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Artículo y entrevista de Paco Auñón, publicado en Cadena SER.

Las altas cifras de pobreza y exclusión social o el elevado precio de los alquileres en las grandes ciudades españolas pueden encontrar una solución en las zonas rurales. Esta es la propuesta de Gregorio Gómez-Jarabo, profesor jubilado de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Madrid. Nos lo ha contado en Hoy por Hoy Cuenca.

Preocupado por el problema de la despoblación y natural de La Peraleja, uno de los pueblos más pequeños de Cuenca, el profesor Gómez-Jarabo ha elaborado un informe sobre las alarmas sociales que pueden ser una solución para la España Vaciada.

La primera hace referencia al índice de pobreza y exclusión social, y a los doce millones de personas que tiene ingresos por debajo de los 600 euros al mes. "La España despoblada puede ofrecer el territorio, que es lo que tiene, la limpieza, la ausencia de contaminación y la facilidad de ofrecer los servicios desde centros territoriales que pudieran agrupar o asumir la responsabilidad de atención de las personas de la comarca", explica este profesor.

La segunda alarma apunta a un millón de personas que no puede salir a la calle por las barreras arquitectónicas de sus viviendas, "la mayoría edificios antiguos sin ascensor con más de 200 años". "En el medio rural estamos hablando de plantas bajas, a pie de suelo, estamos al borde de la naturaleza inmediata, y sin embargo, en las grandes ciudades, por mucho que se ha querido legislar la utilización de los espacios para todos y la accesibilidad, pues no se ha conseguido", apunta Gómez-Jarabo.

La tercera alarma se refiere a los barrios en extinción, zonas concretas de grandes ciudades acorraladas "por la masificación, la inseguridad o el botellón, como puede ser el caso del barrio madrileño de Malasaña", explica. Aquí, el medio rural, apunta Gómez-Jarabo, es también una alternativa. "A esas personas se les quitarían todos esos problemas y dolores de cabeza si mantienen la relación con sus vecinos en un pueblo despoblado y se les da la calidad de vida que pudieran tener en Madrid".

El resto de alarmas apuntan al desarrollo de las nuevas tecnologías que generan desempleo y a situaciones económicas difíciles de sostener, como el elevado precio de los alquileres en las grandes ciudades. Frente a estas alarmas sociales, el profesor Gómez-Jarabo propone las ventajas de las zonas rurales.