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El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria, se ha reunido hoy con representantes de la 'Asociación de Perros de Agua del Cantábrico', encabezados por su presidente, José Felipe Ruiz.

La Consejería de Desarrollo Rural ha encargado un estudio a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid para el análisis de esta raza y su posible clasificación como raza autóctona. Para el desarrollo de este estudio, desde la Dirección de Ganadería, se han remitido varias muestras que se compararán con las razas caninas existentes, con el fin de establecer si existe una diferenciación clara de esta raza, con respecto a las ya clasificadas. A mediados de marzo se celebrará una reunión entre miembros de la Consejería, representantes de la 'Asociación de Perros de Agua del Cantábrico' y el catedrático, responsable del proyecto, para analizar los resultados obtenidos hasta el momento.

El perro de aguas del Cantábrico ha formado parte de las tradiciones y formas de vida de los distintos poblados de pescadores de la Cornisa Cantábrica. Este animal ha sido utilizado tradicionalmente en las labores pesqueras y se ha conocido, mayoritariamente, con el nombre de perro de lanas.

Entre las labores desempeñadas por estos perros se encontraba la recogida de peces que se escapaban de las redes, llevar los cabos a tierra para proceder al atraque, así como el rescate de náufragos y el aviso sobre las incidencias acaecidas en el barco, como caídas al agua de marineros, identificación de las previsiones meteorológicas, etc.

Desde mediados del siglo XX, con la aparición de las nuevas tecnologías, pierde fuerza su presencia en los barcos pesqueros y comienza un progresivo declive. Son numerosas las referencias literarias y artísticas que demuestran la conexión de este animal con el mundo cotidiano y el desarrollo de los pueblos costeros de Cantabria.