Cómo financiar nuestras ideas: las claves del micromecenazgo para financiar proyectos rurales
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24 de noviembre de 2014 Fuente: Associació pel Desenvolupament Rural de la Catalunya Central / REDR
A menudo recuerdo a los que me rodean que las buenas ideas siempre (casi siempre) obtienen apoyo o recursos, es decir, "ideas x valor = resultados".
Artículo de opinión de Eduard Barcons Comellas, Gerente de la Associació pel Desenvolupament Rural de la Catalunya Central
A menudo recuerdo a los que me rodean que las buenas ideas siempre (casi siempre) obtienen apoyo o recursos, es decir, "ideas x valor = resultados".
A nadie se le escapa que cualquier ciclo de un negocio o proyecto tiene como fase determinante la obtención de la financiación, la cual a posteriori será invertida y dará unos resultados (económicos, sociales, etc.).Hasta ahora, siempre estaba acostumbrado a esgrimir que normalmente hay tres fuentes de obtención de recursos, cada una con sus pros y contras: de amigos, de la familia...; de las entidades financieras que nos dejan un capital a cambio de un tipo de interés regulado; y, en tercer término, de inversores que decidan participar en nuestro proyecto, como por ejemplo, capital riesgo. Con todo, últimamente, añado otro instrumento, el crowdfunding (micromecenazgo), como saben, una vía para financiar ideas y proyectos por medio de muchas contribuciones "pequeñas".
El micromecenazgo surge por primera vez en 1997 para financiar a un grupo de música su gira y su disco, desde entonces ha llovido mucho y la tecnología (internet) y la crisis han generado una cierta eclosión. Básicamente, existen cuatro fórmulas, de bien seguro algunos de ustedes han participado en algún modelo de donativo (acostumbran a ser proyectos solidarios, culturales, etc.) o de recompensa (donde la contraprestación es "simbólica" en forma de productos o servicios del proyecto que se aporta). Ahora bien, lejos de una visión unívoca, hay dos otras fórmulas en alza que permiten hacer viable proyectos empresariales o de emprendeduría, me refiero al equity crowdfunding, donde se ofrecen acciones o participaciones de una empresa que busca capital a cambio de la expectativa de beneficios futuros. Y, en segundo término, el modelo crowdfunding de préstamo, donde el proyecto receptor tiene que devolver el capital recibido por parte de muchas personas y un interés (en algunos proyectos sociales incluso el interés es cero).¿Cuál es la motivación intrínseca de las personas que dejan el dinero? Yo me atrevería a decir que a caballo entre la responsabilidad social y de pequeño rédito financiero en un marco regulatorio definido (por cierto, a principios de octubre se dio a conocer el proyecto de ley que regulará el crowdfunding financiero). Además, los proyectos receptores del apoyo financiero a cambio de agilidad tienen que ser conscientes que a partir del día siguiente de recibir los recursos, tienen un compromiso de transparencia hacia a todas las personas que les han confiado el dinero. De hecho, esta modalidad de hacer micromecenazgo vía préstamos además de tener un enorme potencial en comunidades locales o en zonas rurales por el conocimiento entre las personas, está siendo empleada en muchos países como forma de inyectar crédito público al sector privado, de forma que con un porcentaje máximo, un proyecto empresarial que busca un préstamo vía crowdfunding por parte de muchas personas, a su vez, pueda ser cofinanciado en parte por recursos públicos también. Y, de hecho, sería panegírico estudiar alinear una plataforma de crowfunding de préstamos con alguna subvención destinada al desarrollo rural, léase Leader.
Ya para acabar, la sociedad de la información, a pesar de ciertas problemáticas, abre nuevas vías de financiación por las buenas ideas, que lejos de plantear que tengan que sustituir los sistemas tradicionales de financiación como el de las entidades financieras o créditos públicos, pueden ser elemento complementario. Habrá que explorarlo...
Berga, noviembre de 2014
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