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¿A qué está ayudando el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) de la Subbética?

Hace poco más de un año hicimos un balance de las dos décadas de funcionamiento y de todo lo que habían supuesto los fondos europeos. Hay muchos objetivos que se han conseguido, otros que están en el camino y otros de los que tenemos que aprender. Hemos conseguido, por ejemplo, que el desarrollo turístico de interior sea el más extenso, amplio y variado de la provincia, y ello gracias al impulso de los fondos europeos y autonómicos. Poco a poco se ha demostrado que tenemos una riqueza ambiental y paisajística, y que podía generar actividad y empleo, pues había una demanda que no se atendía. El turismo rural se debe a los fondos europeos, como también se ha logrado mantener el nivel de población. No se han perdido habitantes en ningún municipio, al contrario de lo que sí ha ocurrido en otras comunidades autonómicas. También hemos ayudado a cohesionar la comarca.

Desde el punto de vista de la creación de empleo, ¿qué datos manejan?

Hemos ayudado a crear casi mil empleos directos, conseguidos gracias a los fondos de desarrollo, y casi 3.000 empleos indirectos. Y, por supuesto, la experiencia obtenida en la gestión de estos programas nos ha permitido participar en otros. El dinero europeo puede suponer el 50% de los fondos que gestiona el GDR.

¿Confían más los ciudadanos en el GDR que en las administraciones públicas?

No es que confíen más, sino que han descubierto que somos ágiles pese a la complejidad administrativa. Y ello en parte gracias a la Junta, ha permitido que sean los GDR los que paguen las ayudas a los emprendedores. El tiempo de respuesta a los expedientes es brutal, por lo que tenemos credibilidad y reconocimiento.

¿Hay quejas por la tardanza de la llegada del dinero?

No, hay quejas por la complejidad administrativa. Hay trámites que se podrían simplificar, pero los fondos públicos exigen gran cautela. En la burocracia excesiva sí tenemos muchas quejas, en el resto no.

¿Se ha notado la crisis? ¿Qué presupuesto maneja el GDR?

En el periodo comprendido entre 2009 y 2015, la Subbética va a gestionar unos nueve millones de euros en fondos públicos, de los que del programa europeo LiderA proceden seis. El resto son de otros tipos de programas: turismo, políticas de empleo, cultura, ambientales o de agricultura ecológica.

¿Está ayudando todo este dinero al equilibrio territorial entre comarcas?

Sin lugar a dudas. Y se ha conseguido, sobre todo, fijar la población, que era uno de los principales objetivos que nos había encomendado la Junta de Andalucía.

¿Uno se da cuenta desde el GDR de que las administraciones no funcionan tan bien como debieran?

Nuestro cometido es distinto al de la administración pública. Somos ágiles a la hora de pagar la inversión gracias a la Junta. Sí puede dar la impresión de que somos más accesibles, pero la Administración andaluza funciona bien.

¿Qué proyectos de los que han salido adelante destacaría?

Tenemos iniciativas muy destacadas, porque somos una comarca muy poblada, muy emprendedora, muy inquieta. Hay proyectos muy interesantes a nivel andaluz y nacional, como por ejemplo de desarrollo de turismo geológico de fabricación de cosméticos, que se exportan fuera de España. También hemos ayudado a la externacionalización agroalimentaria y somos pioneros en la complementariedad de ayudas con recursos financieros. También apostamos por el impulso a la cultura del emprendimiento teniendo como eje el sistema educativo. Hay un proyecto en marcha que se llama Creando cantera, en el que están implicados todos los centros educativos de la comarca. El profesorado ha incorporado a su proyecto curricular asignaturas específicas para detectar y desarrollar habilidades empresariales. Es un proyecto ejemplar que se va a exportar. También hemos trabajado para acercar mucho más las empresas del territorio al desempleado del territorio. La Subbética está a la vanguardia.