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La Generalitat de Cataluña ha constituido una comisión de trabajo para estudiar por primera vez medidas para frenar la despoblación del ámbito rural de Cataluña, que pierde población desde el siglo XIX.

La consellera de Agricultura, Meritxell Serret, que ha presidido la reunión constitutiva de la comisión, ha destacado que "esta es la primera vez que Cataluña afronta de forma interdepartamental y participada estrategias para incidir en el desequilibrio territorial".

Serret, que ve en el sector primario "el eje central para generar dinamismo socioeconómico y arraigar la población" en el territorio, ha afirmado que "las políticas deben ser capaces de generar oportunidades y favorecer que los jóvenes puedan salir adelante con proyectos profesionales y de vida en las zonas donde se da despoblamiento, principalmente rurales".

La consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ha dicho que se tienen que favorecer oportunidades a través del sector primario, aunque, ha precisado, "no sólo la agricultura, la ganadería, la silvicultura, y la producción de alimentos generan oportunidades y actúan y gestionan el 90% del territorio rural de Cataluña, también hay que reforzar la transversalidad de la política para el desarrollo rural".

La comisión creada hoy será la encargada de evaluar la situación actual de la despoblación de algunas zonas rurales de Cataluña y de impulsar la coordinación y priorización de las políticas para atenuar las causas del desequilibrio demográfico y territorial.

La comisión ha acordado crear unos grupos de trabajo para el mantenimiento de la población, los servicios en el territorio, salud, educación, movilidad y comunicaciones rodadas o dinamización económica y trabajo que se concretarán en la próxima reunión.

La comisión coordinará la elaboración de un informe, con las aportaciones de los diversos departamentos implicados, en el que se evalúe la situación actual de despoblación de algunas zonas rurales e identifique líneas de trabajo de mejora, desde las áreas de salud o asuntos sociales hasta las de empresa o prevención y extinción de incendios.

La evolución demográfica en Cataluña, desde el siglo XIX, muestra una pérdida continua de peso demográfico y económico de las comarcas interiores en beneficio del entorno de Barcelona y el litoral.

Esta concentración de población en las zonas urbanas del litoral se contrapone a que el 90% del territorio restante es rural.

El 60% de municipios de menos de 1.000 habitantes ha perdido población entre 2008 y 2015, especialmente en las zonas del Prepirineo, los campos secanos de Lleida e interior de Tarragona y Tierras del Ebro. EFE