaltando el papel del GAL como un valioso recurso: «Es lo mejor que podemos tener tanto para ayuntamiento como para los emprendedores y todas las personas que necesiten información o ayudas», afirmó.
En representación de la consejera María Jesús Susinos, el director general de Pesca y Alimentación, Paulino San Emeterio transmitió las disculpas por no poder asistir, explicando que eran «días difíciles» y leyó un discurso preparado por la propia consejera, donde se destacaba la esencia del programa Leader y la importancia de innovar desde el territorio.
Enfatizó la necesidad de fijar población en el medio rural, de generar riqueza y facilitar el desarrollo rural con igualdad de oportunidades. Reconoció el emprendimiento rural como una clave para el desarrollo, resaltando las singularidades que lo distinguen de las iniciativas urbanas; señaló a los grupos de acción local como conocedores del territorio y como una red de apoyo a los emprendedores y concluyó reflexionando sobre la necesidad de contar con más espacios para la reflexión y la importancia de que los emprendedores conozcan la existencia de los grupos de acción local.
Reconocimientos
El primer Congreso de Emprendimiento Rural no solo sirvió como plataforma para el intercambio de ideas y la promoción del desarrollo en el medio rural, sino que también fue escenario para reconocer y celebrar el talento local. La jornada, impulsada por el Grupo de Acción Local Saja Nansa incluyó una entrega de reconocimientos que puso en valor la labor de emprendedores y asociaciones comprometidas con el territorio.
El ganadero Manuel Quintana, de Carnicerías Quintana, fue el primero en recoger su premio en la categoría 'Transformación y comercialización'. Quintan recogió el que ha sido su cuarto premio en su trayectoria, reconocimientos, dijo, «que siempre he dedicado a mi familia y a los clientes, pero hoy me van a permitir ser un poquito egoísta, este reconocimiento es para mí y lo voy a poner en mi oficina».
En la categoría de 'Turismo y producto local' se premió a la Asociación para la Promoción de la Indicación Geográfica Protegida Corbatas de Unquera, con su presidente, Benito Sánchez, de Corbatas Royal, en representación de todos los elaboradores de corbatas. Sánchez agradeció brevemente el premio, enfatizando la importancia de seguir luchando por el producto local.
En 'Marketing digital y promoción' la emisora Onda Occidental de Marcelo Puente fue la distinguida. Puente recordó los 40 años de la emisora dedicados a vender «nuestra comarca» e invitó a conocer su canal de televisión, TV Saja Nansa que transmite desde Ibio.
El premio a la 'Tradición familiar' fue para Camping Caravaning Oyambre, y lo recogió Pablo Alonso, su propietario. Alonso agradeció el premio, destacando el «doble orgullo de recibirlo de sus vecinos». Tras la ceremonia, los asistentes disfrutaron en el Palacio Guevara de una degustación de productos locales: quesos, embutidos, cocido montañés, merluza del Cantábrico, tosta de sobao, yogur natural...
Apoyar el emprendimiento con ayudas y formación
La mesa redonda 'Sembrar Futuro: Claves de financiación e impulso para el emprendimiento rural' reunió a cuatro expertos que desgranaron las claves para transformar las ideas en negocios prósperos en el corazón de Cantabria. Representantes de Sodercan, CEIP Granja Escuela de Heras, Fundación Botín y el Grupo de Acción Local (GAL) Saja Nansa ofrecieron una hoja de ruta para los «valientes» que apuestan por las zonas rurales.
Financiación, formación y futuro
Desde Sodercan, Ángel González desveló un arsenal de ayudas, desde la constitución hasta la maquinaria, pasando por la internacionalización: «A quienes tienen la idea, que tracen un plan de viabilidad y a quienes ya tienen la empresa, que no se conformen con el mercado local, hay que salir al exterior», animó.
Carlos Micó, del CIFP La Granja Escuela de Heras, centro de excelencia desde el año 2022, puso el foco en la formación de calidad, anunciando un máster en la industria láctea y un proyecto para salvar la vaca roja pasiega: «Contra el pesimismo les digo que hoy 600 alumnos apuestan por el sector primario», informó Micó, destacando la consideración de los jóvenes por el mundo rural.
