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Artículo de Mercedes Salas, publicado en EUROEFE EURACTIV.

El pleno de la Eurocámara debatirá el lunes y votará el martes, previsiblemente, una resolución que alerta del «creciente descontento entre las poblaciones rurales» de la Unión Europea (UE) y la conveniencia de motivar a su juventud, frente una brecha «cada vez más acusada» entre el campo y la ciudad.

El dictamen, cuya ponente es la europarlamentaria socialista portuguesa Isabel Carvalhais, no es vinculante, si bien tiene valor político y está enmarcado en los debates que lanzó la Comisión Europea sobre una visión a largo plazo para las zonas rurales con el horizonte 2040.

Además, coincide con la recta final del tránsito de la UE hacia la nueva Política Agraria Común (PAC) para 2023-2027, que entrará en vigor el 1 de enero, y que tiene entre sus dos pilares los programas para el desarrollo rural -cofinanciados y que potencian medidas complementarias o distintas a la producción agrícola-.

Las zonas rurales representan un 83 % del territorio de la UE y el 30 % de su población (137 millones de personas) y se enfrentan a retos sin resolver y a la falta de reconocimiento, especialmente las áreas de montaña, las islas y las regiones ultraperiféricas como las Canarias, según el informe.

El dictamen llama la atención a las administraciones ante la caída de la población rural del último decenio, por el envejecimiento y la migración, así como a la probabilidad de que siga descendiendo en un 80 % de estos territorios para 2050.

También menciona la evolución favorable del empleo rural hasta 2020, aunque con diferencias e incluso con zonas donde el riesgo de pobreza o exclusión social es mayor que en las ciudades.

El informe resalta especialmente la situación de la agricultura, las condiciones difíciles y la disminución de explotaciones, y recoge una proyección según la cual de los 10.500.000 negocios agrícolas en la UE (un 92 % familiares) en 2040 podrían cerrarse 6.400.000 y quedar solo 3.900.000.

En cuanto a la ganadería, las explotaciones emplean a 4.000.000 personas y en gran parte tienen fondos de desarrollo rural por estar en zonas desfavorecidas.

El dictamen que debatirán los eurodiputados alude también al porcentaje bajo de agricultoras jóvenes y a las carencias en las oportunidades para las mujeres; recoge los derechos de los niños y subraya la importancia de mejorar las conexiones y la alfabetización digitales.

El texto alude también a la preocupación sobre los grandes carnívoros, sobre todo los lobos, y cómo impactan en la viabilidad en la agricultura, por lo que pone de manifiesto la necesidad de garantizar una «coexistencia equilibrada» entre los seres humanos y dichos animales en las comarcas rurales, además de salvar el pastoreo.

La resolución que debatirá el PE también refleja oportunidades rurales como la producción de energías renovables o los cambios en los patrones de viaje causados por la pandemia, con el desarrollo de actividades turísticas como el ciclismo, el senderismo, los viajes micológicos, la gastronomía o el atractivo del patrimonio cultural.

Pide también atención a la inquietud por los perjuicios de las actividades mineras sobre al agua y las zonas protegidas, así como en los ingresos, la salud o la calidad de vida de la población.