REDR

De los nubarrones negros que sembraban de dudas el futuro del Palacio de Almanzora, se ha pasado a una amanecer esperanzador.

El estado de semiruina en el que se encuentra este hermoso y único ejemplo arquitectónico de neoclasicismo preciosista del siglo XIX en la provincia de Almería, podría tener las semanas contadas.

El gerente del Programa de Desarrollo Rural del Almanzora, César Martín Cuadrado, anunciaba a Ideal el pasado día 28 en Cantoria la inminencia del inicio de los trabajos de restauración que «permitirán que una parte importante del palacio luzca como en su pasado esplendor».

César no se aventuró a dar cantidades ni tiempo de duración ni qué trabajos de restauración se van a llevar a cabo en las dependencias que ocupaban las antiguas caballerizas y lugar donde se almacenaban las cosechas del campo, cuyo estado actual ha mejorado obstensiblemente, gracias a los trabajos de limpieza y mantenimiento de la Asociación de Vecinos que, bajo el lema 'Salvemos el palacio', se han propuesto devolver el esplendor al palacio y su reconversión en centro cultural de referencia en la provincia de Almería, a través de una Fundación constituida a tal efecto.

Martín Cuadrado anunciaba la pronta restauración de esta parte importante del edificio en el transcurso de los actos organizados con motivo del Día de Andalucía y a favor de la recuperación, actos organizados por la mencionada asociación vecinal para demostrar el enorme potencial turístico y cultural de un inmueble que, en su conjunto, precisa de actuaciones urgentes debido al estado de deterioro tan alarmante que sufre y refleja en la actualidad.

Unos actos que comenzaron con el concurso de migas y con un jurado compuesto, entre otros, por el pintor García Ibáñez, el gastrónomo Antonio Carmona, el gerente del Grupo de desarrollo Rural del Almanzora César Martín, por el alma mater de 'Salvemos el palacio', Lázaro Cazorla, y por el empresario local Fulgencio Cazorla, coartífice, junto al alcalde de la villa, Pedro María Llamas, de la incorporación al patrimonio local de tres cuartas partes de este edificio blasonado con el escudo de los marqueses de Almanzora. El programa lo completó la proyección de una película sobre los cinco últimos marqueses de palacio de Almanzora y sus linajes, y la actuación de un coro integrado por 30 voces inglesas en la iglesia-capilla del palacio, restaurada en los años 80 con la ayuda económica de los vecinos.