Desde la Fundación Botín, Bruno Sánchez-Briñas compartió la metodología 'anti ilusiones' del programa Nansa Emprende: «No queremos quitarles las ganas, lo único que queremos es que el proyecto sea real, asegurar la viabilidad. De 240 ideas de negocio se han expuesto la mitad. Por eso hemos lanzado Talento Rural Joven, para incentivar a los jóvenes y den un paso adelante, que apuesten por los retos del medio rural»; Y Pedro González, gerente del GAL Saja Nansa, recordó el músculo financiero de estos grupos, con millones de euros destinados a impulsar proyectos locales: «Los programas Leader han movilizado cerca de 70 millones de euros, somos una herramienta fundamental para el futuro del emprendimiento y el desarrollo sostenible en la comarca».
Desafíos y soluciones
La incertidumbre inicial, la burocracia y la falta de suelo asequible fueron señaladas como las principales trabas. La solución, según los expertos, pasa por planes de negocio sólidos, formación a medida y una colaboración consistente entre instituciones y emprendedores.
«Es fundamental tener claro el negocio y conocer al cliente», coincidieron los ponentes, animando a los asistentes a acercarse a las agencias de desarrollo local para recibir asesoramiento personalizado. Una de las asistentes que precisamente trabaja en una agencia de desarrollo local planteó la necesidad de cubrir el hueco de servicios que existe entre Treceño y Unquera, y solicitó que se cubriera esta carencia para acercar los servicios a la población.
El campo como oportunidad
La mesa redonda fue un revulsivo para el emprendimiento rural en Cantabria. Con financiación, formación y la guía de expertos, el campo se presenta como un destino lleno de oportunidades para aquellos que buscan un futuro próspero y sostenible.
Turismo rural a través de experiencias sostenibles
Objetivo: alcanzar el equilibrio entre desarrollo, conservación y calidad de vida
La mesa redonda 'Turismo Rural a través de experiencias sostenibles' analizó los desafíos y oportunidades de un sector en auge, pero con la responsabilidad de preservar el entorno y la identidad de los pueblos cántabros. Ángel Herrero, catedrático de la Universidad de Cantabria; Chema Mier, director del Camping Cabuérniga; Jon Palazuelos, guía natural y fundador de Cantabria Experiencial; y Juan José Ruiz, de Aqua 21 Aventura, compartieron sus experiencias y perspectivas sobre cómo lograr un turismo que beneficie tanto a los visitantes como a la comunidad local, consiguiendo un equilibrio entre la sostenibilidad, la capacidad de carga de la región y los riesgos que traen consigo «estar de moda».
El valor del relato
Desde la Universidad de Cantabria, Ángel Herrero destacó la importancia de la autenticidad y la emoción en el diseño de experiencias turísticas: «La gente que se aproxima al medio rural busca una alternativa al turista de sol y playa; emocionarse en contacto con la naturaleza, las tradiciones y la identidad», afirmó, y alertó sobre el riesgo de «matar a la gallina de los huevos de oro» si no se gestiona el turismo de manera sostenible, generando rechazo por parte de la población: «Si la gente local no está contenta, la experiencia turística va a ser peor».
Chema Mier, del Camping Cabuérniga, compartió la evolución de su negocio familiar hacia un modelo más sostenible, con placas solares y aerotermia. Reconoció la masificación en la región durante los meses de agosto, «en agosto tenemos que rechazar a 50 o 60 familias al día», lamentó, resaltando la necesidad de desestacionalizar el turismo y promover alternativas fuera de la temporada alta.
De Cantabria Experiencial, Jon Palazuelos compartió cómo se ha adaptado a los cambios en la demanda para crear experiencias auténticas: «Desde rutas especializadas como las micologicas a la berrea de manera más profesional, salidas con raquetas de nieve, por la costa para ver orquídeas silvestres y lo acompañamos con visitas a productores locales o incluimos catas de productos». Palazuelos, destacaba el valor de conocer el producto y el territorio, algo que el guía en persona enriquece.
Juan José Ruiz, de Aqua 21 Aventura, habló de la evolución de su empresa hacia actividades adaptadas para familias y grupos reducidos, con el objetivo de minimizar el impacto en el medio ambiente. Ruiz también resaltó la importancia de la colaboración entre empresas locales para ofrecer una experiencia turística completa y diversificada.
Medir el impacto
El debate se centró en la creciente popularidad de Cantabria como destino turístico, lo cual presenta tanto una oportunidad como un reto. En el debate con el público, Pablo Alonso (Camping Caravaning Oyambre) planteó la necesidad de realizar estudios sobre capacidades de carga para conocer los límites del territorio y evitar la masificación y Ángel Herrero reconoció la falta de estos estudios y la dificultad de llegar a un consenso sobre la definición de esa capacidad de carga, «que depende tanto de factores medioambientales como socioculturales».
