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Cristina Pérez: «La participación juvenil sigue siendo más simbólica que efectiva»

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LEADER

30 de septiembre de 2025 Fuente: REDR

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Cristina Pérez es gerente del Grupo de Acción Local ADASUR, en Castilla-La Mancha, y una de las pocas jóvenes al frente de un GAL en España. Desde esta posición, defiende la necesidad urgente de abrir los espacios de decisión a la juventud rural de forma real y no solo simbólica. En esta entrevista, analiza las barreras estructurales que dificultan su implicación, propone fórmulas para revertirlas y reivindica una Alcarria Sur donde quedarse o regresar no sea una excepción, sino una opción digna.

  • Los jóvenes representan oficialmente un 9 % en los órganos de decisión del programa LEADER, sin embargo su presencia muchas veces no se traduce en capacidad real de influencia. Como joven y gerente de un Grupo de Acción Local, ¿has sentido en algún momento esa dificultad para hacerte oír? ¿Crees que la participación juvenil en estos espacios es real o más bien simbólica?

Mi experiencia demuestra que la juventud tiene mucho que aportar en los espacios de decisión, siempre que exista un entorno que valore la diversidad generacional. Desde mi posición como gerente, he podido participar activamente en la estrategia y en la gestión del GAL, con voz y capacidad real de acción. Sin embargo, soy consciente de que esto no siempre es lo habitual. En muchos casos, la participación juvenil sigue siendo más simbólica que efectiva. Para cambiar esa dinámica, es necesario que los jóvenes tengan no solo presencia, sino también responsabilidades reales, formación específica y el respaldo institucional necesario para influir en la toma de decisiones de manera significativa.

  • ¿Qué barreras encuentran hoy los jóvenes para implicarse en espacios de decisión como los GAL? ¿Y qué tipo de iniciativas crees que pueden servir para facilitar su participación?

Las principales barreras son la falta de información sobre qué son los GAL y cómo funcionan, la percepción de que esos espacios están ''reservados'' para personas mayores o con trayectorias consolidadas, y la escasa representación juvenil previa, que genera un efecto desmotivador. Para cambiarlo, es fundamental abrir canales de comunicación directos con los jóvenes, adaptar los lenguajes y dinámicas a sus realidades, e impulsar iniciativas como foros juveniles rurales, formación específica en gobernanza o programas de mentoría intergeneracional. Involucrar a los jóvenes desde el diseño de las estrategias es clave para que se sientan parte real del proceso desde un proceso participativo Bottom-up (de abajo hacia arriba)

Promover espacios donde se escuchen sus voces, visibilizar referentes femeninos y fomentar su liderazgo es clave para avanzar hacia una participación más equitativa e inclusiva en los GAL

  • ¿Consideras que hay demasiados proyectos pensados ''para jóvenes'', pero sin jóvenes en el diseño? ¿Cómo se puede revertir esa lógica y garantizar una participación auténtica desde el inicio?

Muchos proyectos dirigidos a jóvenes surgen con buenas intenciones, pero no siempre incorporan su visión desde el principio, lo que puede alejarles o hacer que no se sientan parte del proceso. Para revertir esa dinámica, es fundamental contar con su participación desde las fases iniciales: diseño, planificación y toma de decisiones. Solo así se generan iniciativas más ajustadas a la realidad y más sostenibles a largo plazo.

Además, si hablamos de juventud rural, también debemos hablar del papel de las mujeres jóvenes, que a menudo enfrentan una doble barrera: por edad y por género. Promover espacios donde se escuchen sus voces, visibilizar referentes femeninos y fomentar su liderazgo es clave para avanzar hacia una participación más equitativa e inclusiva en los GAL y en el desarrollo rural en general

  • ¿Qué apoyos institucionales crees podrían apoyar al GAL para incentivar la participación de jóvenes?

Sería muy útil contar con líneas específicas de financiación para proyectos liderados por jóvenes o que promuevan su participación en la gobernanza rural. También se necesitan programas de formación adaptados a sus intereses, así como campañas de sensibilización institucionales que visibilicen referentes rurales jóvenes, rompiendo estereotipos. Un acompañamiento técnico desde las administraciones para dinamizar la participación juvenil dentro de los GAL —con personal capacitado y recursos suficientes— también sería clave. La colaboración con centros educativos, asociaciones y entidades juveniles es fundamental como puente para acercar a los jóvenes a estos espacios.

  • Desde tu posición como gerente de ADASUR, ¿cómo imaginas el futuro de la Alcarria Sur en la próxima década? ¿Qué prioridades crees que deberían guiar el desarrollo rural del territorio y qué retos ves más urgentes?

Imagino una Alcarria Sur más cohesionada, con un modelo de desarrollo rural que priorice la calidad de vida de quienes la habitan. Un territorio donde quedarse o regresar sea una elección real y digna, no un acto de resistencia. Para lograrlo, las prioridades deben centrarse en el acceso a servicios básicos, la conectividad digital, la diversificación económica —especialmente vinculada al emprendimiento joven—, y la valorización del patrimonio natural y cultural. El mayor reto sigue siendo la despoblación, y para afrontarla necesitamos políticas coordinadas, visión a largo plazo y, sobre todo, dar voz a quienes vivimos y trabajamos aquí.

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