Ordeñar, cultivar, hacer pan o mermelada el agroturismo acerca el mundo rural al urbanita
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22 de enero de 2015 Fuente: EFEAgro
Son muchas las opciones que ofrece el agroturismo, cada vez más elegido por las familias urbanas como fórmula de ocio y viajes.
- Aprender la elaboración del reconocido queso Idiázabal, hacer mermelada con los productos de la huerta, elaborar pan en un horno de leña, recolectar el huerto o recoger los huevos de las gallinas camperas...
Son muchas las opciones que ofrece el agroturismo, cada vez más elegido por las familias urbanas como fórmula de ocio y viajes.
Desde los portales especializadas en turismo rural - como Toprural, Escapadrural.com y Clubrural- hablan de establecimientos, diseminados por todo el territorio, y dirigidos a viajeros, muchos con niños, que buscan a través de esa experiencia conocer las tareas propias del trabajo en la agricultura y la ganadería.
En Casa Alustiza, ubicada en el municipio de Villabona (Guipúzcoa), los clientes pueden combinar su estancia con el aprendizaje de la elaboración del famoso queso Idiazábal, además de degustar y adquirir otros productos típicos de la zona como la sidra o el vino txacolí.
En la provincia de Lugo se encuentra el Ecoagroturismo Arqueixal, con jornadas organizadas en el campo para familias durante las que se transmiten los secretos de la producción quesera ecológica, además del cuidado de los animales.
En Guadalajara, la Casa de Andrea es un negocio de turismo rural cuyo objetivo es que padres y niños se acerquen a la agricultura y ganadería, y los huéspedes pueden recoger huevos, dar de comer a los conejos e, incluso, si se atreven, ordeñar.
También en esta línea, los clientes de Casa Jesusa (Asturias) pueden conocer de primera mano las diferencias entre el ordeño tradicional y actual el programa "Ganadero por un día".
Acercarse a la agricultura y ganadería
Con comodidades y servicios de relax como un jacuzzi, pero con la idea de que los usuarios puedan disfrutar el campo al máximo, en la casa rural Art Rustic, en Castelló, los viajeros pueden dedicarse su tiempo libre a hacer queso, requesón, cuajada y, si lo desean,ordeñar y pastorear el rebaño de la explotación.
Los turistas con buena mano para la gastronomía pueden animarse a cocinar el alimento básico, el pan, en horno de leña; como, por ejemplo, en el complejo rural Calar de la Sima (Albacete), donde también les enseñarán a preparar otros dulces como las tortas de manteca.
Para los más golosos o atrevidos, en una casa de labranza del siglo XIX se ubica la Casa Basaula (Navarra); allí sus propietarios enseñan a los hospedados a elaborar productos tan dispares como el carbón, las mermeladas o licores caseros.
El agroturismo se diversifica
El mundo del caballo lleva cada día más viajeros al mundo rural, y en el caso de Bascara (Girona) alberga una granja ecuestre desde la que se organizan rutas, una opción de ocio que también oferta la Posada Real Faenas Camperas en Sando (Salamanca), que además hace visita en 4 x 4 a explotaciones de toro de lidia.
Pensado para valientes, curiosos y urbanitas que desconocen el trabajo el campo, el agroturismo se diversifica para que los clientes entiendan todas las tareas que se realizan en el campo para producir los alimentos que llegan a las mesas.
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