La proliferación de viviendas turísticas y el impacto de las redes sociales también fueron objeto de debate en contra de la promoción de un turismo responsable y sostenible que contribuya al desarrollo económico y social de Cantabria, sin comprometer su patrimonio natural y cultural.
Hilos conductores para el desarrollo comarcal
'La sinergia entre tradición e innovación: el motor de la comarca' exploró cómo empresas y emprendedores de la zona han combinado la herencia de sus oficios con la creatividad y las nuevas tecnologías para generar oportunidades y revitalizar la economía local.
Representantes de empresas arraigadas en el territorio y nuevas iniciativas compartieron sus experiencias, resaltando la importancia de adaptarse a los tiempos sin perder de vista la identidad local. José Antonio Mazorra, director de compras de Textil Santanderina, empresa centenaria de Cabezón de la Sal a la que lleva treinta años vinculado, destacó la constante innovación como clave para competir en un mercado globalizado. La empresa, que da empleo a unas 250 personas de la comarca, no se limita a fabricar tejidos, sino que también invierte en I+D para reducir su impacto ambiental y ofrecer soluciones a medida para sus clientes: «Cada uno tiene que innovar en lo que conoce», aconsejó, resaltando la importancia de transmitir el conocimiento y la experiencia a las nuevas generaciones. «En Textil Santanderina nos hemos puesto como lema 'crecer contigo' porque cada vez es más complicado retener talento y el textil es una parte importante de Cabezón».
Daniel José Riaño, presidente de la Asociación Villasal, que nació fruto de la incertidumbre provocada por la pandemia, con la unión de casi 200 comercios, relató cómo esta agrupación de comerciantes de Cabezóz ha logrado dinamizar la actividad local mediante la organización de eventos y la promoción de bonos de compra. Destacó el éxito del Parque Maldito, un espectáculo terrorífico que cada año atrae a miles de personas, generando un impacto positivo en la economía local: «No hemos hecho nada que no esté inventado pero ponemos ilusión».
Jesús González, segunda generación de Lacuerre empresa dedicada a la construcción de estaciones de servicio y centros de lavado –aunque durante años se han dedicado al transporte– , compartió su visión sobre la importancia de la innovación y el esfuerzo para tener éxito: «Antes los proyectos se llevaban acabo con el corazón, ahora hay que hacerlo más con la razón», afirmó, resaltando la necesidad de elaborar planes de negocio sólidos, poniendo de manifiesto el problema del suelo: «Esto es gravísimo porque hemos creado un modelo que es irreal, hemos pagado a 195 euros el m². Sin los bancos estamos muertos empresarialmente».
Tradición, conciliación y nuevos desafíos
'El papel de la empresa familiar y la mujer en la economía rural' puso de manifiesto la importancia de estos dos pilares para el desarrollo sostenible de la comarca, al tiempo que se analizaron los retos y desafíos que enfrentan. El hostelero Enrique Molleda, de Casa Molleda; la ganadera y bióloga Lucía Ortiz, de Ibiolimusin; Jesús Maestegui, fundador de Grupo Maestegui; Amparo Salmón, de La Ermita, y Pablo Alonso, del Camping Caravaning Oyambre, compartieron sus historias, valores y estrategias sobre cómo mantener vivo el legado familiar, impulsando la innovación, promoviendo la igualdad y la conciliación de la vida familiar y profesional en el ámbito rural.
Los cinco destacaron su contribución al desarrollo económico y social de la comarca Saja Nansa. Sin embargo, también reconocieron los retos a los que se enfrentan, como la desmesurada burocracia, la falta de suelo industrial y la dificultad para acceder a la financiación.
Enrique Molleda, con casi un siglo de historia «perdido en las montañas de Cantabria», en Pejanda, resaltó la importancia de mantener las tradiciones culinarias y el compromiso con el territorio como claves del éxito de su negocio familiar: «La mujer ha tenido mucha importancia en nuestra casa y el mayor éxito ha sido estar abiertos los 365 días del año; mantener lo de siempre, cocina tradicional con productos de la zona y organizar actividades que pueden atraer gente de otras comarcas».
