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Marcos subrayó el fuerte respaldo al sector empresarial, que se traduce en una inversión de 40 millones de euros. Durante su intervención, el consejero hizo hincapié en la importancia de aprobar los presupuestos para 2024, cifrados en 254,462,178 euros. Estas partidas están diseñadas para adaptarse a la actual situación del medio rural y son esenciales para propulsar la década del cambio en Asturias.

El apoyo a la actividad empresarial queda patente en la asignación de más de 40 millones de euros en ayudas directas, distribuidos en tres categorías principales. De este total, 13.6 millones se destinan al programa Leader, 19.3 millones están dirigidos a la modernización de explotaciones ganaderas, promoción de la incorporación a la actividad agraria y medidas contra la fauna salvaje, mientras que 8 millones se destinan al fomento de la industria forestal y agroalimentaria.

Los programas de desarrollo rural se erigen como una prioridad para el gobierno asturiano, con un presupuesto de 22.6 millones de euros en ayudas Leader. Marcos destacó que Asturias es un referente en la gestión de fondos europeos, resaltando iniciativas como el "ticket rural'', que será progresivamente ampliado hasta un máximo de 50,000 euros.

En otro frente, el programa desarrollado por la Dirección General de Planificación Agraria aborda la gestión y conservación de especies silvestres, en armonía con el desarrollo social y económico del medio rural. Se resalta la convergencia de las políticas europeas de desarrollo rural con la conservación medioambiental, presentando oportunidades para fortalecer el modelo tradicional de explotación familiar agraria.

En cuanto al Banco de Tierras, se destaca su papel fundamental, no solo como gestor del patrimonio, sino también en la creación de instrumentos para mejorar la rentabilidad de las explotaciones. Se planea habilitar fondos para una nueva línea de subvenciones que promueva la sucesión de explotaciones agrícolas. Además, se anuncia el programa piloto A-Finca para movilizar tierras agrarias infrautilizadas, en colaboración con el Ministerio y algunos ayuntamientos asturianos, complementando la colaboración con los grupos de Desarrollo Rural para aprovechar terrenos infrautilizados.

La aprobación de estos presupuestos se presenta como un ejercicio de responsabilidad crucial para el futuro de Asturias.