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La Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant) que prepara la Generalitat para frenar la sangría demográfica del interior de la Comunitat Valenciana ya está en marcha. El plan para combatir la despoblación, adelantado por Levante-EMV y que contempla ventajas fiscales y medidas de discriminación positiva para 72 municipios en peligro de extinción, fue presentado ayer en el Palau con tres anuncios importantes: este viernes el pleno del Consell constituirá la comisión interdepartamental que presidirá el presidente Ximo Puig y que tendrá un representante de cada conselleria para definir y coordinar las acciones; van a formarse mesas comarcales en las demarcaciones afectadas para proponer medidas; y las universidades valencianas van a recibir el encargo del Consell de realizar un diagnóstico profundo y riguroso sobre la situación y las propuestas de cambio. Además, un congreso contra la despoblación se llevará a cabo

La estrategia Avant fue presentada por el presidente Puig tras una primera reunión mantenida con la secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación, María José Mira, el director general de Administración Local, Antoni Such, y el delegado del Consell para la Unión Europea, Joan Calabuig.

En declaraciones a este periódico, el presidente de la Generalitat resumió la voluntad del plan que él mismo dirigirá: «Poner diques a la marea de la despoblación que ha dejado en la UVI a algunos municipios con el objetivo de que no se contagie a más poblaciones».

La Agenda Valenciana Antidespoblament buscará dar respuesta a los «problemas básicos» que afectan al mundo rural: la movilidad, la educación, la sanidad, los servicios financieros, el empleo y la fiscalidad, «que debe ser de discriminación positiva para estas zonas», según indicó Puig, para «superar» la desigualdad entre los ciudadanos que provoca la despoblación.

Desequilibrio territorial

El envejecimiento y la falta de relevo generacional marca el presente del interior valenciano. Y no es un territorio pequeño. Las comarcas del Rincón de Ademuz, la Serranía, el Alto Mijares, l'Alt Maestrat, els Ports y el Valle de Ayora suman más de una quinta parte de la superficie de la Comunitat Valenciana. En cambio, en sus 77 municipios solo hay empadronadas 44.549 personas: el 0,9 % de la población valenciana. El exiguo padrón (que aun así hincha la realidad) arroja una densidad media de 8,6 habitantes por kilómetro cuadrado, muy lejos de los 5.869 hab./km2 de la ciudad de València o los 20.868 de Mislata. Está por debajo incluso de lo considerado «desierto demográfico»: 10 hab./km2.

A Bruselas y al Fondo Local

El horizonte planteado para el despliegue de la mayor parte de acciones de la estrategia Avant es 2018. El programa implicará cambios legales. Además, Puig anunció ayer que como representante en el Comité de las Regiones reclamará a Bruselas más fondos comunitarios para la lucha contra la despoblación a partir de 2020. Asimismo, en las próximas semanas se pondrá en marcha la segunda parte del Plan del Fondo de Financiación de las Entidades Locales aprobado por el Consell el pasado 27 de enero, con 20 millones de euros. El objetivo es priorizar inversiones en municipios acechados por la despoblación. «Es importante visibilizar ya la lacra de la despoblación y actuar», dijo Puig.