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Cada tres años, la Comisión Europea publica un Informe de Cohesión en el que se analiza la efectividad de sus políticas de cohesión territorial, social y económica. Para ello realiza una consulta pública entre autoridades nacionales, regionales y locales de los Estados de la Unión Europea, actores sociales y económicos, organizaciones territoriales, entidades de la sociedad civil, ciudadanos, compañías, entidades educativas y otras instituciones. Las conclusiones del quinto informe sobre cohesión territorial, social y económica proporciona amplios indicadores acerca del futuro de la política de cohesión para el periodo de programación post-2013. Se basan en la consulta pública realizada entre el 12 de noviembre de 2010 y el 21 de enero de 2011, por la que se recibieron un total de 444 contribuciones.

Una de las principales conclusiones de este informe es la que se refiere al deseo de una mayor descentralización de la gestión financiera para las autoridades locales y regionales, con más flexibilidad en el diseño e implementación de programas operacionales dirigidos al contexto específico regional y nacional. En este sentido, los consultados apostaron por reforzar a través de medidas específicas la capacidad administrativa de los agentes locales y regionales.

También se muestran favorables a aumentar y mejorar el compromiso con los agentes locales, incluyendo la sociedad civil y el sector privado. En este sentido proponen mejorar el diálogo entre lo público y lo privado. Otra de sus propuestas es la flexibilización y simplificación de las reglas administrativas, en especial cuando existen fondos y limitados  y experiencia extensiva en la dirección de proyectos similares.

En general, los participantes mostraron su acuerdo con la estrategia de reforzar la atención hacia los territorios y las regiones con desafíos demográficos o geográficos específicos. Se mostraron también favorables a desarrollo de estrategias macro regionales como medios para apoyar a estas regiones. Se hizo también hincapié en los vínculos entre lo rural y lo urbano.

Los consultados están en líneas generales a favor del fortalecimiento del vínculo entre la política de cohesión y la Estrategia Europa 2020, pero en algunos casos recalcan la necesidad de mantener los objetivos específicos de la política de cohesión. Los participantes en este informe inciden en la necesidad de asegurar que la política de cohesión proporcione la flexibilidad necesaria para tener en cuenta el contexto local y regional, permitiendo a sus actores influir en las prioridades y metas de la política de cohesión a través del enfoque ascendente.

En este sentido, la mayoría de los consultados mostraron su apoyo a la propuesta de la Comisión de cara a un marco de trabajo estratégico común que incluyera otros fondos europeos además del Fondo de Desarrollo Regional Europeo, el Fondo Social Europeo y el Fondo de Cohesión, los cuales configuran en la actualidad la política de cohesión. Sin embargo, la mayoría de los participantes en la consulta no expresaron una posición clara en relación a los contratos de partenariado propuestos. Una mayoría de los Estados Miembros estaban a favor de la extensión de los contratos más allá de la política de cohesión.

Por otra parte, y aunque el informe muestra un apoyo mayoritario a la propuesta de que los programas de cohesión política deberían centrarse en un número de prioridades limitado con el fin de alcanzar los objetivos de Europa 2020, un número significativos mostró su preocupación por el modo en que las prioridades podrían establecerse. Muchos apuntaron que no debería existir concentración temática predefinida en el nivel de la Unión Europea.

Además, muchos de los consultados apoyaron la introducción de incentivos ligados a la actuación de la política de cohesión, pero tendieron a ser menos positivos acerca de la introducción de condiciones que no estén directamente relacionadas con la efectividad de la política. Generalmente, los consultados solicitaron más información detallada sobre las distintas opciones.

Los consultados apoyaron la introducción de mejores sistemas de control y evaluación ligados a un enfoque orientado a resultados de la política de cohesión. También reclaman mejores indicadores cualitativos y cuantitativos, que estén verdaderamente orientados hacia los resultados y alineados con objetivos identificados localmente. El medio ambiente, la innovación y la inclusión social fueron citados entre las principales prioridades políticas a definir.

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