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Artículo de Carmen Nevot, publicado en LaRioja.com

La marcada tendencia de caída no sólo continuará el próximo curso, sino que la previsión es que se acentúe. En el caso de la zona única -Logroño, Lardero y Villamediana de Iregua-, teniendo en cuenta que en el 2015 nacieron 1.543 niños, en septiembre se matricularán 145 menos que este curso, el equivalente a seis aulas, detalla Miguel Ángel Fernández, director general de Educación. Un agudo descenso que, en principio, no significará que se eliminen unidades, al menos de momento. «Será en el plazo de matrícula cuando tomemos las decisiones y si hay unidades que se quedan vacantes habrá que reducirlas», apunta. En total, en la zona única la oferta es de 1.900 vacantes para 1.543 pequeños. Un número «amplio» que va a permitir, por una parte, que haya más posibilidades de que los padres puedan escolarizar a sus hijos en el centro que quieran y, por otra, que «haya una reducción de las ratios considerable que se irá notando a lo largo de los años», sostiene.

En cualquier caso, Fernández subraya que la política de la Consejería de Educación es mantener las unidades que se han venido ofertando, sobre todo en el medio rural porque «para el mantenimiento y asentamiento de la población en el medio rural -explica- es fundamental que la oferta educativa se fije en los pueblos, sobre todo en los pequeños, y en aquellos que no haya ninguna escuela, que exista un transporte adecuado». De ahí que, en principio, está previsto que se mantengan todas las escuelas.

Hay colegios en el medio rural con cinco, cuatro e incluso tres alumnos. El próximo curso, por ejemplo, está previsto que la escuela de Herce tenga cinco alumnos, cuatro habrá en Cabretón y en Cornago, en función de la decisión que tome una familia que tiene dos hijos, el número de alumnos podrá ser de tres o cinco.

«Para el mantenimiento de la población en el medio rural es fundamental fijar la oferta educativa»

Hay otros municipios, como Enciso, San Millán de la Cogolla, Viniegra de Abajo, Arenzana y Camprovín , que tienen siete alumnos. Grávalos, previsiblemente, se mantendrá con ocho y San Román con diez. La idea, añade, «es mantenerlos en el curso 2018-2019», aunque en algunos casos «si el número de alumnos que se quedan es muy reducido, los padres prefieren que se establezca un transporte más adecuado para llevarlos al municipio más cercano y que tenga mayor población, de forma que sus hijos se integren mejor con el resto de niños».

En cualquier caso, los cambios, si los hubiera, se consensúan antes con los padres, a través de la inspección educativa. Se podría tomar la decisión de cambiar de centro al alumno y cerrar la escuela, aunque, «en principio, no sería esta la idea para el próximo curso, pero la medida está ahí», insiste.

Por su parte, la Plataforma por la Educación Pública alertó ayer de la posibilidad de pérdida de líneas en centros públicos de Logroño si aumenta la diferencia de matriculaciones con los centros concertados en el proceso abierto hasta final de mes. En una rueda de prensa exigieron a la Consejería que potencie las matriculaciones en centros públicos y que implante un sistema de ventanilla única en la recogida de documentación para «descargar» responsabilidad a los directores de los centros.