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Una vez cruzados los Pirineos y ya en territorio francés, los miembros de la expedición Ruta Rural Primavera 2011, que cuenta con la colaboración de la Red Española de Desarrollo Rural,hicieron parada en Carcassone, donde fueron recibidos en la Cámara de Industria y Comercio. Allí les explicaron cómo funciona y en qué consiste el desarrollo de una marca territorial, a través de un ejemplo con fuerte trayectoria que reúne a diferentes actores, públicos y privados, en un proyecto común: la marca  ‘Le Pays Cathare'.

Esta experiencia se concibe como una marca transversal de proximidad; es decir, no se trata solamente de una marca comercial centrada en la calidad, sino que incluye al territorio, intentando poner en valor la identidad y el desarrollo rural y sostenible. A partir de una coordinación conjunta de diferentes organismos (cámaras de comercio e industria y otras), se brinda una estructura al proyecto a nivel institucional y de asistencia técnica, consiguiendo una marca de calidad en agricultura, artesanía y turismo que, además, sirve como una seña identitaria de la región.

El equipo tuvo oportunidad además de visitar diferentes emprendimientos productivos asociados a la marca y conversar con quienes los llevan a cabo. Así, pudieron ver una casa rural, una panadería tradicional y un taller de orfebrería, y dialogar con quienes trabajan allí sobre el impacto de la implantación de la marca en sus productos y servicios y las perspectivas de futuro.

El equipo tuvo la ocasión (y suerte) de visitar la ciudad antigua de Carcassonne y conversar con una guía de asociación de guías de turismo, quien les explicó, entre otras cosas, el aprovechamiento turístico de esta ciudad medieval en el entorno rural de la zona.

La expedición atravesó el sur francés para llegar al monasterio de Arantzazu (País Vasco) por la noche, en medio de la noche, el silencio y rodeados de cimas y cumbres que se adivinaban con la claridad de luna.