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30/06/2013 Área: Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación Fuente: AGUJAMA
El proyecto ha constado de dos fases: la fase de asistencia técnica, desarrollada durante las anualidades 2009 y 2010, y la fase de ejecución, realizada en las anualidades 2011 y 2012.
La iniciativa de trabajar por los
hábitats dispersos y aislados que salpican el medio rural de nuestro país
surgió desde la provincia de Teruel, y en concreto desde el grupo de acción
local AGUJAMA. Este proyecto tomó forma como proyecto de cooperación interterritorial, aunando esfuerzos a la hora de trabajar ante
realidades territoriales diferentes pero con un nexo común: la abundante
existencia de pequeños asentamientos rurales aislados.
Han participado en este proyecto 5 comarcas de ámbito nacional (que quedan plasmadas en el cuadro de abajo).
El ámbito de actuación se ha centrado en las personas que habitan núcleos rurales dispersos, dedicados al sector primario y/o terciario, administraciones públicas y población rural.
RESUMEN MUNICIPIOS:
Comunidades Autónomas |
Provincia |
Comarcas |
Nº municipios |
Aragón |
Teruel |
Gúdar-Javalambre |
24 |
Murcia |
Murcia |
Lorca y Sierra Espuña |
13 |
Cataluña |
Lleida, Barcelona |
Solsonés, Segarra, Anoia y Bages |
54 |
Andalucía |
Almería |
Los Vélez |
4 |
Cantabria |
Cantabria |
Asón-Agüera |
14 |
Galicia |
Lugo |
Ancares y Quiroga |
7 |
La finalidad de este proyecto ha
sido conocer la situación actual del hábitat disperso y contribuir a mejorar la
calidad de vida de la gente que lo mantiene. Dado el principio de
autosuficiencia y el modelo de desarrollo sostenible en el que se basan, se
considera de especial importancia su mantenimiento y transferibilidad a las
generaciones futuras.
Los objetivos han sido:
- Crear sinergias entre diferentes zonas rurales del territorio nacional caracterizadas por la presencia de núcleos poblacionales dispersos.
- Estudiar los recursos y las necesidades de cada realidad territorial.
- Contribuir a mejorar los servicios a la población básicos en el hábitat disperso, tales como: accesos, comunicaciones, transporte público, luz, agua…
- Impulsar la llegada de las nuevas tecnologías e Internet.
- Fomentar el uso de energías renovables para el uso doméstico y agropecuario y la depuración de aguas residuales.
- Estudiar nuevas alternativas más rentables para el sector primario apoyando la diversificación de actividades.
- Poner en valor el modelo de desarrollo sostenible que representan estas entidades aisladas dando a conocer su importancia para la sociedad en el mantenimiento del paisaje, la creación de biodiversidad, la prevención de incendios forestales, etc.
- Facilitar el reconocimiento social de los habitantes del hábitat disperso recuperando la memoria oral, cultural, agrosilvopastoral, gastronómica y folklórica.
- Propiciar la igualdad de género divulgando el papel de la mujer como motor de desarrollo de estas explotaciones aisladas.
- Fomentar estrategias
coordinadas entre propietarios y administraciones públicas.
Una vez conocidos los problemas
del hábitat disperso gracias al diagnóstico realizado y diseñados diversos
proyectos y estudios, la fase de ejecución centró sus esfuerzos en poner en
marcha distintas experiencias piloto para hacer frente a las principales
necesidades detectadas. Se desarrollaron varios proyectos piloto con los que se
exploraron servicios y alternativas necesarias en los hábitats dispersos.
Destacan los proyectos de “aplicación de nuevas tecnologías en el sector
ganadero” (AGUJAMA, Teruel), “instalación solar” (AGUJAMA, Teruel), la
“construcción de un invernadero/almacén de producción agrícola” (INTEGRAL,
Murcia) y el “aislamiento y calefacción de biomasa” (INTEGRAL, Murcia), la
creación de redes wifi-net (ANCARES COUREL) y el proyecto piloto de
“biodepuración de aguas residuales en el hábitat disperso” (ASÓN-AGÜERA).
