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La Junta Directiva de ARA ha defendido la implementación del método LEADER en los territorios rurales a través de programas autonómicos frente a un Plan Nacional de Desarrollo Rural en el nuevo periodo de programación 2014-2020. En todo caso, este Programa Nacional podría establecer un marco normativo básico sobre definición de LEADER.

José Luis Bergillos, que ha presidido la reunión de la Junta Directiva, ha indicado que “Andalucía cuenta con un modelo desarrollo rural propio, descentralizado y que ha dinamizado la economía de las zonas rurales en estos últimos 20 años”.

En este sentido, ARA apuesta por un enfoque común de apoyo al desarrollo local liderado por el propio territorio, a través de una financiación multifondo, que permita a los Grupos de Desarrollo contar con herramientas diferentes al FEADER implementando acciones con fondos procedentes de otras políticas (cohesión, desarrollo regional, medio ambiente, etc.).

Durante la reunión, celebrada en el Centro de Innovación Rural de Andalucía (CIRA) en Osuna, ARA ha mostrado su preocupación por la participación del enfoque LEADER en el reglamento europeo. “Debe ser como mínimo un porcentaje similar al del anterior periodo: entre el 10 y 12 %. Y en ningún caso puede limitarse a financiar solamente actividades relacionadas con el sector agrario” ha opinado el presidente de ARA, la asociación que representa a los 52 GDR.

En otro orden de cosas, la Junta Directiva ha analizado y valorado positivamente la propuesta del Gobierno para la definición de las ayudas LEADER en un texto con rango de Ley.

Dicha norma propone regular la naturaliza pública de las ayudas LEADER que, para el período 2014-2020, se amplía a zonas periurbanas y urbanas denominándose Desarrollo Local participativo en el proyecto de Reglamento del Parlamento y del Consejo sobre el Marco estratégico Común.

La novedad de esta norma es reconocer a nivel legal que las ayudas LEADER son públicas. Y como consecuencia, los beneficiarios serán los que realicen la actividad subvencionada, en lugar del Grupo de Desarrollo Rural. Así, se plantea convenios de colaboración para que los Grupos puedan asumir las tareas para las que estén preparados, en función de la experiencia y medios que dispongan.

La nueva definición no necesita de cambios en la organización y gestión de los GDR. En la práctica, el cambio sólo se advertirá en el convenio de colaboración, en una mejor delimitación de las funciones que corresponden a las administraciones y a los Grupos.