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Los bramidos de los ciervos macho y el seco chasquido cuando chocan sus cornamentas en liza por las hembras rompen la quietud de los amaneceres y atardeceres otoñales en muchos campos de la Península Ibérica: es la berrea, un filón turístico que está potenciando el desarrollo rural de España.

Este espectáculo natural consolida año tras año ofertas de turismo rural, con propuestas de todo tipo para ser testigos en primera persona de esta época del celo de los ciervos, según las empresas de turismo activo consultadas por Efeagro.

En el sur peninsular, el parque de Los Alcornocales (Cádiz), alberga a una población de ciervos que ronda los 35.000 ejemplares.

Una de las compañías que opera en la zona es Genatur; su gerente, José Contero, explica que ofrecen excursiones de tarde-noche en una finca de 8.000 hectáreas (Montes de Propio), a 60 kilómetros de Jerez de la Frontera.

Antes de desplazarse hasta el lugar de observación -provistos de prismáticos y teleobjetivos-, les explica a los participantes cuestiones relacionadas con la berrea, como la caída de la cuerna o la época de celo de los venados.

En el norte, por su parte, la Red Cántabra de Desarrollo Rural propone salidas de tres horas de duración en el parque natural de Saya-Besaya, en la zona de Alto Campoo y en Liébana.

Según la técnico de apoyo en Coordinación de dicha Red, Ángela Pombo, la propuesta es disfrutar de este espectáculo, desde el "máximo respeto posible" a la especie en este momento "delicado" de su ciclo vital.

Por esa razón, el número de componentes de cada grupo es reducido (un máximo de 10 personas); acompañados por un guía, observan los grupos de ciervos con prismáticos y telescopio en turnos al amanecer y al atardecer.

En la sierra zamorana de La Culebra, la empresa "Llobu" ha preparado diversas actividades de turismo de naturaleza para conocer los secretos de este espacio natural, con observaciones de lobo ibérico y, también, de la berrea en estas fechas.

Su gerente, Javier Talegón, precisa que ofertan avistamientos al amanecer y completan la actividad con talleres de divulgación y educación ambiental.

El interés creciente por contemplar la berrea es tal en esa zona que Talegón reclama una regulación de la actividad, ya que según su experiencia hay personas que acuden a título personal y se acercan tanto a los cérvidos que éstos salen huyendo e interrumpen esa etapa natural del animal.

En la comarca leridana de Pallars Jussà, la empresa "Rutas 4x4 Ignasi" propone recorridos en todoterreno para un máximo de 12 personas, una modalidad que atrae cada año a cientos de turistas españoles y numerosos extranjeros, según su gerente, Judit Albert.

Entre las rutas, figura la destinada a ver la berrea -hasta mediados de octubre-, aunque puede prolongarse más tiempo en función de la situación meteorológica, que influye en el período de celo.

Las salidas al campo son de mañana y tarde y, además de la berrea, se incluye en la actividad otras observaciones de fauna, como las aves carroñeras.

Junto a las tradicionales ofertas turísticas del otoño, como la vendimia o la recogida de setas, la berrea es una cita que cumplir para los amantes de la naturaleza.