Además, se realizaron diversas
jornadas y seminarios en los distintos territorios con el fin de trasladar la
situación del hábitat disperso y poner en valor su modelo de vida sostenible.
También se organizaron exposiciones sobre las masías y se realizó y editó la
guía “Masía sostenible” con la misma finalidad, la de dar a conocer al sector
público y privado los resultados de los estudios realizados en el hábitat
disperso y poner de manifiesto su potencial e importancia, utilizando la
difusión de los materiales realizados (folletos, DVD, fotografías, guías…).
Además, se llevó a cabo una recopilación y
propuesta de adaptación de la normativa urbanística existente en las distintas
regiones participantes en el proyecto. Esta acción, presentada en el proyecto
definitivo, no estaba prevista en el proyecto inicialmente presentado, ya que
se vio la necesidad de acometer dicho estudio precisamente como resultado del
análisis de campo realizado en la fase de asistencia técnica. Para que el
estudio se adecuase lo máximo posible a los problemas reales que tiene este sector
de la población tan olvidado, el de los masoveros y masoveras, los socios del
proyecto, en colaboración con una consultora urbanística experta en la materia,
prepararon una ficha con la que cada socio extrajo información de casos reales
de problemas urbanísticos, de nuevo un trabajo de campo que garantizó que los
resultados del estudio fueran lo más útiles y aplicables posible.
Ya finalizado el proyecto, el grupo de coordinación, con la colaboración de los socios del proyecto, organizó una clausura del proyecto MASOVERA que tuvo lugar los días 14 y 15 de diciembre de 2012, una clara muestra de la voluntad y esfuerzos realizados por todo el equipo del proyecto MASOVERA para continuar luchando por su causa más allá del proyecto de cooperación. La clausura tuvo una doble finalidad: la de presentar los principales resultados del proyecto a representantes políticos a escala europea, nacional autonómica y local y realizar el Primer Encuentro Nacional de Masoveros de distintas partes de España. La clausura puso broche final a un proyecto que ha demostrado haber calado en la conciencia de muchas personas.
La apreciación de los organizadores después de terminado el plazo de cuatro años que tenía el proyecto, es muy positiva. Entienden cumplidos en gran medida los objetivos propuestos, si bien algunos de ellos se han conseguido sólo ponerlos en marcha y precisan de desarrollo posterior en el futuro y fuera de la cooperación.
En términos generales, los
resultados que se preveía conseguir mediante el presente proyecto eran
principalmente de carácter socioeconómico, pero en idéntico grado de
importancia también se esperaba contribuir a la conservación y mejora del medio
ambiente en las zonas de referencia.
Los beneficios desde el punto de
vista social y económico vienen derivados de las mejoras de los servicios
básicos, la llegada de nuevas tecnologías, la generación de nuevas alternativas
y modernización de los usos tradicionales, la transmisión de conocimientos y
valores a la población y la equiparación en cuanto a la calidad de vida de los
“masoveros” al resto de la población rural.
Por otro lado, a nivel
medioambiental los resultados obtenidos se contemplan en la difusión realizada
de un modelo de desarrollo sostenible tan peculiar como el de la vida en
hábitats dispersos, así como del mantenimiento de explotaciones agropecuarias
en esos entornos, que unidos tienen un importante papel como elementos
mantenedores del paisaje, creadores de biodiversidad y preventivos ante
incendios forestales. Además, simultáneamente se han obtenido logros de índole
ambiental al propiciar el uso de energías renovables, la depuración de aguas
residuales y mejorar la gestión de residuos y el aprovechamiento del agua.
El proyecto de cooperación
MASOVERA (MAsías SOstenibles. Vivir en Explotaciones Rurales Aisladas) ha
permitido en segundo y ulteriores términos analizar la situación actual del
hábitat disperso para tratar de mejorar los servicios básicos en estos enclaves
tan singulares que hasta el momento no habían sido objeto de ninguna atención
más allá de su reconocido valor patrimonial. Si bien en los últimos años se han
desarrollado políticas, planes y programas orientados al ámbito rural urbanizado
(=núcleos de población), no se puede decir lo mismo sobre el apoyo a los
hábitats dispersos, que han permanecido olvidados. Desde este punto de vista,
el resultado e impacto de MASOVERA ha sido muy exitoso.
