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Orihuela está a punto de empezar a definir cuál será su futuro con la revisión, pendiente desde hace años, del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) cuyos trámites se han puesto en marcha. Ahora es el momento de empezar a aportar ideas y la alcaldesa, Mónica Lorente, tomó muy en cuenta las directrices que puso sobre la mesa el arquitecto urbanista Alfonso Vegara el pasado lunes, en la presentación del Plan Estratégico de la provincia en Orihuela y su aplicación a la Vega Baja. Así, Mónica Lorente se quedó con conceptos como el de ecoaldea como salida a los núcleos rurales para marcar un desarrollo ligado al turismo. La regidora aseguró que la pedanía de Barbarroja será la primera en la que se ponga en marcha ese desarrollo ya que, dijo, se trata de un lugar "perfecto y privilegiado para poder enfocar su desarrollo".

El urbanista planteó mantener la estructura tradicional de los pueblos y explotar sus recursos para atraer a turistas que quieran vivir unos días en la tranquilidad de núcleos de población como las pedanías oriolanas. En el caso de Barbarroja, Lorente marcó un turismo encaminado a la tradición vinícola, los productos propios y otros elementos de interés "que la hacen única dentro del término municipal".

Hace unos meses, esta partida rural inauguraba la que es su primera casa rural, pero la intención es que, poco a poco, se desarrollen más iniciativas de este tipo para ampliar su crecimiento ligado al sector del turismo rural, aprovechando además otros elementos como la gastronomía y la naturaleza, ya que se desarrollarían rutas turísticas por las montañas que rodean a Barbarroja en torno al Pico del Agudo, caminos que tradicionalmente han usado sus habitantes para desplazarse hasta otras pedanías limítrofes, como es el caso de La Murada, al otro lado de la montaña, o para acudir incluso al centro de la ciudad a pie.

Patrimonio y cultura

Por otra parte y al margen del turismo rural, Lorente hizo hincapié en la consolidación del casco histórico oriolano de cara al turismo relacionado con la cultura y el patrimonio. La primer edil aseguró que va a hacer suyo el concepto planteado por el responsable de la Fundación Metrópoli acerca del patrimonio y cultura y abogó por integrar el casco antiguo en todo este tipo de planes de futuro para valorarlo de cara a las próximas generaciones de manera que "se lo encuentren mejor de lo que nos lo hemos encontrado nosotros". De este modo, indicó que es necesario darle vida y uso a esta parte de la ciudad "sobre todo con sectores relacionados con el nuevo turismo, el ocio y el comercio", explicó Mónica Lorente, que añadió que hay que entender esta zona "no sólo como la herencia que recibimos sino como el progreso que tenemos que dejar".

Precisamente esta semana ha habido movimientos en torno a las distintas peticiones para proteger el casco histórico oriolano. Por un lado, un grupo de vecinos avalado por cerca de 700 firmas de oriolanos y de personas relacionadas con el mundo de la cultura han solicitado la ampliación del BIC, lo mismo que los grupos del PSOE y Los Verdes en el Ayuntamiento, que llevarán el asunto a Las Cortes Valencianas para que se pronuncien al respecto.