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Artículo de Alejandra Agudo, publicado en El País.

Los pasos hacia la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, aprobados en septiembre de 2015 para lograr un mundo más justo y respetuoso con el medio ambiente en 2030, eran lentos y escasos en España. Apenas había noticias de las medidas para la consecución de los retos que plantea esta agenda internacional -erradicar la pobreza y el hambre, reducir todas las desigualdades y frenar el cambio climático, entre otras- desde que en septiembre de 2017 se anunciara la constitución del Grupo de Alto Nivel para la Agenda 2030; pero en las últimas dos semanas se han acelerado los movimientos.

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, así como su remisión a las Naciones Unidas como soporte del examen voluntario al que España se someterá el próximo 18 de julio en el Foro Político de Alto Nivel en Nueva York. Esta novedad llega apenas diez días después del anuncio de la creación de un Alto Comisionado para cumplir los ODS dependiente de Presidencia, del que todavía no se conoce quién lo liderará.

Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe (Secipic), ha calificado la Agenda 2030 como "el mayor compromiso de los últimos tiempos", durante su primer acto público desde su nombramiento el pasado 23 de junio. En su intervención en la clausura de la Conferencia Iberoamericana para los ODS en Salamanca, el diplomático ha destacado que la consecución de los retos que plantea esta hoja de ruta internacional como "prioritaria" para el Gobierno. "La Agenda ha pasado a ser el elemento central para la revisión y replanteamiento de las políticas públicas", ha declarado. También las nuevas tendrán que estar alineadas con las metas fijadas en los ODS. A ello se ha comprometido el Gobierno en este Plan de Acción: "En 2019 se dispondrá la obligatoriedad de acompañar toda normativa que se tramite en las Cortes Generales a iniciativa del Gobierno del análisis de impacto normativo en la Agenda 2030".

El documento del Plan es muy distinto del borrador que había elaborado el anterior Ejecutivo. "Cambia de discurso y narrativa, y reconoce los problemas de partida, porque sin un buen diagnóstico es evidente que las terapias no pueden ser las mejores", ha detallado de Laiglesia. Con todo, el secretario de Estado ha matizado que el texto "no está cerrado", sino que está abierto al "ajustado y afinado". Tampoco tiene fecha de implementación de las medidas que contiene pues la idea es que "sea subsumido en una Estrategia de Desarrollo Sostenible" que se elaborará en 2019, ha anunciado. "Pero es un programa de Gobierno y un plan de país", ha remarcado.

"El diagnóstico ha sido descarnado en cuanto a la pobreza infantil y desigualdad", ha subrayado de Laiglesia. En este sentido, el documento de 167 páginas recuerda que en España la pobreza extrema (vivir con menos de 1,90 dólares al día) está superada. "Sin embargo, persisten problemas graves de pobreza, que golpea especialmente a la infancia, cuya atención es imperativa", indican los autores. Por eso, el Gobierno ha anunciado también este viernes que duplicará el presupuesto contra la pobreza infantil en verano, pasando de cinco a 10 millones de euros.

En cuanto a la población adulta, la crisis golpeó duro y la recuperación económica y la creación de empleo no se traducen en una disminución de la precariedad económica de la población más desfavorecida ni en la reducción de la brecha entre ricos y pobres. "Un 21,6% de la población española en 2017 (con datos de ingresos de 2016) vive por debajo del umbral nacional de pobreza (60% de ingresos medios)", recuerda el documento.

Desde el número uno -erradicar la pobreza en todas sus formas- hasta el 17 -tejer alianzas para el desarrollo sostenible- el Plan de Acción repasa el estado de situación de España respecto a todos los Objetivos. A continuación se proponen las medidas para solucionar los problemas que persisten en el país. "A largo plazo, la acción requiere que las políticas públicas y sus correspondientes asignaciones presupuestarias pasen a estar concebidas bajo el prisma de los ODS, exigiendo por lo tanto una reorientación o alineamiento progresivo de todas las ya existentes: es el proceso denominado mainstreaming por las Naciones Unidas", anuncia el texto.

En este capítulo, cobran especial relevancia las llamadas políticas palanca. Son aquellas que, según definen los autores del informe, "tienen la capacidad de acelerar la implementación de los ODS, impulsar un desarrollo sostenible coherente y alcanzar un impacto más rápido y sostenido sobre aspectos clave para el progreso en el conjunto de la Agenda 2030".

El Plan incorpora un primer conjunto de áreas de políticas que se configuran como palancas: la igualdad -en sus diversas dimensiones de género, intergeneracional, de ingresos y territorial; la lucha contra la pobreza y la exclusión social, y muy especialmente en la infancia; el cambio climático y la transición ecológica de la economía; la gestión sostenible de agua; el desarrollo rural territorial; la I+D+i; la potenciación del diálogo social como metodología de concertación; y el papel de la empresa en el respeto y promoción de los derechos humanos. También "recuperar la cooperación española al servicio de los ODS".

Los asistentes a la Conferencia Iberoamericana sobre ODS anotan en una pizarra sus compromisos para lograr un mundo más sostenible. CARMEN BORREGO

Un ejemplo de este tipo de medidas es la subida del salario mínimo interprofesional. "En la lucha contra la pobreza, la exclusión social, la desigualdad y la precariedad laboral, y para asegurar que el crecimiento económico sea inclusivo, es un instrumento fundamental", remarca el documento que no contempla, sin embargo, un incremento mayor del ya acordado con los sindicatos -un 5% para 2019 y el 10% para 2020, siempre que la economía registre un crecimiento del PIB real del 2,5% o superior y un incremento de la afiliación media a la Seguridad Social superior a las 450.000 personas en términos interanuales.

La cooperación internacional en el centro de la política exterior

No solo las políticas domésticas tienen que alinearse con los ODS para el progreso hacia una España más justa y sostenible, según el Plan de Acción, sino también las que tienen un impacto en otros países, tanto a través de la cooperación internacional que España despliega para apoyar a otras naciones en sus esfuerzos; como asegurando que las medidas en casa no tienen externalidades negativas fuera de nuestras fronteras ni en bienes públicos globales.

"Y sí, la cooperación tendrá que hacer sus deberes y nos pondremos a ello de manera inmediata para la reconstrucción de esta política que tanto ha sufrido por causa de la crisis y otras cuestiones. Debemos completar nuestros proyectos todo lo que podemos", ha admitido el secretario de Estado del ramo en su discurso frente al nutrido público en el auditorio de la Hospedería Fonseca de Salamanca. "El objetivo del Gobierno es que vuelva a ser un elemento definitorio de nuestra acción exterior", ha asegurado. De momento, falta saber quién sucederá a Luis Tejada al frente de la dirección Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID). Y de Laiglesia no ha aprovechado la ocasión, rodeado de más de medio millar de asistentes a la Conferencia Iberoamericana para los ODS en Salamanca, para anunciarlo.