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Artículo publicado en imFarmacias.

La farmacia juega un papel fundamental frente al envejecimiento de la población, asegura Caso. "Como nosotros solemos decir, cualquier establecimiento o servicio es completamente distinto en el mundo urbano y en el rural, de hecho, la farmacia rural se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y a lo que necesita la gente de ese territorio. En el mundo rural la farmacia se convierte en un faro, un observatorio permanente, la entrada a la sanidad. No solo ofrece asesoramiento, sino que da servicio a domicilio, charlas de formación...El rol de las farmacias en España es algo muy nuestro, no es común en la UE, más de 20.000 farmacias, más de 2.000 en municipios por debajo de 1.000 habitantes, es alucinante el trabajo que hacen, y el que pueden llegar a hacer".

El presidente considera que, para mejorar, es necesario que haya cambios en las leyes para que las farmacias puedan ofrecer otro tipo de servicios, vinculados a la sanidad y al cuidado de los mayores, que hoy en día no están recogidos en la ley de farmacias. "Las farmacias están infravaloradas en el mundo rural. Han dado muestras de lo que pueden hacer, pero hay que acompañarlas con leyes específicas para que puedan jugar el papel tan importante que deben jugar". El pasado febrero, el CGCOF y REDR ­ firmaron un convenio para mejorar el bienestar y la atención sociosanitaria en áreas rurales. Tal y como nos explica Caso, "estábamos trabajando en paralelo, en el mismo territorio. Vamos a explorar todas las vías de colaboración, las carencias que tiene el mundo rural y que podría cubrir la farmacia. Es como tener un Ferrari en casa y solo utilizarlo para ir a comprar el pan. Hay una población envejecida y el farmacéutico tiene una formación increíble, la farmacia se convierte en eje vertebrador, en fuente de asesoramiento, y puede hacer mucho más, donde no llegan las administraciones. Tiene una capacitación impresionante y no se está aprovechando".

El presidente nos habla de una realidad de los mayores en el rural con datos que demuestran que, al alejarlos de su entorno, no solo su calidad de vida baja, sino que también lo hacen sus expectativas de vida. "Hay que intentar que la gente mayor se quede en el sitio donde nació, acompañarlos y buscar nuevas fórmulas. Las nuevas tecnologías nos permiten trabajar de otra manera en la soledad no deseada. Tenemos que hacerles partícipes, escucharlos más, mantenerles en su entorno, de una manera viva, dinámica. En muchos casos son gente que puede todavía aportar mucho. No podemos mantener a la gente mayor en el medio rural si no hay un servicio asistencial potente. No nos damos cuenta de la inseguridad que transmitimos a los mayores, que ya se sienten vulnerables, cuando le quitamos el estado de bienestar, servicios esenciales, como es el médico, la farmacia, o incluso el panadero que viene una vez al día".

Caso no duda en armar que el futuro de la farmacia rural tiene que reescribirse: "No pensemos en el papel que juega la farmacia, sino en cuál podría llegar a jugar. Reinventémosla, hagamos una normativa especí­fica para las farmacias en el mundo rural. Además de dar más servicios, le daríamos contenido y más recursos a esas farmacias rurales que sufren unos ingresos precarios. Solo es una cuestión de cambiar el enfoque y ponernos manos a la obra. Vamos a reinventar la farmacia rural".