Pinceladas sobre la política territorial rural 2014-2020
Contenido principal
20 de febrero de 2014 Fuente: ruralsiglo21
Hoy nos centraremos en las posibilidades de las políticas de carácter territorial.
Artículo de Francisco Martínez Arroyo, publicado originalmente en su blog ruralsiglo21
La celebración, la semana pasada, del IV Congreso Nacional de Desarrollo Rural, en pleno proceso de programación de las políticas rurales en España, ha mantenido vivo el debate sobre el reparto de fondos, las necesidades del medio rural y la importancia de la PAC, tanto del primer como del segundo pilar.
Ese mismo interés se ha puesto de manifiesto también en la respuesta a las dos últimas entradas de este blog, lo que unido a algunos debates que se están produciendo al respecto también en otros espacios como http://lacriba.net/por-que-espana-ha-transferido-fondos-entre-los-dos-pilares-de-la-pac, hace interesante hacer una reflexión sobre la programación 2014-2020, más allá del reparto de los fondos.
Hoy nos centraremos en las posibilidades de las políticas de carácter territorial.
En primer lugar, hay que poner encima de la mesa que la propuesta de la Comisión, y lo que definitivamente se ha plasmado en los Reglamentos (principalmente en el Reglamento (UE) 1303/2013, de disposiciones comunes a los fondos estructurales, el FEADER y el Fondo de Cohesión y en el Reglamento (UE) 1305/2013, de desarrollo rural) es, desde una perspectiva territorial, ambicioso, y mejor de lo que había hasta ahora.
(Los Reglamentos pueden consultarse aquí)
Así, en el Reglamento (EU) 1303/2013, aparece una nueva figura, el denominado Marco Común Estratégico de los citados fondos, que ha de establecer los mecanismos que garanticen la contribución de cada fondo a la Estrategia 2020, y medidas para promover un uso integrado y coordinado de los mismos para hacer frente a los retos territoriales.
Por otro lado, el acuerdo de asociación que deben presentar los Estados Miembros ha de trasladar las prioridades del Marco Común Estratégico a nivel nacional. Debe elaborarse “en colaboración” con las “autoridades locales y otras autoridades públicas competentes, los interlocutores económicos y sociales y los organismos pertinentes que representen a la sociedad civil….”. Debe incluir “un enfoque integrado del desarrollo territorial y dar coherencia a la programación de todos los fondos.
Como tercer elemento para la reflexión, el Reglamento (UE) 1303/2013 introduce el “desarrollo local participativo”, del que hemos hablado en ocasiones anteriores en este blog, ampliando el papel de los grupos de acción local -con lo que podemos denominar “metodología LEADER”- a todos los fondos y todos los territorios -incluidos los urbanos-.
Finalmente, y por centrarnos solamente en los conceptos novedosos más relevantes, el de “inversión territorial integrada” permite la utilización de varios fondos en una estrategia territorial determinada.
Se trata, sin duda, de cuatro conceptos importantes, que ponen de manifiesto el peso que, a nivel comunitario, se da en el período 2014-2020 al enfoque territorial en las políticas de desarrollo, y a que sean los propios actores -y habitantes- del territorio, los que tomen las decisiones sobre las iniciativas y proyectos a emprender.
Así pues, no podemos decir aquello de que la programación para el nuevo período es una continuación de la anterior, o que no hay prácticamente cambios. Sí los hay, y de calado.
Ahora, en cada Estado Miembro, es momento de hacer uso de estos instrumentos, aplicarlos y exprimirlos al máximo, para poner en marcha acciones de desarrollo territorial, en las que se integren de forma coordinada todos los fondos que incidan en un determinado territorio, entre ellos, el FEADER. Es pues, momento de ser ambiciosos.
En España se está elaborando el acuerdo de asociación, se entiende que en colaboración con las partes interesadas, entre ellas las organizaciones agrarias, redes de desarrollo rural y organizaciones ecologistas. No sólo porque tienen mucho que decir, si no, porque su participación activa es obligatoria.
Y es en este acuerdo, donde debe reflejarse el reparto indicativo de los fondos entre programas, la complementariedad de fondos en su aplicación, dónde -en que programas y en que fondos- se va a aplicar el desarrollo local participativo -o desarrollo local a cargo de comunidades locales-, además de en el FEADER, en el que, como ya hemos comentado en este blog, es obligatorio que, al menos el 5% se gestione a través de los grupos LEADER- y dónde se van a hacer proyectos de inversión territorial integrada.
No es, ni mucho menos, un elemento de trámite, si no un documento obligatorio, muy exigente, y básico para que el conjunto de la programación sea coherente y los fondos se gestionen de forma eficiente. Afectará a los programas de desarrollo rural, al FEADER, y a los grupos LEADER, que podrían, en aplicación del concepto de desarrollo local participativo, gestionar más fondos, de manera integrada, en un mismo territorio -lo que se denomina gestión plurifondo-.
En definitiva, se trata de “cambiar el chip”, y lograr la coherencia y complementariedad de fondos en todos los programas, siguiendo un enfoque, menos sectorial y más territorial.
Por lo pronto, a nivel nacional se echa en falta más información del proceso de elaboración del Acuerdo, que debe estar ya muy avanzado. En realidad la información en la web del Ministerio de Hacienda casi brilla por su ausencia y se limita a un par de documentos muy elementales en forma de declaración de intenciones, en los que, por cierto, el FEADER y el desarrollo rural, pasan, casi desapercibidos.
Nada que ver con lo que ha sucedido en Francia, donde se ha abierto un proceso de participación transparente, con jornadas, seminarios, debates y conclusiones, todo ello disponible en una web específica, incluida la información de que Francia ya ha presentado su acuerdo de asociación (el 31 de diciembre pasado).
Volviendo de nuevo a España, en lo que respecta al desarrollo rural – o desarrollo territorial rural, podríamos decir-, algunos colectivos se están movilizando y aportando ideas muy interesantes, por novedosas y, en cierta forma, ilusionantes.
Traemos a este blog la propuesta, en forma de decálogo (http://www.ivifa.es/es/index.asp) de la Fundació Institut Valencià d’Investigació i Formació Agroambiental (IVIFA) que ha puesto encima de la mesa la necesidad de incorporar la gobernanza territorial, recuperar el enfoque en el que son los habitantes del medio rural los artífices de su desarrollo, superar la inercia en la toma de decisiones políticas y mejorar la transparencia en la toma de decisiones, entre otras propuestas, trabajadas en diferentes foros y consensuadas con una parte, si no toda, del espectro rural y agrario, valenciano. Toda una declaración de intenciones que, ojalá, sea considerada por la administración autonómica.
Estamos todavía a tiempo, en toda España, de que el desarrollo rural sea, de verdad, innovador y territorial.
No desaprovechemos la oportunidad…
Fin del contenido principal