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Las campañas electorales son lo que son; no obstante y puestos a exigir, deberían servir para hablar de lo que se está cociendo. Y no ocurre así. Al menos en la pasada campaña para las elecciones europeas poco, por no decir nada, se habló de la Política Regional europea. Tampoco se habló de la Política Agraria Común (PAC). Son las dos políticas comunitarias con mayor dotación presupuestaria.

Sirvan las palabras pronunciadas por el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco, Joaquín Olona, tanto en Daroca como en Costa Rica: “Resulta lamentable comprobar el desinterés y desconocimiento que demuestran nuestros propios políticos y medios de comunicación por dichas políticas, incluso en plenas elecciones europeas”. Contrasta con ello el interés que muestran países como Costa Rica por las políticas públicas europeas.

La “pregunta del millón” es: ¿Recibe Aragón todos los fondos que podría recibir y aprovecha adecuadamente lo que recibe? Se puede contestar que hasta ahora sí, con un nivel elevado de eficacia y eficiencia. Sin embargo, las cosas han cambiado y ha comenzado a bajar el nivel de ejecución.

En materia de cofinanciación hay que mirar al Gobierno de Aragón y al Gobierno de España, ya que deben comprometerse presupuestariamente para que Europa haga lo mismo. El problema lo encontramos en el Gobierno de España, que es el que viene haciendo, de forma coloquial, la puñeta en esta materia.

Conviene recordar que hay tres grandes políticas en la Unión Europea: Cohesión, Agraria y Competitividad. No hay que confundir Política de Cohesión con Fondos de Cohesión, que eran los que recibía España junto con Portugal, Grecia o Irlanda.

La Política de Cohesión consta del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y del Fondo Social Europeo (FSE). El FEDER va orientado a infraestructuras como comunicaciones, agua y energía. El FSE por su parte va encaminado a formación, inserción y empleo activo.

La Política Agraria Común consta del llamado primer pilar (ayudas directas de la PAC) y del segundo pilar (Desarrollo Rural). El primero es el Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA), y el segundo es el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).

La Competitividad adquiere una especial dimensión en el nuevo periodo comunitario 2014-2020. Hace referencia a proyectos de Investigación y Desarrollo. Es lo que se ha dado en llamar el Horizonte 2020. Es todo un rompecabezas pero bueno será que la Administración y los políticos se rompan la cabeza para conseguir el máximo rendimiento de los presupuestos públicos, es decir, para “optimizar cada euro”.

Es importante tener en cuenta el final de la ponencia presentada por Joaquín Olona en San José de Costa Rica y cuyo título era “La Política Regional de la Unión Europea: Un referente para Latinoamérica”. El texto es éste:

“Una de las principales lecciones aprendidas es no afrontar todos los problemas a la vez porque eso conduce a la ineficacia cuando no a la inoperancia o al fracaso. Los recursos y capacidades, sean los que sean, siempre son limitados y deben concentrarse en las necesidades más relevantes. Para la nueva etapa 2014-2020 los ámbitos seleccionados para la Política Regional han sido I + D + i, PYMEs, TIC y Economía Baja en Carbono”.