Cuarta generación de ganaderos en Ibio, Lucía Ortiz compartió su pasión por la raza limusina y cómo ha sabido combinar sus estudios universitarios con el uso de redes sociales para impulsar la venta de sus productos: «A partir de 2020 el cambio fue radical y más del 90% de nuestras ventas se hacen por plataformas como Instagram, TikTok o Whatsapp».
Conocido, entre otras cosas por ser el organizador de uno de los eventos más populares de la región, 'Los 10 mil del Soplao', Maestegui relató la trayectoria de su empresa, desde sus humildes inicios hasta convertirse en un referente en la comarca, destacando la importancia de ayudar a otros emprendedores, de diversificar actividades y transmitir los valores a las nuevas generaciones sin perder de vista la esencia del negocio: «Siempre me he considerado un emprendedor atípico. No tengo una gran empresa, pero he emprendido más de 30 veces. Creo que lo importante es tener ideas e iniciativas. Yo he seguido la filosofía de mi padre, un hombre al que le gustaba ayudar a quien lo necesitaba».
Espíritu emprendedor
Amparo Salmón hizo hincapié en el papel fundamental de la mujer en la gestión de la empresa familiar, tanto en la cocina como en la atención al cliente, sirviéndose en el ejemplo de su madre: «Nuestra madre fue una comercianta nata, eso nos animó a querer montar nuestro propio negocio. El primer banco al que acudimos nos llamó caraduras... Volvimos a casa, se lo contamos a nuestros padres y ellos creyeron en nosotros: hipotecaron su casa para ayudarnos. Fue algo muy bonito y así comenzamos. Hoy contamos con tiendas propias y un equipo de 70 personas».
Pablo Alonso compartió su experiencia como miembro de una generación puente entre la hostelería tradicional y la actual, buscando un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Destacó la importancia de escuchar a las nuevas generaciones y de adaptarse a sus necesidades para garantizar la continuidad de la empresa familiar: «Represento a una empresa familiar que ha echado raíces en esta comarca durante casi 40 años, un legado que comenzó con mis padres. Hoy nos adaptándonos a las nuevas demandas del mercado y a las expectativas de las nuevas generaciones, manteniendo los valores y la identidad que nos han caracterizado».
Compromiso con el territorio, denominador común
La mesa 'Productores de la zona. Identidad, tecnología y experiencias de valor' dio muestra de cómo la tradición, la tecnología y la identidad son capaces de crear negocios sostenibles y de valor. El denominador común: compromiso con el territorio y el futuro de la comarca. Al frente del restaurante Los Toneles, en Unquera, Iván Arias supo dar un giro al negocio familiar con 40 años de historia: «El producto local lo es todo en mi restaurante. En estos 10 años he conseguido mantener a los mismos proveedores. La vinculación es fundamental para darle valor. Generar la experiencia, retener el talento, trabajar con vinos locales, orujos, carnes, huerta… Y sabérselo transmitir al equipo para que el valor sea diferencial».
Para Manuel Quintana, la tradición se lleva en la sangre. Su carnicería, con más de 100 años de historia, se ha reinventado apostando por la carne de tudanca, una raza autóctona que garantiza la trazabilidad y la conexión con la tierra. Con una nueva planta de curado para 2026 en Santibáñez y una creciente presencia online, Quintana demuestra que la tradición es presente y futuro.
Con una historia atípica, Esther Olaizola, de Bodegas Miradorio, en Ruiloba, transformó la crisis en oportunidad. Con una visión global y un espíritu emprendedor, la donostiarra afincada en Cantabria relató cómo la crisis del año 2008 y un viaje a China dieron origen a su bodega, con viñedos mirando al mar. Nació con el objetivo de desestacionalizar el turismo en Cantabria, ofreciendo un producto de calidad y una experiencia enoturística única: «Hacer un vino rico es fácil», afirma, «lo difícil es hacerlo con las características de nuestro entorno». Por eso, apuestan por técnicas innovadoras como el sistema de emparrado para maximizar la producción.
Dar valor al producto
Benito Sánchez está al frente de Corbatas Royal, un negocio familiar con décadas de historia que defiende la autenticidad y la tradición de las corbatas de Unquera, un dulce emblemático de la región que persigue la Indicación Geográfica Protegida: «Valoramos más que nuestro producto se compre en Cantabria», explica, «para que los visitantes se lleven un recuerdo de nuestra tierra». Sánchez, además, preside la asociación que han creado con otros productores para proteger este legado y garantizar la calidad de las corbatas: «La corbata de Unquera ha sido y es el medio de vida de muchas familias, directa e indirectamente también. Las corbatas tienen que hacerse en Unquera, tienen que tener una calidad mínima y unas medidas, es lo que da valor al producto».
