REDR

Con motivo del 30º aniversario de la metodología LEADER, desde la Red Española de Desarrollo Rural hemos querido conocer las experiencias LEADER más enriquecedoras de estos últimos años entre los grupos de acción local y redes territoriales que forman parte de REDR. Para ello, hemos pedido a diferentes referentes territoriales que describan su propia experiencia con LEADER a lo largo de tres décadas.

Recogemos el testimonio de Esther Rubio, Gerente de la Asociación para el Desarrollo Rural de La Rioja Suroriental.

La filosofía Leader lleva funcionando en La Rioja 30 años y mi andadura en este camino comenzó hace más de 20, al principio como personal técnico y muy pronto como gerente, un cargo en el que llevo trabajando prácticamente los 20 últimos años.

Hablamos de ‘filosofía Leader' porque creemos que es mucho más que una metodología; el contacto que te permite tener con la población rural es uno de los aspectos más relevantes y que enseguida me atrajo. El hecho de que puedas conocer de primera mano y de viva voz las necesidades reales del medio rural es un privilegio y nos ha permitido enfocar la perspectiva hacia la colaboración y la creación de sinergias. Así, se han ido poniendo en valor diversos recursos naturales, patrimoniales y culturales, lo que ha favorecido fijar población y crear actividades económicas que permitan, a su vez, mantenerla.

Algo que es muy importante y que a veces pasa desapercibido es la perspectiva que tienen los propios ciudadanos rurales, los habitantes del medio rural, que deben creer en sí mismos y en un proyecto que aporte valor al lugar donde viven. Esto es algo que se ha conseguido en nuestra zona de actuación y cuya evolución hemos vivido en primera persona; ahora las personas que viven en el medio rural creen en él, apuestan por ese modo de vida sabiendo que pueden labrarse un futuro para ellos y para quienes quieran sumarse a esa apuesta. Algo que va intrínsecamente unido a la colaboración y las sinergias de las que hablaba antes, esenciales en el pensamiento de estas personas, que promocionan de manera firme el territorio en su conjunto y la individualidad queda en un segundo plano.

Otra de las ventajas intangibles de trabajar bajo el paraguas de la filosofía Leader es el incentivo de lograr los objetivos a largo plazo, esto es, crear una misma identidad territorial para dar a conocer la zona en su conjunto, para generar actividad económica y fijar población, pero poniendo el foco en ésta. Lo importante es tomar el pulso a quienes mantienen vivo el medio rural, a sus habitantes, (algo que nos permite este trabajo) y sentirte parte del mismo. Es así como la satisfacción logra la plenitud al ver cómo, proyectos por los que se ha apostado, recursos que debían recuperarse, iniciativas que debían salir adelante, crecen y se consolidan. Terminas sintiéndote parte de cada una de las actuaciones porque has puesto tu granito de arena para que se convirtieran en una realidad.

Gracias a Leader, ahora contamos con una identidad y una marca comunes para promocionar el territorio, por eso considero que trabajar la metodología Leader ha sido una labor determinante en el camino que llevamos recorriendo desde hace tres décadas. Un camino que debería continuar de la mano de las Administraciones públicas, entidades con las que consideramos esencial colaborar desde los Grupos de Acción Local y cuya implicación o conocimiento sobre nuestra labor diaria debería seguir creciendo. Esto podría permitir afianzar la apuesta por la colaboración, la unión y la coordinación para logar frenar la despoblación y seguir generando recursos y posibilidades reales que hagan viables las iniciativas desarrolladas el medio rural.