REDR

El 17 de mayo de 1995 se firmaba en Madrid el acta fundacional de la Red Española de Desarrollo Rural. Seis firmas para un documento respaldado desde los territorios por aquellos que llevaban ya  varios lustros trabajando a favor del medio rural. "Antes de la constitución formal de la REDR hubo mucho debate, mucha comunicación, mucho cara a cara. Fueron intercambios muy enriquecedores de los que surgieron grandes aportaciones y enriquecedores contenidos", recuerda Álvaro Carrasco, primer presidente de la Red Española de Desarrollo Rural.

"En el año 1995 acabábamos de empezar a entender el valor que tenía la cooperación y el intercambio de información; vimos la importancia de saber todo lo que se estaba haciendo en otros territorios. Desde Huebra (Castilla y León) vimos la posibilidad de contactar formalmente con el resto de compañeros que estaban trabajando en el desarrollo local", cuenta carrasco, que hoy ostenta la gerencia de País Románico/Living Lab.

Algunas de las dificultades iniciales con que se encontraron los pioneros del LEADER vinieron derivados la dificultad a la hora de explicar este nuevo modelo de gobernanza: "Era difícil explicar cómo entidades privadas podíamos gestionar fondos  públicos en los territorios. Era difícil explicar que lo que se primaba, más que la cantidad de inversión, era la calidad de los proyectos. Era difícil explicar que en materia de desarrollo rural no importa tanto la cantidad que se invierte como la idea; y las ideas innovadoras nacen en los grupos de desarrollo rural, no en la administración".

"En estos 15 años hemos aprendido mucho. Hemos sacado la conclusión de que somos más fuertes cuando trabajamos juntos; de que somos tremendamente fuertes en la capacidad de generar ideas innovadoras desde y para el territorio", señala Álvaro Carrasco.

En cuanto al papel de la Red Española de Desarrollo Rural, su primer presidente reseña que "es vital para los grupos de desarrollo rural, ya que ha facilitado la circulación y el intercambio de información entre grupos. También ha dotado de la fuerza necesaria a los grupos a través de su papel de interlocución a la hora de desarrollar políticas para el medio rural".