25N: Las mujeres del medio rural reclaman más servicios de apoyo contra la violencia machista
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25 de noviembre de 2025 Fuente: Efeagro
España registró 48 víctimas mortales por violencia machista en 2024 y otras 38 en lo que va de 2025; de estas, 19 y 12, respectivamente, vivían en municipios de menos de 20.000 habitantes, en un entorno donde las organizaciones de mujeres reclaman más servicios de apoyo ante lo que coinciden en denominar una "lacra", que es más difícil de combatir en el campo.
Artículo publicado en Efeagro.
Las asociaciones de mujeres rurales han alzado su voz con manifiestos de apoyo a la lucha contra los crímenes machistas en conmemoración del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer que se celebra todos los años el 25 de noviembre.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la inauguración este lunes de la exposición fotográfica "La mujer en el campo: del blanco y negro al color", ha recordado que aún "queda mucho por hacer" en el ámbito de la igualdad en el medio rural, pese al impulso de políticas como la titularidad compartida de explotaciones.
"A pesar de haber dado un salto en los últimos años bastante importante, existe aún una brecha salarial y social y debemos responder a esa situación", ha afirmado.
Estas brechas y, sobre todo, la dependencia económica de la pareja y las largas distancias que a veces han de recorrer para conseguir apoyos, son algunas de las causas que hacen que la mujer rural esconda en muchos casos situaciones de violencia machista durante largos periodos de tiempo.
El doble de tiempo en salir de la espiral de violencia
La presidenta de Fademur, Teresa López, ha recordado que en 2020 su organización presentó su primer estudio sobre mujeres víctimas de violencia de género que dejaba claro algunos datos "escalofriantes", como que las mujeres en el mundo rural tardan una media de 20 años en salir de la espiral de violencia y romper con sus maltratadores, el doble que en las zonas urbanas.
La violencia machista "es una realidad con la que lamentablemente el conjunto de nuestra sociedad convive, y hay que poner todas las herramientas de trabajo para que esta lacra desaparezca de nuestro país", ha asegurado el secretario general de la asociación agraria UPA, Cristobal Cano.
"La violencia contra las mujeres no entiende de edades ni fronteras y en el medio rural adquiere formas más invisibles", ha lamentado la presidenta de Afammer, Carmen Quintanilla, quien ha explicado que en "en el medio rural todo el mundo se conoce y pesa demasiado el qué dirán y el miedo a ser señaladas".
Según sus datos, en los municipios de menos de 2.000 habitantes, solo el 66,9 % de las víctimas verbaliza o denuncia su situación, frente al 83,3 % en las grandes ciudades.
La presidenta de Femur, Juana Borrego, por su parte, ha denunciado que en el medio rural "las situaciones se agravan por la falta de recursos específicos, la dispersión geográfica y la mayor dificultad de la mujeres a la hora de acceder a los servicios de emergencia".
Para Borrego, "la violencia contra las mujeres permanece en el mundo rural", en gran medida, por que "no se atreven a denunciar o porque no identifican que hay una situación violenta en su vida, y se callan y viven en silencio", por lo que ha reivindicado más "recursos y oportunidades de protección" para ellas.
"Desde Femur hemos resuelto muchos casos tras llevarlos a la Guardia Civil, pero pedimos más rapidez en su resolución, que a veces se eternizan si vas al juzgado", ha agregado.
Como ejemplo, ha apuntado que en la "campaña de voluntariado" que ha emprendido esta organización para apoyar a las mujeres contra el maltrato ha conocido estos días testimonios de algunas "que no dan el paso de decir que se han divorciado porque tienen miedo a que el maltratador les haga algo después de denunciarle".
La técnica de Ceres y de COAG Mari Paz Martín ha abogado por atajar la violencia de género en el mundo rural desde una "perspectiva transversal", ya que, además de la "física", se produce la "digital, cultural, institucional, económica, vicaria y sexual"; esta organización ha hecho un llamamiento para que las explotaciones agrarias, además, implanten el protocolo obligatorio de acoso laboral.
Y desde Asaja Mujeres, su presidenta, Blanca Corroto, ha apostado por "seguir trabajando" para que "esta lacra vaya desapareciendo" mientras que la presidenta de Amfar, Lola Merino, ha hablado de que las cifras de víctimas revelan "un fracaso del sistema de protección".
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