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• Baeza acoge estos días la celebración de curso "Desarrollo y cambio rural en la Unión Europea. LEADER 2007-2013".

Artículo de Manuel Mateo Pérez, publicado en El Mundo.

El programa comunitario Leader ha contribuido a generar una identidad territorial que hasta hace unos años el campo andaluz no poseía. El programa Leader, impulsado por la Unión Europea, es una filosofía, un método, y ha permitido un cambio de mentalidad, una apuesta por la participación local, una nueva filosofía del emprendimiento, una valoración del papel de la mujer y la juventud en el territorio rural y una herramienta de asentamiento de la población. "Ha habido muchos elementos positivos desde su implantación", ha reconocido los profesores de geografía de la Universidad de Granada Eugenio Cejudo y Francisco Navarro, directores del curso Desarrollo y cambio rural en la Unión Europea que se celebra estos días en la sede Antonio Machado de Baeza, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía.

Es cierto que el programa Leader apenas maneja presupuesto para generar cambios importantes en los medios rurales. "No se pude curar un cáncer como el que padece las áreas rurales con una aspirina. Las áreas rurales necesitan un gran apoyo económico, pero en otros muchos aspectos su implantación ha sido muy positiva", aseguran los dos responsables académicos. Hasta hace unos años apenas se hablaba del concepto geográfico de comarca. Hoy día en Andalucía sí se habla de comarcas. Cuando se crearon los grupos de desarrollo rural hizo falta definir unos territorios sobre los cuales se actuaran y en estos últimos 27 años, en el tiempo en que el programa Leader ha estado presente en España, la gente ha comenzado a identificarse con esas áreas. Un ejemplo: Hoy día Sierra Mágina no es solo una realidad geográfica. Es, sobre todo, una realidad de identidad en que sus ciudadanos se sienten representados. Según los responsables del curso, el efecto demostrativo que ha tenido en diferentes actividades como por ejemplo el turismo ha sido uno de los elementos más evidentes de su éxito. "Gran parte de las iniciativas de turismo rural puestas en marcha en Andalucía han venido de la mano de Leader. Ese efecto demostrativo ha tenido también su traducción en pequeñas y medianas empresas", dice Francisco Navarro.

La Política Agraria Comunitaria se lleva, dependiendo de los ejercicios, entre el cuarenta y cinco y el cincuenta por ciento del presupuesto total de la Unión Europea. Hubo un tiempo en que se llevaba más del setenta y cinco por ciento de todo el dinero europeo. Poco a poco fue ganando peso la política de carácter regional o de cohesión y descendió el dinero destinado a la principal partida hecha de fondos europeos. En términos comparativos, además, el presupuesto global de la UE ha ido reduciéndose. A finales de los años noventa el dinero significaba el 1,24 por ciento de toda la riqueza de Europa. En el marco de colaboración actual no se llega ni tan siquiera al uno por ciento. "Europa invierte en fondos comunitarios un veinte por ciento menos de lo que invertía hace unos años", recuerda Eugenio Cejudo. "De todo el dinero de la PAC, el setenta y cinco por ciento es política agraria, política de mercado, las ayudas que se conceden al agricultor. Y el resto es política de desarrollo rural. Y dentro de ese último capítulo, Leader opta a un diez por ciento de los fondos", incide.

Con independencia de los ayuntamientos y las asociaciones de desarrollo, en el ámbito de programación de 2007-2013, solo se han contabilizado 4.077 empresarios beneficados de las políticas Leader, una cantidad ridícula en una región como Andalucía que supera los ocho millones de habitantes. "Eso se traduce en una falta de iniciativa empresarial evidente en el mundo rural que debería de llevarnos a la reflexión. Son muchos más los perceptores de ayudas que aquellos que luchan por poner en pie una iniciativa generadora de riqueza", asegura Eugenio Cejudo.

Uno de los problemas más severos a los que el campo se enfrenta en los últimos años es a su despoblamiento. En España hace años que la punta de la pirámide dejó de mirar hacia arriba. El campo español dibuja una pirámide invertida que se traduce en una pérdida de población cada día más preocupante. Hay más de mil seiscientos municipios españoles con menos de mil habitantes. Hay, entre ellos, algunos llamados a desaparecer. Ese dato es preocupante en especial en Castilla, el Sistema Ibérico, parte de los Pirineos y los grandes altiplanos. Es menos grave en Andalucía donde la mayor despoblación se da en las zonas altas de la Andalucía Oriental y en algunas zonas de la Sierra Morena onubense. Hay un dato esclarecedor: En el ochenta por ciento del territorio español apenas vive a día de hoy un veinte por ciento del total de la población española. La pregunta es: ¿Qué se pierde si se pierde el mundo rural? La respuesta la tienen clara ambos profesores: "Mucho. Se pierde patrimonio natural y cultural, medio ambiente, identidad, tradiciones, saberes, unidad y futuro", aseguran ambos.