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Barcelona. (Redacción).- La elección de un destino rural depende de muchos factores: del presupuesto, la época del año, la distancia que se desee recorrer, el tipo de alojamiento, el motivo y, por supuesto, de los compañeros de viaje. Si eres un turista rural habitual, estarás de acuerdo en que, aunque hayas disfrutado de numerosas experiencias, lo cierto es que hay destinos adecuados para cada momento.

No es lo mismo organizar una escapada en pareja que hacerlo en familia o con los amigos, algo que resulta evidente y que el observatorio del Turismo Rural, una iniciativa de investigación de EscapadaRural ha querido profundizar. ¿Quieres saber cuál es tu destino?

¿Dónde viajan las familias?

El destino rural preferido por lo viajeros que deciden realizar una escapada acompañados de sus familiares es Catalunya. Más de la mitad de los turistas que optan por esta comunidad viajan en familia. Tras Catalunya, los destinos favoritos, a poca distancia, son Aragón y Cantabria. El perfil se corresponde, por lo general, con el del viajero que disfruta de una sola escapada rural al año.

La gran mayoría de ellos reconoce que el contacto con la naturaleza es la principal motivación para elegir el objetivo, y tres de cada diez reconocen que toman la decisión teniendo en cuenta las opiniones vertidas en los blogs de viajes.

¿Y los amigos?

El turista que viaja con amigos repite la práctica al menos un par o tres de veces al año. Se decanta sobre todo por Navarra, La Rioja y la Comunidad de Madrid (por este orden), y más que el entorno, decide organizar una escapada rural motivado por las ganas de pasar tiempo con los amigos. A diferencia de las familias, los grupos de amigos se dejan aconsejar por los conocidos a la hora de decantarse por uno u otro destino.

La elección de las parejas

Disfrutar de la tranquilidad, descansar y desconectar son los objetivos que persiguen las parejas al escoger su escapada y, vistos los destinos elegidos, lo encuentran sobre todo en el País Vasco, La Rioja y la Comunidad Valenciana. Son viajeros que repiten viaje de dos a tres veces al año y, a diferencia de familias y grupos de amigos, se dejan seducir por la publicidad convencional.