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Artículo publicado en Periodista Digital.

La escritura o pintura mural tiene su origen en la palabra griega ‘graphein' (graffiti), que significa ‘escribir' y que es el término utilizado para englobar los diferentes tipos de esta escritura. Durante muchos años, las pinturas murales que hoy en día conocemos como grafitis estuvieron asociadas al vandalismo, por los que los artistas tenían que trabajar con el miedo a ser descubiertos y verse obligados a salir huyendo.

Con el tiempo, los grafitis han pasado a llamarse ‘street art' y han vuelto a demostrar su valor. En las ciudades, han sido los responsables de revitalizar los barrios más pobres; y en los pueblos, han sido capaces de arrojar luz y belleza a paredes envejecidas por el paso del tiempo y la despoblación.

Hoy queremos centrarnos en este último caso,hablando de rural art: murales, grafitis, vinilos, esténcil o pósters, entre otros métodos, que han cubierto de color y originalidad municipios de diferentes puntos de España. ¿Nos acompañas?

Seis pueblos que se han convertido en grandes destinos para artistas:

En la zona más agrícola de Lleida está Penelles, un pueblo que si bien no destaca por su tamaño (no supera los 500 habitantes), sí lo hace por su arte. El origen de su pasión por el rural art nació en 2016. Ese año, Penelles celebró la primera edición del Festival Gargar, con el objetivo de difundir la cultura artística en el mundo rural. El éxito fue tal que reunió a más de 24 artistas dispuestos a colorear más de 900 m2 de pared. Su arte convirtió el pueblo en un museo al aire libre.

El evento, que se celebra anualmente, muestra mediante pinturas la vida de los habitantes de Penelles, su fauna y su gente. A los vecinos les gustó tanto la iniciativa que desde el primer momento estuvieron dispuestos a ceder sus paredes.

Este 2018 el Festival Gargar se celebró en mayo. En él participaron artistas como el cubano Jorge Rodríguez-Gerada, la mexicana Kathrina Rupit (KINMX), Monkey Bird Crew, Danny Rumbl, Harry James y Wild Welva, entre otros. ¿Te apetecería asistir a la próxima edición? Alójate en una casa rural de la zona:

Este municipio ubicado entre Santiago de Compostela y Coruña se hizo famoso hace casi 10 años de la mano de Desordes Creativas, un festival de arte rural organizado por Mutante Creativo que se celebra cada año durante la segunda semana de agosto.
La obra más conocida del festival es A greleira de 50 pés, en Ordes, y pertenece a la serie Fenómenos do rural del artista gallego Joseba Muruzábal (Yoseba MP). En total, en el pueblo ya hay 60 murales.

Mutante Creativo también organiza más festivales de arte rural en otros pueblos de Galicia como el Rexenera Fest (del 28 de mayo al 3 de junio), en Carballo; y Cromático Mural Fest (del 25 de junio al 1 de julio), en Cambre.

• El Provencio (Cuenca)

El Provencio es conocido como la capital manchega del cómic. Sus verdaderos protagonistas son superhéroes, como Akira, el Doctor extraño, V de Vendeta, Tintín, Los vengadores o Sin City, famosos personajes cuyas viñetas dan la nota de color y originalidad a este pueblo conquense de casi 3.000 habitantes.

La iniciativa nació hace 8 años con la primera Feria Internacional del Cómic. Se trata de una cita ineludible para los amantes de las novelas gráficas y tebeos. Su éxito ha conseguida que se instaure definitivamente en El Provencio y se repita cada mes de julio.

El pasado año, este festival se fusionó con La Mancha Colors para crear Cómic Walls, el mayor evento de muralismo de Castilla-La Mancha donde las viñetas han pasado del papel a las paredes del pueblo.

De un vertedero a una obra de arte. Así empieza la historia de Fanzara, un pueblo de Castellón de apenas 300 habitantes, que cuenta con una de las muestras murales de arte más espectaculares. En 2005 el pueblo estuvo dividido debido a una polémica decisión del gobierno popular de Valencia, que quería construir un vertedero en él.
Las protestas de algunos de sus vecinos fueron decisivas para evitar el desastre y, sin saberlo, también para hacer de Fanzara una obra de arte. Un mural inicial abrió la veda para que los vecinos cediesen los muros de sus casas convirtiendo el pueblo en un museo al aire libre.

En 2015 Fanzara contaba con 44 obras de arte de distintos artistas nacionales e internacionales. Este fue el comienzo de MIAU, el Museo Inacabado de Arte Urbano cuyo festival se celebra a principios de julio.

Castrogonzalo es equivalente a Parsec, el pseudónimo de Antonio Feliz, un artista local que, aunque reside en Madrid, se ha propuesto llevar a su pequeño pueblo zamorano de 500 habitantes a la fama gracias a su trabajo.
Tras haber cubierto su casa de pollos, gallinas y un zorro con pintura, los vecinos comenzaron a cederle los muros de las suyas y a hacerle encargos. Uno de los murales más conocidos de Castrogonzalo es La pareja, uno de los primeros que Parsec pintó en el pueblo.

La idea gustó tanto que Castrogonzalo comenzó a ser el destino de muchos otros artistas que quisieron aportar su pincel: Neko, Porfavor, Dier, etc. Actualmente, Madrid Street Art Project hace tours guiados con Parsec desde la capital al pueblo para conocer las obras de la mano de su autor. 

El arte rural llegó a Carballo en 2014, de la mano de Paula Fraile y Roberta Venanzi, quienes pintaron un mural en uno de los edificios abandonados del pueblo. Con él nació Derrumbando muros con pintura, una iniciativa a la que se han unido un gran número de artistas que han cubierto de arte este pequeño pueblo gallego.

Para ver cómo trabajan los artistas y ver cómo el arte cubre el pueblo de Carballo, te recomendamos el RexeneraFest, el festival de arte que organiza Mutante Creativo.