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La Agenda Rural de La Rioja, en fase de redacción, priorizará los hitos en cada área frente a la despoblación y ante el reto demográfico, partiendo de la identificación de las necesidades territoriales.

La directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, Nuria Bazo, mantuvo ayer una reunión con una veintena de directores generales del Gobierno regional para avanzar en la definición de la Agenda Rural de La Rioja como plan de acción transversal del Ejecutivo a favor del medio rural riojano.

"Un total de 60 de los 174 municipios riojanos tiene menos de 100 habitantes. Aunque hablamos de reto demográfico, es también un reto geográfico. Los desequilibrios territoriales se dan en la sierra, pero también a pie de monte y en algunas zonas de valle. La despoblación rompe equilibrios demográficos, sociales, económicos, de género y ecológicos. Lo que necesitamos, por tanto, es una política de territorio", recordó Nuria Bazo.

La Agenda Rural de La Rioja pone el foco, además de en los planes de acción de las direcciones generales del Gobierno, en el Plan Nacional de Desarrollo Rural, la Estrategia Nacional de Reto Demográfico y las iniciativas de la Unión Europea a favor del desarrollo rural que se financian a través de fondos europeos.

La Agenda Rural de La Rioja será uno de los elementos de la próxima Estrategia Regional frente a Reto Demográfico, coordinada por el Gobierno regional junto con el Consejo Asesor de la Despoblación, y que implicará, asimismo, la apertura de mesas de población con alcaldes, instituciones y sociedad civil.

Para la directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, "abordar la despoblación supone tener una mirada a medio y largo plazo, sin que ello no signifique actuar ya, y sumarnos a una propuesta de país", más si se tiene en cuenta que "el 82 por ciento de los municipios en España son rurales".

La Agenda Rural de La Rioja abogará, así, por los objetivos ya recogidos en la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico como la apuesta por la plena conectividad territorial; la prestación de servicios básicos; la incorporación del impacto y la perspectiva demográfica en la elaboración de leyes, planes y programas de inversión; el avance en la simplificación normativa y administrativa para los pequeños municipios con el fin de facilitar la gestión de los ayuntamientos; la mayor colaboración público-privada y la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.

Entre las necesidades que se abordarán al definir e implementar la Agenda Rural figura la conectividad del medio rural desde el estudio de la situación específica en cada municipio y las necesidades de sus colectivos; el establecimiento de indicadores para medir el impacto y la efectividad de las acciones a favor del medio rural; la incorporación de la perspectiva de género en el análisis socio-demográfico de la población rural; las mejoras de transporte entre los municipios y las cabeceras de comarca; la planificación de las necesidades de movilidad al realizar inversiones de vivienda o servicios y la defensa de la mejora de la financiación local para ampliar los techos de gasto.

Los representantes del Gobierno regional apostaron por transformar las necesidades de los municipios en proyectos financiables integrales para que las zonas rurales sean espacio de oportunidades desde el entendimiento de su singularidad.