Los jóvenes en edad de trabajar 'huyen' de las ciudades medianas de España
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09 de diciembre de 2024 Fuente: 20 minutos

Un 35% de las ciudades de entre 50.000 y 300.000 habitantes disminuyeron su población en un 0,45% anual en la década entre 2010 y 2020, también en términos de población en edad laboral donde la cifrá cayó un 1% de media.
Artículo de Samuel Portillo, publicado en 20 minutos.
De las 137 ciudades en España que cuentan con una población comprendida entre los 50.000 y los 137.000 habitantes un total de 49 han perdido población entre los años 2011 y 2020. Una cifra que aumenta en relevancia cuando se compara con la década anterior, cuando las localidades en las que el número de habitantes descendió tan solo fueron diez. A esta comparativa se suma un último factor, en todas las urbes donde el censo disminuyó también lo hizo la población potencialmente activa aún en mayor porcentaje. Son cifras del Informe España 2024 elaborado por la Cátedra José María Martín Patino de la Universidad Pontificia de Comillas, el cual señala un factor relevante que diferencia ambos periodos temporales: la crisis de 2008.
La despoblación es un proceso apreciable a simple vista en España que tiene su origen varias décadas atrás. Entre las décadas de 1960 y 1970 cientos de miles de mujeres y hombres de las zonas rurales migraron hacia las principales urbes buscando una vida digna y puesto de trabajo que la mecanización del campo ya no ofrecía. Pero tras este fenómeno masivo esta tendencia no ha cesado, en un 63% de los municipios de España descendió el número de habitantes entre el 2000 y el 2020), se ha extendido incluso a muchas de las capitales de provincia y ciudades medianas, que pierden población en favor de las grandes urbes.
Luis Alfonso Escudero-Gómez, Juan Antonio García-González y José María Martínez-Navarro pretenden incidir en cómo se está produciendo este fenómeno en la actualidad a través de un capítulo dedicado específicamente al asunto en el Informe España 2024. A la hora de abordarlo analizan factores no solo de carácter demográfico sino también económico o social que están detrás del fenómeno de despoblación. No obstante, está claro que es el plano demográfico el que condiciona las bases del supuesto, los datos revelan que de las 137 ciudades en España consideradas como 'medianas', aquellas que cuentan con una población comprendida entre los 50.000 y los 137.000 habitantes, un total de 49 han perdido población entre los años 2011 y 2020. La crisis del 2008 supuso un punto de inflexión para el crecimiento de estas ciudades, ya que en la década anterior solo diez municipios de los analizados descendieron en número de habitantes. Con casos muy notorios de paralización como el Talavera de la Reina.
Pese a que todas estas ciudades medianas en declive están repartidas en todo el territorio del Estado, el estudio obtiene dos conclusiones principales: existen determinadas regiones que tiene un grave problema de despoblación puesto que todas sus ciudades están decreciendo, es el caso de Castilla y León, Cantabria y Asturias. Además, las ciudades más alejadas de los grandes núcleos de población son las que más decrecen, debido a una menor dotación de servicios e infraestructuras y una actividad económica inferior. Así se ve como las urbes más afectadas se sitúan en noroeste de la península, mal conectadas con algún núcleo urbano de gran tamaño. Se produce a su vez en más del 60% de las ciudades un fenómeno de suburbanización, cuando los residentes se trasladan de los núcleos urbanos a municipios periféricos en busca de precios más bajos y mejores condiciones de vida.
Las cifras
Este decrecimiento tiene un reflejo en cifras, especialmente en dos fenómenos complementarios; un descenso de la población menor de 16 años en el 93,9% de los casos y un aumento de los mayores de 65 en todos salvo dos, esto último a una media anual bastante elevada del 2,02%. Además, en todas las ciudades medianas analizadas cae la natalidad, a una media del 3,95 anual.
Los adultos jóvenes son el capital perdido
No obstante, el informe concluye que la explicación más fundada al vaciamiento de las ciudades medianas es el descenso de la población potencialmente activa. En España se está produciendo un "fenómeno de emigración de adultos jóvenes" desde las ciudades medianas hacia las grandes áreas metropolitanas como las zonas turísticas, Baleares y Madrid. Todos los casos analizados, especialmente los que son de capitales de provincia, experimentaron una migración neta negativa de adultos jóvenes que está acelerando los procesos de caída de población. Capitales de provincia como Valladolid (-1,45%) o León (-1,48%) sufrieron graves caídas aunque menores que las de otros municipios como Ferrol (-1,87%) o Coslada (-2,94%), en otros las bajadas fueron más suaves como Vigo (-0,70) o Jaén (-0,62), mientras que la media general fue del -1%, siempre por encima del ritmo general de descenso de habitantes.
Para tratar de medir la variable económica, se recopilaron los datos del número de empresas, agrupándolas en tres sectores: la industria, la construcción y el terciario. Las cifras reflejan que el total de empresas industriales y de construcción bajó en la gran mayoría de ciudades que pierden población, caída que se vio, sin embargo, compensada en muchos municipios por el alza del sector de servicios en un proceso de terciarización general.
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