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Artículo de Esther Amora, publicado en ABC.

Joan Lluís llevaba casi toda su vida ejerciendo de médico en el ambulatorio de Gandesa (Tarragona). Disfrutaba trabajando en el entorno rural, aunque este año se prejubiló. Su compañera Noemí, otra veterana del centro que lleva más de 20 años asistiendo a la población de la zona, también está llamada, por edad, a colgar en breve el fonendoscopio. Sus dos bajas no serán las únicas en la ajustada plantilla de este Centro de Asistencia Primaria (CAP) que cubre desde hace años bajo mínimos a las doce poblaciones que integran la comarca de la Terra Alta, ya que en 2019 dos médicos más de los ocho contratados actualmente también se darán de baja por jubilación, con lo que esta zona perderá la mitad de los facultativos que hasta ahora garantizaban la cobertura sanitaria.

De las dos jubilaciones de 2018 solo se ha cubierto, por ahora, una, la de Joan Lluís, aunque al médico de la zona que ha venido a sustituirle «le quedan pocos años para jubilarse», según explica a ABC el alcalde de Gandesa y presidente del Consejo Comarcal de la Terra Alta, Carles Luz, quien expresa la preocupación de las autoridades municipales por la falta de médicos dispuestos a ejercer en la comarca. «No es algo nuevo, aunque estamos llegando a una situación límite que nos angustia», asegura el alcalde.

El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) advierte en un documento de que esta escasez de facultativos se acentuará en los próximos diez años, en los que se prevé que se jubilen 9.168 médicos en esta comunidad, casi un tercio de los 32.714 que hay en activo.

S.O.S de los alcaldes

Al progresivo envejecimiento de las plantillas se suma la falta de atractivo de algunas plazas de zonas rurales como la Terra Alta, en las que los médicos deben asumir la presión asistencial de varios pueblos colindantes sin recibir estímulos ni incentivos a cambio. Ante esta situación y la falta, por el momento, de acciones efectivas por parte de la consejería de Salud, varios municipios de esta comarca tarraconense han lanzado una propuesta a las autoridades sanitarias: ofrecer alojamiento y desplazamientos laborales gratuitos a los facultativos que accedan a trabajar en la zona. Es el «gancho» que utilizan para captar médicos y están dispuestos a mantenerlo, previo beneplácito de las autoridades sanitarias.

La idea cobró forma el pasado junio cuando varios municipios de la comarca se reunieron con el director del Equipo de Atención Primaria de la Terra Alta, Francisco Guardia, su interlocutor con la consejería, para abordar el problema. En el transcurso del encuentro los alcaldes transmitieron su propuesta al responsable comarcal y le encargaron que la elevara a la consejería de Salud. «No podemos estar más tiempo sin soluciones. Ante la falta de respuesta de la Generalitat, hemos decidido pasar a la acción porque el problema es grave», dice Luz. Reconoce que las condiciones de trabajo en la zona pueden «resultar poco atractivas» para los facultativos, por lo que reclama a la Generalitat, que establezca incentivos que hagan más apetecible la plaza.

20 km en 40 minutos

«No es lo mismo estar de guardia en una localidad costera con buenas carreteras que cubrir una población donde hay distancias importantes con carreteras comarcales que demoran el tiempo de llegada», admite el alcalde. Lo ilustra con un ejemplo: «Del pueblo de Gandesa a Prat del Comte hay solo 22 kilómetros, aunque tardas 40 minutos en llegar», denuncia Luz.

Aunque la propuesta de los alcaldes aún no ha recibido respuesta, el departamento reconoce el problema que sufre la comarca tarroconense de Terra Alta con el relevo de los médicos que se jubilan y la falta de profesionales que quieran ejercer en zonas rurales periféricas.