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El Marco Nacional, ¿elemento imprescindible?

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Desarrollo Rural

04 de julio de 2014 Fuente: ruralsiglo21 / Francisco Martínez Arroyo

 El desarrollo rural es tema preferente y, en este momento, el Marco Nacional está de plena actualidad.

Artículo de Francisco Martínez Arroyo, publicado originalmente en su blog, ruralsiglo21

Sirva el esperado Marco Nacional para reanudar las entradas en el blog ruralsiglo21. El desarrollo rural es tema preferente y, en este momento, el Marco Nacional está de plena actualidad.

Una vez cerrado el Acuerdo de asociación (recordemos, con poca o escasa participación de los agentes económicos y sociales del medio rural, y sin concreción sobre una cuestión capital como es la aplicación de varios fondos comunitarios a través de las comunidades locales o grupos LEADER; y con un importante retraso), le toca el turno ahora, al Marco Nacional, que ha sido, recientemente, enviado por el Ministerio de Agricultura a Bruselas.

El Marco Nacional, como en el período 2007-2013, incorpora una serie de elementos comunes a los programas de desarrollo rural de las Comunidades Autónomas y, en esta ocasión,  prevé un mecanismo de transferencia de fondos entre programas, en caso de riesgo de pérdida de fondos.

Hay que decir que las expectativas eran altas, pues el Marco debía servir para acotar algunas de las ineficiencias que se habían manifestado en el desarrollo de la programación 2007-2013. Sólo algunas se han visto, parcialmente, colmadas.

Entre los aspectos positivos destaca la posibilidad de transferir fondos entre programas, a la que ya se ha hecho referencia. No obstante, el mecanismo que se propone, necesariamente muy garantista para la Comunidad Autónoma “cedente” (la que está en riesgo de pérdida de fondos), es muy complejo y de difícil aplicación. Entre las dudas que se plantean está la de la cofinanciación del Ministerio de Agricultura (todavía, desconocida, aunque los cálculos a partir del compromiso del Ministerio de aportar el 30% de la cofinanciación nacional, calculada a los máximos porcentajes de aportación FEADER por programa, y que hemos analizado ya en este blog, anticipan una fuerte reducción) si se producen trasvases de fondos. Otra cuestión es que el Marco abre la posibilidad de que una vez cedido el dinero de una Comunidad Autónoma a otra, si la “cedente” recupera su capacidad de gasto y deja atrás el fantasma de pérdida de fondos, ésta, pueda recuperarlos, “devolviéndolos” la Comunidad, primeramente beneficiada (la que recibió los fondos “sobrantes”). Esto, lógicamente, creará una terrible inseguridad y dificultades en la planificación de los PDRs.

Una pena, por otra parte, que el Marco Nacional no pueda incluir referencias a la aplicación de otros fondos en el medio rural a través de los grupos LEADER, debido a la nula concreción del Acuerdo de Asociación. Confiemos en que en algunas Comunidades, en sus PDRs, se contemple esta posibilidad.

El otro objetivo prioritario del Marco, las disposiciones y elementos comunes a los Programas de Desarrollo Rural de las Comunidades Autónomas, salvando los aspectos forestales y los elementos c0munes de la metodología LEADER, es una enumeración de disposiciones del Reglamento que introduce pocos elementos comunes y sí, algunas sugerencias alas Comunidades Autónomas. Algunas cuestiones, como por ejemplo, la duración de los compromisos de la agricultura ecológica, o la aplicación (que debería ser obligatoria) de la medida para la conservación de la Red Natura 2000, se podrían haber fijado en el Marco Nacional.

En cuanto al LEADER, los elementos comunes sí suponen un avance, pues definen algunas cuestiones que se habían demostrado ineficientes. Aún así, otras quedan en el aire, como el gasto público mínimo por estrategias (aunque se invita a que sea de 3 millones de euros, lo que, suponiendo que se mantuvieran los 264 GAL actuales, supondría unos 792 millones de euros como mínimo), y otras, como los criterios para la selección de las estrategias, quedan supeditados a lo que establezcan los PDRs, que prevalecerán sobre los definidos en el Marco que, por lo tanto, podrán no respetarse. Estos criterios, además, al exigir en cada territorio la participación en la estrategia de la mayoría de los ayuntamientos del mismo, impiden, en la práctica, que en un mismo territorio se presenten dos estrategias, dejando sin gran utilidad los criterios de valoración.

Merece la pena mencionar la necesidad de que la decisión sea absolutamente transparente, para lo que la presentación pública de las estrategias debe ser, eso, pública y, en la medida de lo posible, los Comités de Selección deberían ser absolutamente independientes, primando los intereses territoriales sobre los de cualquier otro tipo.

Finalmente, sorprende la lista de miembros del Comité de Seguimiento con un número enorme de organizaciones que diluye el peso de las Organizaciones Agrarias, las Redes de Desarrollo Rural y las Organizaciones ecologistas,y que hará difícil el funcionamiento del Comité.

En cuanto a plazos, el Marco ya está en Bruselas y podemos esperar (siendo optimistas) que se apruebe para finales de año…. 

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