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Miguel Padilla, secretario general de COAG: «Un medio rural con agricultores y ganaderos: garantía de futuro para España y Europa»

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LEADER

26 de noviembre de 2025 Fuente: REDR

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El medio rural necesita una nueva narrativa y una nueva política. Una que entienda que el desarrollo rural no es un complemento de las políticas urbanas, sino una condición imprescindible para la cohesión social, económica y territorial del país.

🖊️ Artículo de opinión de Miguel Padilla Campoy, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

La Red Española de Desarrollo Rural (REDR) comenzó su andadura con un propósito tan sencillo como ambicioso: contribuir a que los territorios rurales de nuestro país fueran espacios vivos, con oportunidades reales para quienes deciden vivir y trabajar en ellos. Treinta años más tarde, esa aspiración sigue más vigente que nunca, porque los desafíos que enfrenta el medio rural —despoblación, abandono institucional, concentración de poder en la cadena agroalimentaria, cambios climáticos, tecnológicos y culturales— siguen siendo profundos y estructurales.

Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), compartimos ese compromiso de fondo. Llevamos décadas defendiendo un modelo social y profesional de agricultura, basado en explotaciones familiares gestionadas directamente por sus titulares. No hablamos de un modelo nostálgico o idealizado, sino de un sistema productivo eficiente, sostenible, generador de empleo y arraigo en el territorio. Un modelo que no se deslocaliza, que contribuye a la seguridad alimentaria, que ordena el paisaje, cuida la biodiversidad y vertebra la vida en el medio rural.

Hoy, en pleno siglo XXI, hablar de medio rural es hablar de los grandes desafíos del presente y del futuro de Europa. La transición ecológica, la lucha contra el cambio climático, la soberanía alimentaria, la independencia energética y la digitalización pasan, irremediablemente, por lo que ocurra en nuestros pueblos. Por eso, defender el medio rural no es un asunto sectorial ni romántico. Es una cuestión estratégica. O apostamos por un medio rural con futuro, o asumimos que muchos de nuestros retos quedarán sin resolver.

En este contexto, el programa LEADER, impulsado por la REDR, ha sido y sigue siendo una herramienta clave. Porque ha demostrado que cuando se confía en el territorio, los resultados llegan. LEADER no impone modelos desde arriba, sino que construye soluciones desde abajo, con participación, conocimiento local, cooperación y mirada a largo plazo. Ha sabido sembrar tejido social, diversificación económica, innovación y esperanza en muchos rincones que, de otro modo, se habrían visto condenados a desaparecer en silencio.

Sin embargo, necesitamos mucho más. Las políticas públicas deben estar a la altura de los desafíos. No es aceptable que, a día de hoy, vivir en un pueblo suponga tener menos acceso a servicios esenciales, conectividad deficiente, peores infraestructuras y falta de apoyo a la actividad productiva. Apostar por el medio rural requiere una acción decidida y sostenida por parte de todas las administraciones, desde Europa hasta el municipio más pequeño.

Un ámbito especialmente crítico es el de la transformación digital. Nos encontramos ante una nueva revolución productiva en la que las tecnologías, los datos y la inteligencia artificial están llamados a transformar profundamente el sector agroalimentario. En COAG no tememos al cambio, pero sí a que ese cambio se imponga desde fuera, sin contar con quienes realmente están en el territorio. La digitalización debe ser una herramienta al servicio de las explotaciones agrarias, no un caballo de Troya para expulsarlas. Apostamos por la explotación “agrodigital”, conectada, capacitada, cooperativa y soberana sobre sus propios datos y decisiones. Solo así podremos convertir la innovación en oportunidad y no en amenaza.

Pero la tecnología no es suficiente. También necesitamos precios justos, mercados regulados, cadenas agroalimentarias equilibradas. Hoy, demasiados agricultores y ganaderos trabajan por debajo de sus costes de producción, mientras otros actores de la cadena imponen condiciones abusivas. No puede haber desarrollo rural sin dignidad económica para quienes lo sostienen. La PAC debe abandonar su visión burocrática y orientarse a garantizar rentas dignas, condiciones de vida justas y herramientas reales para afrontar los nuevos retos.

En definitiva, el medio rural necesita una nueva narrativa y una nueva política. Una que entienda que el desarrollo rural no es un complemento de las políticas urbanas, sino una condición imprescindible para la cohesión social, económica y territorial del país. Una que ponga en el centro a las personas que viven y trabajan en el campo. Que escuche, que respete y que apueste con convicción por el modelo de agricultura que sostiene a nuestras comunidades.

Celebrar los 30 años de REDR es también renovar el compromiso con un medio rural con futuro. Desde COAG, lo hacemos con una convicción clara: sin agricultores ni ganaderos, no hay medio rural. Y sin medio rural, no hay futuro para España ni para Europa.

Este artículo forma parte de una serie de publicaciones en las que responsables de diferentes instituciones, entidades, empresas privadas... elaboran un artículo de opinión en el que valoran estos últimos 30 años de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR). Cada semana, publicaremos un nuevo artículo. Puedes consultar aquí todos los artículos publicados.

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