Carambola, un proyecto de cine rural itinerante para niños con vocación educativa

Tras varios ensayos en festivales, colegios y pequeñas poblaciones, el proyecto de cine ambulante Carambola está listo para viajar a todos los rincones de nuestra geografía con una vocación clara: participar de las primeras experiencias cinematográficas de los más pequeños. Pensado para poder presentar una variada colección de películas en las localidades más alejadas de los cines comerciales, Carambola sirve como instrumento de acercamiento a la pantalla grande al mismo tiempo que promueve la educación en valores a través de un formato cinematográfico poco conocido por el gran público como es el cortometraje de animación.

Una cuidada selección de películas que nos hablan de  la amistad, el respeto a la diferencia, la solidaridad o el cuidado del medioambiente forman parte de este proyecto que cuenta ya con un amplio número de vínculos internacionales, no en vano forman parte del catálogo de Carambola películas venidas desde los más remotos rincones del planeta, desde Australia a Japón pasando por Francia, Holanda,  Macedonia o Corea del Sur.

Una propuesta de desarrollo cultural en el medio rural, también en los colegios

Con Carambola se busca también democratizar el acceso a contenidos culturales en zonas rurales, con una propuesta itinerante y autónoma capaz de adaptarse a las condiciones de cada espacio, siendo capaz de ofrecer propuestas culturalmente muy interesantes con una más que óptima calidad técnica en espacios a veces alejados de los circuitos comerciales de cine.

Para los entornos educativos se realizan sesiones especiales en las que los niños y niñas participantes comentan cada una de las películas guiados por el personal responsable de Carambola, se trata de charlas en las que se desarrolla la capacidad de análisis y comprensión del lenguaje audiovisual y en las que además se trabaja con contenidos.

Se trata por tanto de hacer nacer la magia del cine en pantalla grande en espacios pequeños, una dualidad con la que la empresa responsable del proyecto, Territorio Gestión Cultural, se siente muy cómoda ya que desde su creación en 2011 ha desarrollado un buen número de proyectos relacionados con el mundo rural, favoreciendo la redistribución de propuestas culturales de calidad en entornos no urbanos.