REDR

Ángel de Prado Herrera fue presidente y fundador de la red castellanoleonesa de desarrollo rural Huebra y secretario de la Junta Directiva de la REDR, de la que, en la acutalidad, es vocal en representación de Castilla y León.

En la acutalidad es gerente de la Asociación Salmantina de Agricultura de Montaña (ASAM), entidad que tiene en marcha numeros proyectos tanto en América Latina como en España; entre los que destaca 'Tejiendo diversidad', un proyecto piloto subvencionado por la Red Rural Nacional, dotado con más de un millon de euros, cuyo objetivo principal es diseñar un nuevo modelos de gestión del territorio basado en el binomio 'conocimentos tradicionales-uso de nuevas tecnologías'.

Hombre comprometido con el territorio, Ängel de Prado reflexiona sobre los 15 años de vida de la Red Española de Desarrollo Rural.

¿Qué papel ha jugado, a su juicio, la REDR a lo largo de estos 15 años?

Un papel fundamental para que la Iniciativa LEADER superara la primera edición y llegara hasta hoy como metodología transversal en los programas de desarrollo rural regionales. Sin la existencia de la REDR no hubiera habido LEADER  II, Plus y no sería hoy una metodología. Fue la REDR la que convenció a los distintos gobiernos españoles para que en cada período de fondos comunitarios defendiesen la existencia de la Iniciativa para toda Europa.

Ha creado una voz del conjunto del mundo rural español ante las administraciones españolas que poco a poco ha puesto en las agendas políticas la realidad rural de nuestro país y la necesidad de actuaciones a favor de la gente y de los territorios.

La REDR fue la principal impulsora de la creación de la Red Europea de Desarrollo Rural (ELARD) que ha conseguido crear un canal de comunicación con la UE y de influencia en la misma.

La promulgación de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural no hubiera sido posible sin la participación, el impulso y la existencia de los grupos y la REDR.

Facilitó el fortalecimiento de las redes regionales de grupos que estaban creadas y ayudó a la creación de la mayoría de las que hoy existen.

¿Qué supuso y qué supone para los grupos el estar asociados a la REDR?

La posibilidad de conocimiento entre todos y por tanto la de iniciar tareas juntos.

El reforzamiento de los mismos y el que las opiniones y los deseos puedan canalizarse en común ante la sociedad en general.

La generación de una voz colectiva ante la administración, el ámbito político, las instituciones, los medios de comunicación y la sociedad en general.

¿Cómo ha evolucionado en estos 15 años el desarrollo rural?                                   

Lentamente para las posibilidades económicas que ha tenido la UE y nuestro país y el enorme potencial que los grupos de acción local han supuesto al organizar a todos los sectores de cada comarca y a todos los territorios rurales.

No se ha aprovechado suficientemente el poder que supone el que la sociedad civil y la administración local rurales hayan tomado la responsabilidad de su propio desarrollo. Las administraciones autonómicas no han facilitado, de modo suficiente, el protagonismo que los grupos  deberían haber tenido en la aplicación de políticas de desarrollo rural mucho más profundas de mejora y cambio social de nuestros pueblos.

En la actualidad se está tendiendo a un control político asfixiante de los grupos y las redes, así como a una burocratización de los procesos y acomodamiento de gerentes, técnicos y miembros de Juntas Directivas. Se hace necesaria una renovación de ideas y ánimos más adaptados al enorme reto de conseguir enfrentarse a los problemas que se nos vienen encima a nuestra sociedad. Conservación de recursos, paisajes, biodiversidad, territorios y culturas van a ser imprescindibles para la supervivencia del ser humano en un planeta absolutamente desbordado de población y escaso de recursos para mantenerla con dignidad.

¿Cuáles son los retos inmediatos por acometer?

Iniciar una profunda reflexión sobre el cambio de modelo económico de nuestra sociedad, y por tanto también del papel de la ruralidad, para que sea posible la continuidad de la vida en las generaciones siguientes.

La actividad de los grupos y las redes debe ser repensada para variar profundamente la línea de trabajo que, con escasas variaciones, venimos aplicando desde el inicio de LEADER I.  Producir nuevas ideas y repartir menos subvenciones.

Es preciso generar nuevos modelos de desarrollo basados principalmente en la conservación de los recursos, en la creación de nuevos empleos repartiendo el trabajo, en la generación de empresas sociales que presten servicios en el ámbito local. Es necesario cambiar el modelo de relación con el medio ambiente que la mayoría de las agriculturas y ganaderías tienen en nuestro país.

En definitiva cambiar de paradigma económico y comenzar a aplicarlo con la participación de los grupos y las redes en la confección de los programas de zona a los  que la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural obliga con muy buen sentido.