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Artículo de David Suárez Fuente, publicado en El Comercio.

El Ayuntamiento de Navia ha rendido homenaje esta semana a Manuela Victoria Pérez y Josefina López, madre e hija, ambas ganaderas de Villapedre, que «representan lo que es la vida en el mundo rural», destacó la edil de la Mujer, Margarita Suárez, quien cree que ambas mujeres «pueden dar un ejemplo de vida y mostrar las diferencias y el avance que ha sufrido» el campo en estos últimos años.

Manuela Victoria Pérez, a sus 83 años, acudió a las escuelas del pueblo a recoger este galardón y puso de manifiesto que, en sus inicios, trabajar en la ganadería «fue muy duro». Recordó en un emotivo discurso cómo la llegada de productos como la patata «trajeron algo de dinero» al pueblo y reivindicó la igualdad de la mujer en un mundo en el que «no nos dejaban sacar el permiso de conducir porque estaba mal visto», puso como ejemplo esta vecina que, como tantas otras, además de las tareas del campo «tenía que hacerme cargo de las cosas de casa».

Su hija Josefina López le agradeció todos sus esfuerzos y desvelos. «Vivió muchas dificultades y, gracias a su labor, mi camino fue más llevadero», reconoció. Ambas son las artífices de una ganadería que comenzó con apenas cuatro cabezas de ganado y que hoy ya tiene doscientas. Los cambios en el sector no solo se han producido en la tecnología y la maquinaria sino que «ahora las mujeres podemos ser titulares de la ganadería y tenemos derecho a baja maternal», recordaba López, quien aseguró que «fueron avances muy importantes».

Esta ganadera reclamó en su intervención ayuda para que la mujer se incorpore al mundo rural y pueda salvar el campo. Pero, para ello, «es necesario que cuente con tiempo libre para poder relacionarse con la sociedad».

La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, expresó también su preocupación por la despoblación que está afectando sobremanera al mundo rural y reclamó soluciones que «requieren de políticas de Estado, en las que hay que sumar esfuerzos». Insistió asimismo en la necesidad de que en los pueblos exista la misma igualdad de oportunidades que en la ciudad. Por eso cree que el gran reto está en llevar internet a toda la zona rural, tal y como ocurrió con la luz en los años ochenta del siglo pasado. «El campo sigue teniendo futuro. Tengo una gran esperanza porque conozco a muchas mujeres que cada día se empeñan en hacer bien su trabajo», destacó la consejera, quien reclamó a las administraciones que «den respuesta a las necesidades del campo».

Álvarez también apostó por la diversificación: «Fueron las mujeres ganaderas las primeras que supieron buscar otras oportunidades de negocio», como la casa rural que regentan las dos homenajeadas ayer, que restauraron la casa familiar para dedicarse al turismo rural.