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Encaramados en las laderas, los 31 pueblos que la componen se reparten entre imponentes montañas y verdes valles  que articulan este territorio extenso, diverso, evocador, ejemplo del paisaje mediterráneo de montaña. Territorio mediterráneo esculpido por una potente naturaleza y la acción milenaria de las culturas que han dejado su huella en el paisaje, en sus pueblos blancos de calles entramadas, fachadas de cal y techos de launa, en el aprovechamiento del agua que desciende desde las sierras, jalonadas de arroyos y manantiales. La Alpujarra-Sierra Nevada Almeriense invita a dejar la huella del visitante en una aventura de conocimiento y disfrute del territorio, a través de la huella del agua, la huella de la minería, la huella de la ladera y la huella de los aromas. Aromas de un territorio auténtico, de un espacio donde la cultura rural tradicional convive con las nuevas iniciativas en torno a productos agroalimentarios y turísticos de calidad.

Accediendo a la comarca desde la costa occidental almeriense, siguiendo la cuenca del río Adra, podremos aproximarnos al conocimiento de las culturas romana y musulmana en Dalías y Berja con visitas a las ruinas de "la Garita", los Baños de la Reina, las ruinas de El Hizan, la ermita del Aljizar, los Baños de Benejí, la Alcazaba y el Anfiteatro romano de Villavieja. Es además, en esta parte de la comarca, donde los amantes del parapente podrán conocer y practicar el vuelo en la Estación de Vuelo Libre de Berja-Castala.

Siguiendo hacia la cara sur de Sierra Nevada y acariciando los límites de las provincias de Almería y Granada, nos adentraremos ya en la Alta Alpujarra Almeriense hasta llegar al Puerto de La Ragua, donde se encuentra la estación de esquí de fondo más importante del sur de España y desde donde parten un buen número de senderos como los de gran recorrido GR-7, GR-140 y el Sulayr. El camino nos acompaña hasta Bayárcal, con el pico del "Chullo" que le proporciona el título de municipio más alto de la provincia de Almería con sus 2609 m de altitud.

Continuando por las laderas de la Sierra en dirección Este, pisamos las tierras que ven nacer el río Adra, Paterna del Río. Por la misma vía y después de cruzar los viñedos del valle del río Andarax alcanzamos Laujar Andarax, capital de la Alpujarra Almeriense. Este municipio fue el Centro administrativo de la Tahá del Andarax y fue exilio del último rey nazarí de Granada, Boabdil, hasta su destierro en Fez donde murió. Uno de los palacios residenciales del último rey nazarí lo encontramos en el próximo municipio de Fondón, y más concretamente en el anejo de Fuente Victoria.

Estos municipios, junto con el de Alcolea, forman parte de la mención geográfica de Vinos de la Tierra Laujar-Alpujarra, donde el visitante podrá descubrir la magia y la tradición que rodea al mundo del vino, visitando viñedos y bodegas, realizando catas y degustaciones o sumergiéndose a fondo en completos talleres de cata de sus excelentes y exquisitos vinos.

Desde aquí parte una de las rutas temáticas de esta comarca, "El Camino de las Fundiciones Reales"; la creación, por parte de La Corona, de las Fundiciones Reales de Alcora en Canjáyar y Presidio en Fuente Victoria, da lugar a la construcción a finales del siglo XVIII, de una carretera que permitiera dar una salida eficiente al puerto de Almería a la enorme cantidad de plomo que salía de las minas de sierra de Gádor. Recorrer esta "carretera abandonada" y sus múltiples vestigios mineros, donde destacan diversos hornos de fundición de los llamados "castellanos"  o de los más modernos "reverberos", constituye esta  propuesta.

El paisaje se nos muestra ya abancalado, descendiendo aceleradamente y de manera paralela al río Andarax, tímidamente moteado de alguna parra de la "uva del barco", antaño omnipresente en una tierra modelada a su antojo. La rambla del río, una sucesión verde de huertas cargadas de parras, cítricos y frutales, se hunde rodeada de badlands y barrancos formando un relieve árido, característico, que se extiende por todo el levante almeriense. En medio de este contraste, se levantan pequeños núcleos urbanos de blancas casas escalonadas y terraos planos, en general característicos de toda la Alpujarra, así como infinidad de cortijos-cueva: Beires, Almócita, Padules, Canjáyar, Ohanes, Rágol, Instinción, Íllar, Alicún, Huécija, Bentarique, Enix, Felix y Alhama de Almería.

Cualquier amante de la naturaleza disfrutará en Alhama de Almería recorriendo el Itinerario Geológico del Barranco del Pasillo, un espectacular barranco sobre dolomías de gran profundidad y donde poder observar un gran pliegue en toda su magnitud, todo un museo geológico natural. Para descansar después de este recorrido, los visitantes pueden aprovechar su paso por esta localidad declarada Villa Termal, y experimentar los beneficios de una riqueza natural que apenas poseen un centenar de municipios en toda España: aguas minero-medicinales con propiedades terapéuticas exclusivas.

Para finalizar nuestra visita a este territorio lleno de contrastes, recorreremos los pueblos del valle del Río Nacimiento, una penetración natural hacia los altiplanos situados al norte de Sierra Nevada por el que las culturas prehistóricas, antiguas y medievales ascendieron para colonizar estos territorios. Partiríamos de Fiñana, el municipio cabecera del valle, que junto con Abla y Abrucena se asientan sobre los llanos del Alto Nacimiento. Posteriormente llegaríamos al municipio de Las Tres Villas, con Doña María, Ocaña y Escúllar, así como al de Nacimiento. El río tiende entonces hacia un encajonamiento que no se abre  hasta llegar a  Alboloduy, tierra de vinos acogidos a la mención geográfica de Vinos de la Tierra Ribera del Andarax. Desde aquí, Santa Cruz de Marchena, Alsodux y Alhabia, pueblos con vestigios romanos y apreciable sabor a época musulmana, conforman los municipios del bajo Nacimiento, dando paso a entronque con el río Andarax. Una visita a la Alcazaba de Marchena y a los Museos Etnográfico y de la Uva de Barco en Terque, completará nuestro recorrido.

La riqueza natural y el enorme potencial de los valores paisajísticos y culturales de la Alpujarra Almeriense, la convierten en un destino incomparable, UN DESTINO QUE DEJA HUELLA.