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La Comisión Europea ha elaborado un demoledor informe de 39 páginas en el que subraya la existencia de graves deficiencias en el Plan de Desarrollo Rural (PDR) elaborado por la Generalitat Valenciana para el período 2014-2020 y con el que el Gobierno Valenciano esperaba obtener 450 millones en financiación.

En un lenguaje técnico pero suficientemente explícito, la Comisión Europea denuncia las deficiencias del documento y pide a España -su interlocutor oficial, aunque se trata del PDR valenciano- que facilite "toda la información adicional necesaria y en su caso revise el programa".

A partir de ahora se abre un período en el que la Generalitat deberá revisar el PDR en la línea del mandato de la Comisión y esperar una decisión que sería definitiva y que en el mejor de los casos podría derivar en recortes en los apartados más criticados e incluso su descarte definitivo como políticas subvencionables.

La Comisión cuestiona desde las formas -"La presentación del programa debe mejorarse: la información ha de ser pertinente y debe presentarse en la sección correcta, las repeticiones deben evitarse...", dice el documento- hasta las cuestiones de fondo por las que la comisión "invita" a la Generalitat Valenciana (Reino de España) a "reevaluar/reconfirmar su estrategia una vez se transmita la evaluación previa".

Carencias esenciales

El informe europeo asegurar que el análisis DAFO - estudio de las características internas de los proyectos (debilidades y fortalezas) y su situación externa (amenazas y oportunidades)- es "bastante superficial en la descripción de los problemas medioambientales y, por tanto, debe mejorarse".

"En particular, la estrategia deberá tratar los asuntos relativos al medio ambiente y el clima, incluida la contaminación y la escasez de agua, la protección del suelo, las elevadas emisiones de Gases de Efecto Invernadero, la biodiversidad y los retos de Natura 2000, con medidas convincentes", añade.

A la superficialidad de los "argumentos" basados en criterios medioambientales que detecta Europa, hay que añadir una cierta desconfianza sobre el grado de participación pública que ha tenido el plan.

Europa está obsesionada por conseguir que todos los planes y programas que cuentan con su financiación sean fruto de un debate previo y real entre las partes interesadas y futuros beneficiarios/afectados por sus políticas. Sin embargo, con frecuencia estas consultas se limitan a "cumplir un expediente" sin que existe un verdadero debate.

"En particular-dice la CE al respecto- se deben proporcionar explicaciones respecto a la divulgación oportuna de la información pertinente y el acceso fácil a ella, el tiempo suficiente para que los socios analicen y comenten los documentos preparatorios clave, los canales disponibles a través de los cuales los socios hicieron preguntas, aportaron contribuciones y fueron informados de la manera en que se habían tenido en cuenta sus propuestas y la difusión de los resultados de la consulta".

En esta línea, los procesos de consulta previa ya habían recibido algunas críticas desde algunos sectores como la Plataforma Forestal Valenciana -pese a reconocer cierta voluntad en algunos departamentos de la Administración Valenciana o las organizaciones agrarias.