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Los Grupos de Acción Local del occidente de Asturias apuestan por apoyar la actividad primaria y la industria transformadora con los nuevos fondos de desarrollo rural

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Desarrollo Rural

21 de octubre de 2015 Fuente: READER

El desarrollo del sector primario es el pilar de estas estrategias de desarrollo, sometidas a información pública hasta final de mes.

De Somiedo a Santa Eulalia de Oscos, de Ibias a Valdés, todos los concejos del Occidente adolecen de los mismos problemas. Encabezan la lista la despoblación, el envejecimiento y la dispersión, características demográficas que determinan el modelo socioeconómico de la comarca. Romper esa tendencia y construir un nuevo modelo de crecimiento obliga a identificar necesidades y oportunidades para concentrar los esfuerzos.

A ello se han dedicado en las últimas semana las decenas de personas que, mediante cuestionarios o en grupos de trabajo sectoriales, han colaborado con los grupos de acción local de Oscos-Eo, Navia-Porcía, Ese-Entrecabos, Camín Real de la Mesa y Alto Narcea-Muniellos para decidir a qué se destinarán los fondos europeos de desarrollo rural del periodo 2014-2020. Además de compartir problemas -entre los que destacan también las malas infraestructuras terrestres y de comunicación y la disminución de servicios públicos-, las cinco comarcas tienen en común valores como los recursos naturales y el paisaje, el patrimonio cultural y etnográfico o la elevada calidad de sus producciones agropecuarias. Por esto, no es raro que apuesten por una misma fórmula para impulsar la economía y avanzar hacia el repunte poblacional.

El desarrollo del sector primario es el pilar de estas estrategias de desarrollo, sometidas a información pública hasta final de mes. Las mejor posicionadas son las explotaciones de vacuno, tanto de carne como de leche, pero no se renuncia a su modernización y mejora -ya sea incorporando nuevas tecnologías o creando servicios como las sustituciones- ni a su diversificación, con la expansión del ganado menor. En esto incide el Alto Narcea-Muniellos, que aspira a manejar 7,8 millones de euros.

También se alude a la necesaria revisión de la estructura territorial de las ganaderías, una demanda que, en todas las comarcas, aparece ligada al sector forestal. Y es que todos los territorios coinciden al señalar que las actividades vinculadas a la explotación de los montes son una fuente desaprovechada de riqueza y empleo.

Relevancia del Camín Real

Como ejemplo, la estrategia de Oscos-Eo, que recoge que «un 60% del territorio hace posible el desarrollo de este sector». Y en la del Camín Real de la Mesa se señala que «el potencial de creación de empleo del sector forestal es particularmente relevante para los procesos de fijación de población y para la atracción de nuevos residentes».

Pero la explotación de los montes -sea mediante plantaciones madereras, biomasa o aprovechamientos como las castañas o las setas- requiere una ordenación de los territorios, clarificar las propiedades, poner a disposición de los emprendedores montes comunales y llevar a cabo concentraciones parcelarias, así como construir infraestructuras de acceso o zonas de acopio de mercancías, actuaciones que, según los vecinos, técnicos y representantes públicos que han participado en la elaboración de las estrategias podrían ser susceptibles de fondos europeos.

La actividad en el monte iría pareja a la creación de empresas de transformación, una carencia que afecta también al sector agroalimentario. Por eso, el documento del Valle del Ese-Entrecabos, que prevé actuaciones por valor de 10 millones de euros, refleja: «El apoyo a empresas como queserías, chacineras, plantas de envasado de miel y derivados, instalaciones de clasificación y tratamiento hortofrutícolas o de hongos en la vía agroalimentaria, como aserraderos, carpinterías, ebanisterías, industria del mueble o de la biomasa en la forestal, son los puntos hacia los que dirigir y fomentar las inversiones».

En el Camín Real de la Mesa, con territorios bañados por los ríos Pigüeña, Nalón y Narcea, también apuestan por la producción agraria, hasta el punto de considerar que «esta comarca podría alcanzar una identidad de distrito agrario diferenciado si se logra la sinergia entre la calidad de los productos hortofrutícolas tradicionales, el empleo de técnicas ambientalmente más respetuosas y una estrategia transformadora y comercial adecuada».

Sector turístico

En cuanto al turismo, el sector que concentró la mayor parte de las ayudas en el periodo anterior, las cinco comarcas aprecian escasez de empresas de turismo activo o de experiencias. Por eso, comarcas como Navia-Porcía, que estima inversiones valoradas en 17,9 millones de euros, apuestan por iniciativas que aprovechen los recursos naturales y culturales y las actividades económicas de la zona (agroturismo). Se posibilitará así la desestacionalización de las visitas, un problema común a todos los territorios, como la escasa profesionalización y la demanda de una mejor señalización y conservación de equipamientos y elementos patrimoniales.

La búsqueda de marcas de calidad y una mayor promoción del turismo y los productos alimentarios, el impulso a los canales cortos de comercialización, la extensión de la banda ancha y la incorporación de sistemas de eficiencia energética y una mayor oferta de formación no reglada son algunas de las actividades que también podrán optar a subvenciones que, de nuevo, tendrán en cuenta la condición de los jóvenes y el carácter innovador de la empresa, sobre todo, si suple carencias de servicios que mejoran la calidad de vida en los pueblos.

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