Del diagnóstico realizado en el
hábitat disperso de los territorios participantes en el proyecto se concluye
que estamos asistiendo al declive de una forma de vida tradicional, que ha
perdurado durante siglos adaptándose año tras año al entorno, con un importante
papel como dinamizadora del medio rural y con una gran riqueza en cuanto a
patrimonio histórico, social, cultural y natural. Esta conclusión nos pone
sobre la base de una actuación futura en el hábitat disperso.
Aunque sigue siendo pronto para
hablar de otros impactos más materiales o cuantificables derivados de las
acciones del proyecto, podemos aseverar que las acciones de la fase de
ejecución están haciendo mella en los territorios participantes. Las acciones
para la difusión y promoción del proyecto (elaboración del folleto informativo
y del DVD sobre las masías, las apariciones en los medios de comunicación etc.)
pero sobretodo la puesta en marcha de los proyectos piloto en el hábitat
disperso han permitido que los habitantes de estos núcleos aislados se sientan
protegidos y amparados por alguna institución (en este caso, el MAGRAMA), que
según algunos de ellos han confesado, es la primera que ha conseguido llegar a
ellos con inversiones útiles y necesarias para su mejora de la calidad de vida,
objetivo prioritario del proyecto MASOVERA.
Territorialmente, cabe destacar
que cada zona socia del proyecto ha orientado individualmente a unos resultados
más específicos sus acciones individuales. Así, mientras que en la zona
cántabra de Asón-Agüera se ha trabajado con la administración regional para
poder llevar adelante el proyecto de depuradora ecológica, (con superación de
las trabas administrativas y urbanísticas necesarias para ello), en Murcia se
ha tratado de profundizar en la vertiente agronómica del hábitat disperso, es
decir, en la apuesta y revalorización del sector primario como elemento clave
para su supervivencia.
Por otro lado, desde Cataluña
Central se tuvo muy claro desde el principio el aspecto de sostenibilidad de
las realidades en hábitat disperso que allí tienen, y se profundizó en su
puesta en valor y transferibilidad a tal efecto. En Aragón las necesidades a
cubrir eran más básicas, más primarias, por lo que el apoyo a pequeños
proyectos piloto demostrativos para el resto de la población residente en
masadas era una prioridad. Además, la sensibilización a las administraciones
públicas locales y regionales fue allí fundamental y su impacto muy relevante.
Por último, en Almería el aspecto social es el que más cobró relevancia, atendiendo a la población dependiente y residente a través de la formación. Y en Galicia se trató de potenciar las nuevas tecnologías y el aspecto social y cultural de las pallozas y aldeas.
Por último, siguen creándose sinergias entre los participantes del proyecto, que representan las diferentes zonas rurales españolas caracterizadas por la presencia de pequeños asentamientos dispersos. Las reuniones y visitas de los participantes entre sus territorios, está permitiendo el acercamiento a sus diferentes realidades territoriales, diferentes pero con un nexo común: la abundante existencia de pequeños asentamientos rurales aislados. Además, los responsables de los grupos participantes se están involucrando cada vez más en el proyecto, que consideran estratégico para sus territorios. Este trabajo conjunto permitirá transferir la metodología utilizada para conocer la situación actual de la población que habita en estas entidades dispersas, así como las soluciones planteadas para cubrir las necesidades básicas que se detecten. Además, aumentará la eficacia en los resultados obtenidos mediante las acciones de puesta en valor del modelo de vida y del importante papel de sus habitantes, ya que al diseñarlas y ejecutarlas en común tienen mayor peso y repercusión social. Lo más relevante es que se ha puesto de manifiesto la necesidad de dar continuidad a las acciones emprendidas. Por ello, los grupos del proyecto MASOVERA ya están trabajando en el desarrollo de la segunda fase del proyecto.
La culminación en un proyecto de cooperación interterritorial bajo metodología LEADER se debe a la decisión del actual Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) de fecha 9 de septiembre de 2009, por la que se aprueba el proyecto con una financiación global de 850.000 €
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