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Analizar la presencia -o ausencia- de las nuevas tecnologías en el mundo rural es el objetivo del programa proyecto europeo ‘P-IRIS', en el cual participa la Diputación a través de la Sociedad para el Desarrollo de la Provincia de Burgos (Sodebur), y que con una duración de 5 años vincula a regiones de otros cinco países: Condado de Sogn og Fjordane (Noruega), Centro de Desarrollo del Corazón de Eslovenia, Agencia de Desarrollo local PINS (Croacia), Gobierno Regional de Ostrobothnia central (Finlandia) y la Universidad Politécnica de Milán (Italia).

La primera cita en Burgos fue así durante el día de ayer en el Monasterio de San Agustín, donde medio centenar de representantes de los países colaboradores pudieron conocer algunas iniciativas investigadoras, empresariales y emprendedoras de la provincia, todo ello a través de un abanico de charlas ofrecidas a lo largo del día.

Fue el caso de la intervención a cargo del profesor Carlos Rad, quien analizó algunos de los ensayos en marcha en los que está inmersa la Universidad de Burgos (UBU). Así como la ponencia del empresario Eduardo Cerdá, responsable de la empresa SierrActiva, quien relató los pasos dados hasta lograr la apertura y promoción del parque que gestiona de especies prehistóricas Paleolítico Vivo.

Así como de José Ignacio Velasco, quien destacó la puesta en marcha de varias marcas de calidad en Valle de Caderechas, con los que se ha logrado no sólo potenciar una actividad tradicional en la zona, como es la producción frutícola, sino dar a conocer fuera de la provincia la gran calida de la manzana y cereza que se cultiva en este valle burgalés. Labor en la que si bien se va logrando la implicación de los propios productores, sí reconoció echar en falta un apoyo más «serio» desde las instituciones, cuyas ayudas «es esencial que lleguen y que lo hagan a tiempo».

Fueron algunos de los encargados en dar a conocer algunos de los trabajos de las diferentes entidades que trabajan de forma conjunta en torno a esta iniciativa internacional.

«Cooperación esencial en este programa, ya que nos permite conocer, de parte de los expertos de diferentes estamentos como son las universidades o las empresas qué hay, qué falta y qué mejorar a la hora de lograr que las nuevas tecnologías se conviertan en un verdadero aliado del mundo rural», destacó el noruego Lars Hursveit, coordinador del proyecto. Junto a él, el presidente de Sodebur, el diputado provincial Ángel Guerra, remarcó el interés de participar en este tipo de propuestas europeas -incluidas en el Plan Estratégico provincial- «pues nos ayudan a conocer qué se hace en otros lugares e importarlo para lograr la mejora en nuestra provincia con respecto a la tecnología». destacó. Así como la necesidad de contar con todo tipo de agentes que contribuyan a crear empresa porque donde hay empresa hay empleo», agradeciendo así su colaboración a la UBU, al Centro Tecnológico de Castilla y León y a los empresarios locales.

El programa, con una duración de 54 meses (de enero de 2017 a junio de 2021), cuenta con un presupuesto de 1.36 millones de euros, siendo su principal objetivo analizar las políticas para mejorar los sistemas de innovación de las áreas rurales.