La Red Cántabra Rural organiza visitas para contemplar el ritual de la berrea
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09 de octubre de 2009 Fuente: El Diario Montañés
El bramido de los ciervos en celo atrae a centenares de amantes de la naturaleza.
Los claveros de los bosques se llenan con sonidos excitados. Los machos de ciervo elevan sus corvas, bramando a los cuatro vientos. Luego, comenzarán las peleas por hacerse con un harén de hembras a quien transmitir los genes para generaciones venideras. La Red Cántabra de Desarrollo Rural organiza por primera vez, y a tenor los resultados con un gran éxito, rutas gratuítas de la berrea para grupos reducidos. Mientras en el Parque Natural Saja-Besaya finalizaron el pasado día 4, en Liébana se mantienen para grupos reducidos hasta este fin de semana. Hay que ponerse en contacto con el servicio de guías (608/849362). Hoy sábado, el cupo está prácticamente cerrado con la inscripción de trecer personas. El punto de encuentro es en el pueblo de Lamedo, en , a las 17.00 horas. Se ascenderá al Portillo de Brañes. El regreso está programado a las 22.30 horas. Mañana, domingo, se ascenderá en coche a las 18.30 horas desde Vega de Liébana por el puerto de San Glorio, cuya cima está situada a a 1.609 metros de altitud. La vuelta está programada a las 22.30 horas. La media de visitantes por berrea ha sido entre 12 y 15 turistas sin límite de edad.
Las personas que se trasladan al monte a presenciar este ritual faunístico llevan ropa discreta, de campo, y rinden culto al silencio. ¿Su objetivo? Escuchar un bramido. O lo que es lo mismo: el 'quejío' de los altivos ciervos machos a quienes el celo aprieta las carnes, ya febriles y dispuestas al feliz apareamiento que hará posible los partos en los meses de mayo y junio. Ocho meses de gestación. Al amanecer y en los atardeceres, los ciervos machos luchan entre ellos para ganarse el favor de las hembras, los grandes machos corretean nerviosos desafiando al resto de machos de la manada. El estremecedor sonido de los berridos de los machos unido al violento choque de sus cornamentas, hacen de este ritual de apareamiento de los ciervos uno de los momentos más espectaculares en la naturaleza. En esta época, los ciervos machos lucen sus mejores cornamentas.
Además, si no se llega a tiempo a la berrea, se puede disfrutar de otro acontecimiento de gran tradición en la comarca y que tiene lugar el último domingo de octubre, la Feria y Concurso Exposición Monográfica Regional de Ganado Vacuno de Raza Tudanca en Ruente. Una de las ferias ganaderas más tradicionales y más populares de la región. Esta feria se celebra cuando el tupido bosque de la reserva se envuelve en tonos rojos y ocres, ofreciendo una visión casi mágica del paisaje.
BÁRCENA MAYOR. El comienzo del otoño es una de las mejores épocas para visitar el Parque Natural Saja-Besaya y alguno de los pueblos que están integrados dentro de este paraíso natural. Uno de los pueblos más emblemáticos de la comarca es Bárcena Mayor, ennclavado en pleno corazón de la Reserva y desde donde se oye con nitidez la berrea. A él se accede por la carretera que atraviesa el valle de Cabuérniga o bien desde la zona de Campoo a través del puerto de Palombera. Bárcena Mayor se encuentra a orillas del río Argoza, que lo atraviesa y el que es posible cruzar a través de un antiguo puente de piedra.
La aldea conserva aún el ambiente típico de su remoto origen, que algunos datan en el siglo IX. Situado entre montañas y en zona de tránsito entre el valle y la meseta, todavía quedan restos de la antigua calzada romana, aunque los primeros datos históricos se remontan a la Edad Media. El peculiar conjunto arquitectónico de Bárcena Mayor es muy concentrado y denso y tiene una estructura rectangular.
El pueblo está atravesado por dos calles principales de este a oeste y varias callejas perpendiculares; dentro del conjunto hay varias plazas y en una de ellas un antiguo lavadero, donde hasta no hace muchos años aún se podía ver a las mujeres de la aldea con las grandes palanganas de zinc llenas de ropa. La vivienda típica es la casa montañesa de piedra, mampostería y madera. Las fachadas se orientan al sur o al este, destacando algunos soportales con arcos de sillares y sobre todo la talla en madera con decoración en vigas, pilares, aleros.
La iglesia de Santa María es del siglo XVII y en ella destaca el retablo barroco decorativo del XVIII. A las afueras del pueblo, monte arriba, existe una pequeña ermita dedicada a la Virgen del Carmen. Bárcena Mayor está rodeada de un paraje natural único de bosques, pequeños ríos y praderías, que se pueden recorrer por las diversas sendas que salen desde el pueblo. En la época estival, es posible darse un chapuzón en alguno de los pozos del río Argoza, de frías y cristalinas aguas.
En los últimos días de septiembre, los venados de la Reserva inician su cortejo nupcial y se acercan a las partes más bajas de los montes, iniciando el ancestral rito de la berrea.
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