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La PAC: lo que ya está y lo que falta

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Desarrollo Rural

22 de enero de 2014 Fuente: ruralsigloXXI

En lo que respecta al primer pilar de la PAC, quizá lo más relevante que se ha cerrado sea la definición de agricultor activo y actividad agraria.

Artículo de opinión publicado por Francisco Martínez Arroyo en su blog, ruralsigloXXI.

Finalmente, hoy, 21 de enero de 2014, se ha reunido la Conferencia Sectorial, con la participación de Ministerio y Comunidades Autónomas, para cerrar algunas cuestiones clave de la aplicación de la PAC en España para 2014-2020.

Una vez conocidos los resultados de la misma, es momento de hacer un primer análisis que sea lo más clarificador posible, y ya tendremos oportunidad de profundizar más adelante.

Los habituales de este blog podrán recordar las cuestiones clave que necesitaban concreción a nivel español para la aplicación de la PAC en los próximos años. Pues bien, algunas se han cerrado hoy, y otras (algunas muy relevantes y sobre las que existía una gran expectación) han quedado pendientes para futuras ocasiones.

En lo que respecta al primer pilar de la PAC, quizá lo más relevante que se ha cerrado sea la definición de agricultor activo y actividad agraria. La cuestión no es baladí, pues para poder percibir los pagos directos (pago básico y resto del paquete de pagos desacoplados) habrá que cumplir con la definición de agricultor activo, y con la de actividad agraria.

Los potenciales beneficiarios, en España, serán prácticamente todos, pues las Administraciones hoy reunidas han decidido no ir más allá de la lista negativa de beneficiarios establecida en el Reglamento de pagos directos: aeropuertos, ferrocarriles, instalaciones recreativas, servicios inmobiliarios y poco más. Cualquiera, desde fuera, pensará que cómo van a cobrar ayudas de la PAC este tipo de empresas o entidades…, bueno, al menos esta vez, éstas no lo van a hacer.

Lo que ya se barruntaba, hoy se confirma, y se desaprovecha una oportunidad de oro para apostar por los verdaderos profesionales del sector, restringiendo más esta definición.

En cuanto al actividad agraria mínima para poder cobrar las ayudas, se avanza algo más y se excluye a todos aquellos que, cobrando ayudas, estas les supongan más del 80% de sus ingresos agrarios. De esta manera, es cierto que se “garantiza” algo más la actividad, pero no se excluye ningún beneficiario con ingresos procedentes de la agricultura (al margen del criterio del 80%), por pequeño que sea el porcentaje que estos representen sobre el total de los ingresos del particular o sociedad beneficiaria.

Finalmente, los que reciban menos de 1.250 euros de ayuda estarán excluidos de la obligación del 80% a la que hemos hecho referencia.

Por lo que respecta a la actividad agraria, habrá que acreditarla a través de declaraciones de cultivo o aprovechamiento, por actividades de mantenimiento del terreno, o a través de la inclusión en el REGA (en el caso de los pastos). El éxito final de todo esto, dependerá, en gran medida, del esfuerzo y la pericia controladores de la administración.

Otra cuestión cerrada es la relativa a las ayudas acopladas. Finalmente, se destinará a este fin, el 12,08% del límite máximo nacional, cuando, en el caso de España, se podría haber llegado al 15%. Los sectores incluidos son , principalmente los ganaderos, como ya se anticipó hace unos meses, destacando las vacas nodrizas con un 32% del total de pagos acoplados, y el ovino, con un 26% del total. En sectores agrícolas, se incluyen las proteaginosas, arroz, remolacha, frutos de cáscara y tomate para industria.

Una pena no haber aumentado los pagos acoplados hasta el 15%, para incluir, por ejemplo, el olivar en pendiente o el trigo duro, respondiendo a las demandas del sector.

La tercera cuestión clave del primer pilar, la concreción de la regionalización del pago básico, no se ha acordado. Se entiende que, o por que no se ha llegado a un acuerdo, o porque, según dice el Ministerio de Agricultura en su nota de prensa no conviene que se conozca hasta pasado el período de solicitud de ayudas de 2014, para evitar movimientos especulativos. Esta segunda posibilidad es difícil de explicar. Desde luego, no es fácil pasar de cultivos leñosos a cultivos herbáceos, ni de secano a regadío y viceversa.

Mas bien, parece el momento de explicar de la manera más transparente posible en que va a quedar todo esto (difícil de explicar, seguro, pero también muy difícil de entender) y como va a afectar a los agricultores y ganaderos, legitimados para tomar decisiones (no especulativas) para su explotación de cara a campañas futuras. La conclusión sobre esta materia de la Conferencia Sectorial es que las regiones se limitarán a entre 22 y 24 regiones.

Finalmente, en lo que respecta al segundo pilar de la PAC, y después de mucha incertidumbre (las Comunidades no han conocido hasta ahora la propuesta de distribución), sólo pierde una Comunidad, Andalucía, que, con unos criterios de reparto algo difusos, ve limitada su pérdida de fondos FEADER a un 10%. El resto de Comunidades Autónomas se mantiene o sube algo respecto al período anterior (siempre según los datos del Ministerio, a precios de 2011 en este reparto, y comparando con precios de 2005 en el reparto para 2007-2013, cuestión de la que hemos hablado profusamente en este blog), repartiéndose entre todas, y para todo el período, los 211 millones que pierde Andalucía.

En cuanto a la aportación de la Administración General del Estado (AGE) para cofinanciar los Programas de Desarrollo Rural, todavía no se conoce la cifra final, aunque sí que será de un 30% de los fondos nacionales (AGE y CCAA), necesarios para cofinanciar los fondos FEADER, calculados estos a los topes de cofinanaciación que permite el Reglamento de desarrollo rural.

De esto se deduce una primera conclusión, que podríamos apoyar en los siguientes argumentos: si los Programas aplican los topes de cofinanciación FEADER, si estos topes o tasas, de manera general, como está previsto en la normativa comunitaria, se elevan respecto a 2007-2013 para casi todas las regiones españolas, si la AGE aporta el 30% de los fondos nacionales (en 2007-2013, al inicio de la programación, y a precios de 2005, la AGE preveía aportar 3.162 millones de euros, el 35% del total de fondos nacionales -en un futuro post haremos un cálculo aproximado de cual será la cuantía de fondos AGE-), y las CCAA reducen drásticamente su aportación (teniendo en cuenta que la aportación de las CCAA alcanzaba en 2007-2013, a precios de 2005, los 5.784 millones de euros), habrá bastante menos dinero para la política de desarrollo rural.

Suficiente como primer análisis.

Habrá que seguir profundizando en las próximas semanas para que podamos decir aquello de que la PAC ya está aquí….y que sea para bien…

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