La Flor de Limón, en Novales, es el resultado de un proyecto de ecoturismo fallido transformado por Lidia Mena y Emilio Cuesta en un negocio creativo e innovador. Ante la imposibilidad de llevar adelante su proyecto original, Emilio tuvo la idea de plantar limones en el terreno. Su apuesta: el cultivo ecológico y la elaboración artesanal de mermelada, liofilizados y 'limoncellu'. «Aunque somos un equipo pequeño», explica Lidia Mena, «cuidamos cada detalle del proceso. Priorizamos la calidad e invertimos en maquinaria, aunque seguimos pelando limones con peladores de patata».
En un momento de reflexión coincidieron en que el consumidor actual valora cada vez más la sostenibilidad, la calidad y la conexión con el origen. ¿La clave? Que los productores sepan transmitir el valor de su trabajo, y que restaurantes y comercios locales apuesten por los productos de la comarca.
Talento local para revitalizar un territorio vivo
El Congreso culminó con ocho emprendedores cántabros que compartieron sus historias, tejiendo un relato de innovación, tradición, y un profundo arraigo a la tierra cántabra. Desde la música hasta la locución, pasando por el deporte y el arte, la diversidad de los proyectos presentados subrayó la creciente capacidad del medio rural para albergar ideas innovadoras y generar oportunidades de desarrollo. Los ponentes, elegidos por su pasión y compromiso con la vida en la comarca, expusieron los desafíos y las recompensas de emprender en un entorno que ofrece una calidad de vida inigualable, también exige creatividad y perseverancia.
Irene Atienza y Yoel Molina, almas creativas de Casa Palma, hablaron sobre su viaje desde la ciudad a sus raíces, Cabuérniga y Valderredible, culminando en la creación de un estudio de música rural. Inspirados por el folclore y la tradición oral, su música resuena en plataformas digitales y escenarios de toda España y su proyecto busca «atraer a la gente no solo para descansar, sino para crear y producir», transformando los pueblos en vibrantes centros de actividad cultural.
Aurora de la Iglesia y Alain Auradon, de Aurora Locutora, encontraron en el mundo rural un refugio y una oportunidad. Tras abandonar Madrid en busca de una mejor calidad de vida, han creado un exitoso estudio de locución que les permite trabajar a nivel global sin renunciar a sus raíces, demostrando que la tecnología puede derribar barreras geográficas. Su compromiso con la comunidad se refleja en proyectos como «Voces al otro lado del argayo», un podcast que da voz a los habitantes de la comarca.
Sergio Blanco e Irene Echevarría, a través de Crossfit La Montaña, han llevado el entrenamiento de fuerza a Cabezón de la Sal, creando un espacio donde personas de todas las edades pueden mejorar su salud física y emocional. Su enfoque cercano y personalizado ha logrado construir una comunidad sólida y comprometida con el bienestar.
Álvaro Iglesias y Alejandra Saiz revelaron cómo su estudio de tatuaje, King cat Tattoo, se ha convertido en un punto de referencia en la comarca. Con una lista de espera de un año, Álvaro ha sabido combinar su talento como ilustrador para grandes compañías como Disney o Marvel con su pasión por el tatuaje, ofreciendo un servicio único y personalizado que atrae a clientes de toda la región.
Álvaro ayudó a Alejandra cuando ella decidió abrir su clínica veterinaria, La Sel, de la misma manera que ella lo había apoyado a él en los inicios de su estudio de tatuaje. Ambos mostraron una dinámica de apoyo mutuo en la pareja y en sus proyectos emprendedores.
¿Es posible construir un futuro en los pueblos?
En medio de un debate enriquecedor, los emprendedores reclamaron a las administraciones que no se tomen medidas urgentes para regular el mercado inmobiliario, promover un turismo responsable y apostar por la diversificación económica.
«Es fundamental que cuidemos nuestro territorio, apostemos por nuestros jóvenes y garanticemos que puedan tener las mismas oportunidades que en las ciudades», concluyó la periodista Samira Hidalgo, cerrando un encuentro que dejó claro que el futuro del mundo rural pasa por un compromiso firme con la sostenibilidad, la justicia social y el arraigo al territorio.
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