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COAG y la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente (FFRF) han firmado hoy en la sede de COAG, un convenio de colaboración para desarrollar un proyecto sobre “Compatibilización de Espacios Agrarios y la Conservación de la Biodiversidad”.

Los objetivos de esta iniciativa son la identificación de problemas existentes en relación a los daños que provoca la fauna silvestre a la actividad agroganadera. Según COAG, en los últimos años, “las dificultades en la convivencia entre fauna salvaje y sector agroganadero han ido aumentando de manera alarmante”.

Ambas entidades coinciden en que, “a través de la preservación de la agricultura y la ganadería se potencia la conservación de la biodiversidad y al mismo tiempo, gracias a la conservación de la biodiversidad, se protege y mantiene la actividad agroganadera”, motivo principal por el que han decidido colaborar.

Sin embargo, como consecuencia de varios factores (cambio climático, nuevas normativas y desaparición de miles de explotaciones agrarias), las dificultades en la convivencia entre fauna salvaje y sector agroganadero han ido aumentando de manera alarmante. “Las pérdidas ocasionadas en las explotaciones pueden elevarse en algunos casos hasta los 200.000 euros al año”, afirma COAG.

Por este motivo, tanto la FFRF como la Coordinadora, colaborarán en la complementación de una serie de cuestionarios distribuidos entre agricultores y ganaderos que sufren daños, con el fin de elaborar un informe de conclusiones.

Su intención es obtener, a partir de este informe, una serie de propuestas sobre “compatibilización” para plantear a las Administraciones Públicas, que integren la visión de diversos agentes sociales afectados por la convergencia entre el medio rural y la naturaleza.

Además de aportar soluciones factibles para compatibilizar la actividad agraria con la conservación de la fauna, según COAG, este proyecto persigue educar al colectivo agrario para que estas soluciones puedan hacerse efectivas.

De acuerdo a esta organización, para la consecución de estos objetivos generales, COAG está llevando a cabo la identificación de las especies que causan más daños, análisis de la legislación, investigación de ayudas económicas públicas y cobertura de seguros agrarios, obtención de información y descripción de las principales actividades agrarias que se ven afectadas y junto con la FFRF, el diseño y la realización de cuestionarios y entrevistas.

Por otra parte, una vez obtenidos los resultados del informe, se publicará una Guía de Buenas Prácticas, que incluirá:

• La comprobación de la afección real de los daños sobre el terreno

• La comparación de la situación en las diferentes comunidades autónomas y entre las distintas especies y tipos de explotaciones

• Las medidas y actuaciones adoptadas en los diferentes territorios que faciliten la coexistencia entre actividad agraria y fauna salvaje

• Las medidas y propuestas para llegar a la compatibilización de la fauna salvaje y la actividad agraria más viables desde el punto de vista económico, ambiental y social.

En este proyecto también colaborarán: WWF/ España, Seo Bird Life, Fundación Gypaetus, Fundación para la conservación del Quebrantahuesos, FAPAS, FIRE, Acción Natura, Grupo lobo Euskadi, Fundación Oso Pardo, ADESGA, Xarxa de Custodia del Territorio y Obra Social Caixa Catalunya Territori y Paisatge.

Una difícil convivencia

Para COAG, en los últimos años, debido a diversos factores algunos animales han cambiado su comportamiento. Las uniones regionales de esta organización, que mantienen un contacto directo con los profesionales del sector agrario, son testigos "in situ" de la situación actual de los campos en relación con la fauna salvaje.

COAG afirma que “no hay día que no reciban una llamada por parte de algún afiliado/a pidiendo ayuda y solicitando información ante el ataque de determinado animal: lobos, osos, perros asilvestrados, buitres, aves necrófagas o abejarucos”. Asimismo, parcelas de tierras de laboreo se ven afectadas por la presencia de jabalíes, corzos o ciervos.

Sin embargo ambas instituciones coinciden en señalar que determinadas actividades agropecuarias ayudan a generar y conservar el medio ambiente y la biodiversidad. “La actividad agrícola y ganadera es hoy por hoy, la garantía de un mundo rural vivo y sostenible”, añaden.