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¿De verdad defendemos la escuela rural?

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Desarrollo Rural

19 de diciembre de 2016 Fuente: AraInfo

Me considero un docente vocacional, por lo que la coletilla "maestro de pueblo" me enorgullece. 

Texto de opinión de Israel Rodríguez Laserrada, publicado originalmente en AraInfo.

Año tras año los maestros y maestras de Aragón, funcionarios interinos en la mayoría de los casos, vemos la posibilidad de trabajar en el medio rural. El medio rural nos ofrece unas desventajas en relación a la gran urbe es cierto, pero también nos proporciona libertad, responsabilidad, autonomía y una gran satisfacción por el trabajo bien hecho.

Me considero un docente vocacional, por lo que la coletilla "maestro de pueblo" me enorgullece. Ahora bien, nosotros al igual que un elevado porcentaje de la población aragonesa tenemos la residencia cerca de la capital. Así que, encontramos una gran dicotomía, mientras oímos e incluso leemos que desde la administración se comenta, se dice públicamente que se apuesta por la escuela rural, nosotros y nosotras encontramos algo que podíamos llamar un agravio comparativo en relación al resto de compañeros.

Llega septiembre y nos destinan al medio rural donde debemos asumir sus características, clases internivelares, familias que vuelven al pueblo por la crisis económica, pueblos en continuo retroceso, sector agrario predominante que ven con poco interés lo que el colegio les puede ofrecer a sus hijos e hijas, etc. Todo esto lo asumimos como un reto, somos docentes vocacionales  y al finalizar nuestro trabajo nos lo agradecen como no lo hacen en ningún otro lado. La gente del medio rural sabe agradecer, sabe valorar y así lo muestran. "En mis años no hacíamos tantas cosas en el colegio, ahora mismo volvería", me decía hace poco un señor ya entrado en años, y eso es muestra de que algo estamos haciendo bien.

Pero he aquí el agravio, con un mismo sueldo que en las capitales, Huesca, Zaragoza o  Teruel, debemos cubrir nuestras obligaciones; vivienda, vehículo, familia y nuestras circunstancias personales como todo hijo de vecino, y además una nueva vivienda en alquiler en el lugar de trabajo. En las cuales muchas veces encontramos pocas o incluso algunas más pero a precios abusivos, pero cuando la necesidad "aprieta" como se charra en mi pueblo, pues debemos sobrevivir.

¿Quieren apostar por la escuela rural? No pueden o no quieren complementar el sueldo del docente a través de que mínimo, el pago del desplazamiento desde nuestros hogares. Pues favorezcan la residencia, habiliten las casas del maestro junto a las administraciones locales, creen un alquiler a sus trabajadores, tomen medidas concretas, no "rebocen" los problemas de tal manera que el oyente no capte el mensaje. Den facilidades, tomen decisiones claras y sobre todo. ¿Porque no escuchan a sus trabajadores? Ellos y ellas tienen mucho que aportar.

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