REDR

Con motivo del 30º aniversario de la metodología LEADER, desde la Red Española de Desarrollo Rural hemos querido conocer las experiencias LEADER más enriquecedoras de estos últimos años entre los grupos de acción local y redes territoriales que forman parte de REDR. Para ello, hemos pedido a diferentes referentes territoriales que describan su propia experiencia con LEADER a lo largo de tres décadas.

Esta semana os traemos el testimonio de Elisa Esteban, gerente de SOPRODEVAJE.

Mi primer contacto con la metodología LEADER fue en 1991, trabajaba como Agente de Desarrollo Local y me encargaron un estudio socioeconómico para empezar a definir un plan estratégico para presentar a la UE (Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata), pero realmente me empapé de LEADER cuando empecé a trabajar en SOPRODEVAJE, en 1992.

Soy de un municipio pequeño (apenas 300 habitantes), y en aquel momento ya se vislumbraba cómo los jóvenes empezábamos a abandonar los pueblos por falta de expectativas laborales. Me sentí una privilegiada por poder trabajar en buscar oportunidades para el mundo rural, pero además era la primera vez que nos llegaban desde la Unión Europea unos fondos para atender las necesidades concretas de las zonas rurales; sin duda alguna, era algo totalmente innovador y un reto apasionante: se delegaba en los habitantes de un territorio, la toma de decisiones sobre el futuro de sus propios pueblos.

Es fácil visibilizar los importantes cambios que ha sufrido el Valle del Jerte y, sin duda alguna, "la semilla de LEADER" ha contribuido especialmente a ello; la inteligencia colectiva y la responsabilidad compartida han sido elementos esenciales en el camino recorrido. Además de estos intangibles, claves para la transformación, se aprecia claramente cómo se ha diversificado la economía del Valle, el sector agroalimentario sigue siendo el motor y hemos contribuido a su competitividad, pero el turismo o los servicios de proximidad han tenido un desarrollo importante. LEADER ha contribuido a generar y mantener empleo, y los jóvenes y las mujeres han tenido un protagonismo especial en ello, y en todo este proceso la formación y la apuesta por la innovación han sido esenciales. 

Creo que la capacidad para consensuar estrategias, planificar y anticiparse unidos a los cambios, el fortalecimiento del capital social, la gobernanza participativa, los espacios de cooperación, la apuesta por la innovación... son los principales valores añadidos de LEADER; todo el esfuerzo y el tiempo que esto lleva aparejado no es fácil cuantificar. Otro aspecto fundamental para mí de la metodología ha sido el equipo humano que tengo a mi alrededor, su compromiso e implicación.

Respecto al papel determinante de LEADER en el desarrollo de nuestra comarca, me quedo con lo que creo que es uno los cambios más visibles, la evolución exponencial que ha sufrido el sector turístico. En 1992 no había prácticamente nada, costó un esfuerzo importantísimo que la gente creyera que el turismo podría ser una fuente de ingresos y de empleo, prácticamente a los primeros promotores de turismo rural tuvimos que ir a buscarlos a casa... Hoy, tenemos más de 2.000 plazas de alojamiento y somos un destino rural reconocido a nivel internacional.

Otro ejemplo que ha marcado nuestra historia fue la campaña a nivel europeo que lanzamos para promocionar nuestra cereza autóctona, la picota. Esta cereza no era apreciada por el mercado europeo porque, al no tener rabo, se entendía que tenía un defecto; a partir de esa campaña, las cosas cambiaron, y actualmente se comercializa en torno a un 60% a nivel internacional.

Como propuesta para el futuro, considero que debería establecerse una apuesta por una verdadera política territorial para el mundo rural con carácter integral y transversal, y los GAL, como estructuras representativas de la sociedad de un territorio, deberían de jugar un papel protagonista en todo ello. Los proyectos colectivos clave para afrontar los grandes retos (transición energética, digital, reto demográfico, emergencia climática, ...) deberían ocupar una parte fundamental de las EDLP pero, para ello, es necesario una simplificación radical de todos los procesos, más recursos, mayor coordinación y más tiempo para la dinamización, para estar y escuchar a la gente...